Guión de obre: El enfermo imaginario

EL ENFERMO IMAGINARIO

Por Móliere

ACTO I

Escena I: El acto empieza con Argan, un hombre que parece estar enfermo, solo en su alcoba mientras realiza cuentas de las cosas que su boticario Fleurant le ha vendido bajo orden de su médico Purgon, pero al realizar cuentas, decide que en la mayoría de los costos, pagar solo una parte, entonces se da cuenta que le han disminuido su tratamiento, creyendo que por eso no se siente tan bien como antes, luego llama a su servidumbre que venga a recoger todo, pero nadie responde y eso lo molesta demasiado.

Escena II: Entra Antonia, su criada, y al primer reclamo de Argan, ella finge haberse golpeado la cabeza, y cada que Argan le decía algo, ella se quejaba para así interrumpirlo, el se da cuenta de eso y le dice que la deje reprenderla, pero ella dice que están a mano, él le pide que le revise la lavativa y dice que es tarea del boticario, entonces le dice que le prepare su próxima poción, y Antonia le dice que le están viendo la cara Fleurant y Purgon, sacándole dinero a más no poder, este comentario le molesta a Argan, quien le pide que llame a su hija Angélica, que justo venia llegando.

Escena III: Argan, Antonia y Angélica están en la alcoba, Argan le pide a Angélica que se acerca para hablarle, pero él le da su bastón Antonia y se va a sentarse a su bacín, con las risas de Antonia.

Escena IV: Al quedarse solas Antonia y Angélica, esta ultima empieza a hablar con ella en secreto sobre su pretendiente, a preguntar si está mal lo que hace, alabando sus virtudes y la forma en que la trata, quejándose que la tienen recluida ahí sin poder ver a su amor, y dudando un poco si todo esto puede ser real, o solo una mentira de un hombre mas, mencionando que en la última carta recibida, el planea pedir su mano, siendo esta la prueba definitiva para saber si es cierto su amor, a pesar de ella, Antonia le recomienda tener mucho cuidado, entonces Argan regresa.

Escena V: Argan le comenta a Angélica que le han pedido su mano, y eso a ella le emociona, ella dice que hará lo que él decida y el acepta arreglar ese matrimonio, a pesar de que su madrastra tenía planeado meterla a ella y a su hermana Luisa a un convento (según Antonia algún plan tenía su madrastra para hacerlo). Ella agradece la decisión de su padre, y le menciona que en realidad ella ya sabía de ello y que ya se había topado con su pretendiente, su padre empieza a hablar de las cosas buenas que le han dicho del susodicho, pero al mencionar que estaba a punto de recibirse como médico, se descubre que en realidad Argan hablaba de Tomás Diafoirus, Sobrino de Purgon, su médico, y no hablaba de Cleonte, el enamorado de Angélica, entonces Antonia interviene diciendo que es una burla que, teniendo una fortuna, quiera casarla con un medico, y le pregunta sus motivos para querer casarla con él, a lo que Argan responde que al ser médico, tendría toda una familia de médicos a su disposición para curar sus males, a lo que Antonia le recomienda que no piense mas en ese matrimonio, ya que su hija no aceptara porque no quiere saber nada de la familia Diafoirus; Argan entonces dice la obligará a casarse con él, y si no acepta, la meterá a un convento, entonces Antonia dice que no sería capaz, que él es demasiado bueno para hacer algo malo a su hija, comentario que lo molesta demasiado, Antonia le pide que se calma, que le puede hacer daño, el dice que obligara a su hija a casarse con quien le diga, mientras que Antonia dice que ella lo prohibirá diciendo que es su obligación es buscar lo mejor para su amo, entonces él, iracundo, la empieza a perseguir alrededor de del sillón, y ambos le piden a Angélica que agarre al otro, o habrá consecuencias, pero Argan cae rendido en el sillón.

Escena VI: Argan le pide a Belisa, su segunda esposa, que lo vaya a socorrer, ella llega y le pregunta que pasaba, a lo que responde que Antonia lo ha hecho enojar, que le ha llevado la contraria y diciendo que en realidad no estaba enfermo, y este la acusa de ser la causante de su enfermedad, entonces Belisa llama a Antonia y le pregunta cuál era el problema, y ella, con tono dulce, dice que ninguno, que solo está ahí para servir a sus amos, y que él la había mencionado que iba a casar a Angélica con un Daifoirus, pero que pensaba que era mejor idea meterla a un convento, a lo que Belisa le da la razón, entonces Argan dice que todo es mentira, Belisa dice que no lo vuelva a hacer enojar o que sería despedida, entonces lo empieza a arropar, y le pide a Antonia que traiga sus almohadas, y al estarlo arropando, Antonia le da un almohadazo y escapa, a lo que Argan responde con ira, pero Belisa lo consiente, y él dice que, para compensar su amabilidad, deseaba hacer un testamento, por eso había pedido que viniera el notario, entonces le pide que entre.

Escena VII: Argan recibe gustoso al notario, y este le comenta que su esposa ya le conto su plan de dejarle en herencia todo a ella, pero él dice que eso no es posible, ya que no debe de haber hijos de ninguna de las partes, lo que le molesto a Argan, quien pide llamar a un abogado para buscar alguna solución, entonces el notario se exalta y dice que no hace falta, que los abogados son unos inútiles que se les complica todo, y que él puede arreglar esta situación para que el testamento sea como Argan pide, y le da tres ideas: La primera es dejar la herencia en nombre de un amiga cercano para que este luego la traspase a la esposa, le segunda es contraer deudas con algún acreedor ficticio, quienes posteriormente le entregaran un documento a la esposa declarando este extremo; o la tercera opción, que es entregarle en vida cantidades en metálico o en valores al portador. Belisa entonces dice que prefiere irse con él antes de vivir con su ausencia, el la calma, y le dice que harán el testamento, y que por precaución le dará veinte mil francos en oro y dos letras aceptadas, ella dice que no los puede aceptar, pero empieza a preguntar por el valor de todos ellos dando a entender su interés y avaricia, posteriormente el notario le pide que continúen el testamento y Argan le pide que lo hagan en su despacho.

Escena VIII: Antonia le comenta a Angélica que escucho que estaban con un notario hablando de un testamento, donde seguramente implica que el dinero sea todo para su madrastra, esto a Angélica no le interesa, ella solo quiere que no se metan con su corazón, y le pide a Antonia que nunca la abandone, esta le jura lealtad, diciendo que hará lo posible por ayudarla, además dice que su plan es hacer creer a Belisa que esta de su lado y sin interés por Angélica, y que le pedirá ayuda al usurero Polichinela, su pretendiente, que sabe que hará todo lo que ella le pida

 FIN DEL PRIMER ACTO

Primer intermedio: Polichinela le lleva serenata a su amada, sabiendo que ella es alguien difícil de conquistar, pero aun así, lo intenta una vez más con esta serenata, empieza a cantar pero después aparecen unos violines que le interrumpen cada que dice algo, después con el laúd en la mano, los invita a continuar, después entra la ronda de alguaciles que preguntan quién está ahí, este los ofende, aparecen policías y lo empiezan a buscar, en forma de bailable, estos lo atrapan y pide que lo suelten, se niegan pero al final piden seis luises para irse a tomar, dice que no tiene dinero, entonces le dan 30 cocas, a la número 15 dice que prefiere que le den de palos, pero de nuevo se rinde y decide darle los 6 luises que pedían y lo dejan en paz.

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