Interpretacion De La Ley Penal

INTRODUCCION

El Derecho Penal está formado por un conjunto de disposiciones que se hallan contenidas en el Código Penal y en otros códigos y leyes especiales. Desde el punto de vista sustancial la Ley Penal es un mandato dirigido imperativamente a los coasociados con la indicación de los tipos de acción o de omisión y con la amenaza de una sanción en caso de inobservancia. De allí que las normas penales emanen del Estado y posean una función valorativa en cuanto califican como contrarios a la colectividad determinados comportamientos humano.

La interpretación de la ley penal es la operación lógico jurídica que tiene la finalidad de establecer el sentido, el significativo y el alcance de las disposiciones generales y abstractas de las leyes penales, para permitir la aplicación de las mismas a los pasos particulares y concretos que, en materia penal, plantee la realidad.

En cuanto a la ley penal como las demás leyes, está hecha para ser conocida y respetada por los integrantes del grupo social, cuyos destinatarios son los órganos del Estado que deben hacerla cumplir, como a los particulares que a ella han de someterse. En este sentido, para hacer cumplir la ley y someterse a ella, la interpretación de la ley penal busca llenar los vacíos o lagunas del legislador, para dar vida a imperativos precisos y netamente delimitados.

Las leyes penales, como cualquier otra especie de normas, nacen y mueren; su ciclo vital comienza cuando el legislador las pone en conocimiento de los asociados, es decir las promulga, y termina cuando una nueva ley las deroga expresa o tácitamente.

Toda ley, por más claras que sean sus disposiciones, debe ser interpretada para aplicar a sus dispositivos, de la mejor manera posible a los casos concretos y particulares que plantee la realidad en materia penal. Por clara que sea una disposición penal, hay que interpretarla, para poder aplicar a los casos concretos que estén comprendidos dentro de los supuestos hechos de la misma. Se debe entender lo que quiere decir y se debe determinar su alcance, para poderla aplicar, ya que si no se entiende no se puede aplicar.

La meta de la interpretación es la voluntad de la le, es decir, es la voluntad objetivada. Lo que entereza es el sentido que tiene ahora y no el que tenía cuando entro en vigencia.

Para una mejor interpretación de la ley, existen ciertos elementos, que son los medios de que dispone el intérprete para establecer el o los posibles sentidos y alcances de la ley interpretada. Estos medios son comúnmente aceptados por la doctrina y en ocasiones consagrados expresamente por los propios ordenamientos jurídicos, los elementos son los siguientes: El elemento de Razón de ley (ratio Legis), elemento histórico, elemento sistemático, elemento comparativo extranjero, elemento extrapenal y elemento extrajudicial; que a continuación se presentan en la siguiente investigación.

RAZON DE LA LEY (RATIO LEGIS)

Es el motivo que ha tenido el poder legislativo, para poner en vigencia una disposición determinada. Las leyes no deben dictarse por capricho, sino que debe ser dictadas para resolver determinados problemas que plantea la realidad, para así poder entender el sentido y el alcance de la disposición legal, para lo cual es necesario tener presente la necesidad para la que fue dictada. La disposición legal debe entenderse en razón del motivo que tuvo el legislador para ponerla en vigencia.

ELEMENTO HISTORICO

Las leyes no nacen por generación espontánea, sino que hay un proceso desde que se siente la necesidad de dictar disposiciones legales en una materia determinada, hasta que la ley entra en vigencia efectivamente. He aquí dicho proceso:

• Se siente la necesidad imperiosa de que se regule un campo del quehacer humano.

• Se redacta el anteproyecto de le y luego este pasa a ser proyecto, uno y otro con sus respectivas exposiciones de motivos; después del proyecto va a los diputados y estos lo envían a las condiciones permanentes o especiales a la que corresponda estudiarlo.

• Después de los proyectos de leyes discutidos entre los diputados y entonces quedaran aprobados.

Todo ese proceso llega a su culminación cuando entra en vigencia la ley que regula la hipótesis; y son de mucha utilidad para desentrañar el sentido y el alcance que debe asignársele a la disposición legal, para interpretar las disposiciones de las leyes, las disposiciones de motivos que han acompañado a los proyectos correspondientes, los informes de las comisiones parlamentarias, las discusiones que hayan sufrido los proyectos entre los diputados, etc. Hay que admitir que estos documentos no constituyen interpretación auténtica y no tienen fuerza obligatoria (erga omnes) propia de la interpretación auténtica.

ELEMENTO SISTEMATICO.

Entre las diversas disposiciones de una ley, existen relaciones muy estrechas; y por ello, poder establecer adecuadamente el sentido y alcance de determinadas disposiciones legales, hay que conocer toda la ley, porque se llegaría a resultados erróneos si se pretender interpretar dislocadamente una disposición

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