José María Arguedas Reivindicó El Profundo Valor Del Indio

¿Fue José María Arguedas un protector de los indios o simplemente se dedicó a ver cómo estos sufrían y a escribir acerca de esto? Cuando se habla de José María Arguedas no se habla de una sola persona que se sentó y escribió acerca de los maltratos al indio. Hablar de José María Arguedas es hablar acerca de toda una comunidad – de varios indígenas oprimidos – que ha sufrido desde la conquista de los españoles los maltratos, la marginación y el racismo que siempre el español le tuvo al indio pero que el indio nunca sintió un racismo, sintió odio. Por lo redactado, mi respuesta hacia la pregunta sería que él no fue ninguno de los dos ya que él vivió en carne propia el maltrato y la marginación.

José María Arguedas fue un etnólogo, antropólogo y escritor indigenista del Perú. El indio desde la época de la conquista fue marginado por el hombre blanco. Según Mario Vargas Llosa los peruanos hemos descubierto al indígena mucho después que los españoles. El indígena siempre ha vivido sin preocupaciones por las ciudades ya que estos viven en contacto con la naturaleza. En los últimos años, ya no existe un indígena puro, es decir, se ha producido un fuerte mestizaje. José María Arguedas se considera a sí mismo no como un aculturado sino como un peruano que aprendió a hablar la lengua quechua y la lengua española.

José María Arguedas reivindicó el valor del indio en la sociedad pues él convivió con los indios y vio no solo los maltratos sino que también vivió los maltratos de parte de su madrastra. Esto ocurrió debido a que la madrastra lo trataba a José María como un indio, como un sirviente. Es por esto que el presente trabajo pretende demostrar que José María Arguedas en sus obras reivindicó al indio para que este no sea marginado y que cambió el pensamiento de la gente marginadora acerca del indio.

El padre de José María Arguedas fue un abogado que tenía alma de vagabundo, es decir, viajaba solo por varias ciudades y departamentos del Perú dejando a sus hijos, José María y Arístides, al cuidado de la madrastra de estos. El padre no sabía de lo que los hijos pasaban – el maltrato – en la casa de su nueva esposa. José María Arguedas tuvo que convivir con los indios en la cocina donde estos dormían por obligación de su madrastra. Tanto la madrastra como su hermanastro abusaban físicamente de los indios y en ese momento fue cuando José María Arguedas ve en carne propia el maltrato que los indios sufrían, es decir, ver a gente tratada como animales. No mucho tiempo después su madrastra y su hermanastro también empezarían a maltratarlos a él y a su hermano Arístides.

“Yo soy hechura de mi madrastra… “Escribió José María Arguedas en una autobiografía. “Nunca le podré agradecer suficientemente a mi madrastra tal castigo, pues fue en esa cocina donde conocí a los indios, donde empecé a amarlos” José María Arguedas reivindica al indio porque José María Arguedas llego a amar no sólo a los indios sino también a su cultura. Sintió un amor hacia la cultura indígena ya que ahí era tratado con amor y porque era acogido dentro de ellos a pesar de que José María Arguedas era blanco, sintió que los indios eran su familia y por eso debía defenderlos.

En sus obras – cuentos, novelas, etc. – el indio tiene un papel en el cual es maltratado y un jefe o patrón que es el que abusa de él. También, en otros los oprimidos son un pueblo entero sometido por la gente blanca. En la obra “El sueño del pongo” que trata acerca de un pongo – es un indio que sirve gratuitamente en la casa de un amo – que es llevado a la casa hacienda por un capataz y este lo entrega el pongo al patrón que lo golpea constantemente. Por estos golpes la servidumbre no cree que el pongo sobreviva. El pongo habla con el patrón y le comenta que tuvo un sueño en el cual todos habían muerto. Ya en el cielo, el padre San Francisco les dice a los ángeles que embadurnen al patrón con miel de chancaca y que al pongo lo embadurnen de excremento humano. Luego los sitúa uno en frente de otro y les ordena que se laman el uno al otro por toda la

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