Lectura Y Bases Curriculares

Resumen

El presente ensayo busca problematizar los estándares orientadores, principalmente los destinados a Lenguaje y Comunicación. En relación a como su gestión y uso en la formación de profesoras y profesores limita la oportunidad de considerar la atención de los procesos cálidos en cuanto a la enseñanza del lenguaje oral, la lectura, la escritura y el fomento de estas. En ese sentido, se analizan criterios existentes dentro de los estándares nacionales y cómo ellos van organizando la formación de un profesional volcado a extraer resultados de sus alumnos. Además de lo anterior, se considera la prueba inicia como un parámetro que sigue fomentado esta mentalidad en los educadores recién formados, no por la cantidad y los contenidos que se exigen, sino porque deja de lado las proyecciones en cuanto a lo que significa educar para cada profesor y profesora.

Palabras claves: Estándares orientadores, procesos cálidos, prueba inicia.

1. Introducción

Se torna imposible ser educador/educadora en Chile sin considerar los Estándares Orientadores para la educación, los cuales entregarán los dominios básicos que se debe manejar para ejercer la pedagogía. De la misma manera, especifican además parámetros disciplinares y pedagógicos para cada área del conocimiento que entrega el currículum. En este ensayo, se busca problematizar acerca de cómo la igualdad de dichos estándares y normas regulan la entrega del conocimiento a los niños y niñas del país. No en relación a los contenidos, sino más bien a la orientación y cómo dichos estándares buscan homologar el modo y la formación de profesores y profesoras. Se considera que esto genera una orientación necesaria y efectiva en dicha formación, fomentando profesores y profesoras competentes en cuanto a conocimientos y por ende resultados. Sin embargo, existe por consecuencia un abandono de los procesos cálidos en cuanto a la enseñanza de la lectura, escritura y comunicación oral, ya que se estima que el enfoque constante en profesores y profesoras tiende a querer alcanzar el máximo de contenidos propuestos y no verdaderamente el fomento, el gusto y la motivación de acercarse al mundo letrado por parte de los niños.

La función del educador se ve coartada por dichos estándares, no en relación a qué y cuántos conocimientos se entregan (cabe mencionar que los conocimientos no están en cuestión), sino más bien en cómo el educador se debe focalizar para alcanzar estos contenidos en los niños, siendo por ende la competencia un factor relevante en este punto. Ya que al incorporar la prueba inicia estos estándares cobran sentido, siendo esta ultima una prueba efectiva para medir conocimientos pero no está enfocada en dar a conocer cuánto y cómo ve la educación el alumno egresado. Es por ello, que en el presente ensayo se busca problematizar estas temáticas para abordar de la mejor manera cómo estos estándares podrán ser piedra de tope para aquellos profesores y profesoras que estén más preocupados del proceso de aprendizaje personal de cada niño y no del cumplimiento de metas propuestas por un estándar unificador, el cual a su vez se circunscribe en un sistema organizado a partir de estándares dejando de lado entonces al individuo y el proceso enseñanza-aprendizaje tan diferente de un individuo a otro.

2. De los estándares

De alguna manera los estándares focalizan la visión de los educadores considerando cómo el sistema universitario los utiliza para crear las diferentes mallas y contenidos curriculares en sus carreras docentes. Tomando en cuenta esto, se proponen como un inicio en el pensamiento del futuro profesor y profesora los cuales según el propio documento estatal deberán tener una enseñanza centrada en el desarrollo de competencias comunicativas. (p. 45) Lo cual beneficiará el proceso de aprendizaje de los alumnos siempre y cuando estén de acuerdo al parámetro que cada educador sostenga. En cierta medida los estándares buscan una unificación acerca del modo con el cual el profesor se posiciona ante un curso, en el caso de la enseñanza del lenguaje y la comunicación existen 12 estándares organizados en cuatro subgrupos: Lectura, Escritura, Comunicación Oral y Gramática.

LECTURA

Estándar 1: Conoce los procesos de la lectura inicial y está preparado para enseñarla.

Estándar 2: Sabe cómo hacer progresar la comprensión lectora de sus alumnos y alumnas para que sean lectores frecuentes y reflexivos.

Estándar 3: Sabe cómo potenciar la comprensión y el gusto por la lectura de textos literarios.

Estándar 4: Comprende la importancia y sabe cómo promover la comprensión de textos multimodales.

ESCRITURA

Estándar 5: Comprende los procesos de la producción escrita y es capaz de iniciar en la escritura a los alumnos y alumnas.

Estándar 6: Sabe cómo estimular la producción escrita y oral de intención literaria Estándar 7: Sabe cómo iniciar a los alumnos en la producción de textos multimodales.

Estándar 8: Sabe cómo enseñar a sus alumnos y alumnas para que sean escritores frecuentes.

COMUNICACIÓN ORAL

Estándar 9: Sabe acerca de la comprensión oral y es capaz de desarrollarla en sus alumnos y alumnas.

Estándar 10: Sabe cómo potenciar la producción oral de sus alumnos y alumnas.

GRAMÁTICA

Estándar 11: Conoce y está preparado para enseñar la gramática oracional y desarrollar el léxico

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