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Leyendas Urbanas


Enviado por   •  11 de Noviembre de 2011  •  2.395 Palabras (10 Páginas)  •  1.321 Visitas

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LEYENDAS URBANAS DE HALLOWEN

AMIGAS PARA SIEMPRE

Año 1982. Alicia y Sara eran dos chicas, ambas de 15 años, e íntimas amigas

desde la más tierna infancia. Vivían en el mismo barrio, estudiaban en el mismo

instituto, iban a la misma clase... en fin, eran inseparables. Sin embargo, tenían

caracteres muy diferentes. Alicia era alegre y extrovertida, mientras que Sara era

muy tímida y callada.

Cierto día, Sara le propuso a Alicia:

- ¿Por qué no hacemos un juramento de sangre?

- ¿Qué?

- Mira, por si algún día perdemos el contacto, juramos que la que muera antes de

nosotras dos, irá a avisar a la otra.

- Qué tontería, Sara, nosotras siempre estaremos juntas.

Ante la insistencia de Sara, y entre asombrada y divertida, Alicia al final aceptó

la propuesta. Ambas se practicaron un corte con una navaja en el dedo índice de la

mano derecha, y sellaron el pacto a la luz de unas velas.

Pasaron los años. Alicia había terminado sus estudios de derecho, tenía un buen

trabajo, una casa preciosa y un marido y un hijo maravillosos. Hacía mucho que no

veía a Sara, la amiga de su juventud, aunque a veces se acordaba de ella cuando se

veía la cicatriz de su dedo índice. Al final, la vida les había llevado por caminos

distintos y no habían vuelto a verse desde que acabaron el instituto.

Una noche, Alicia tuvo una horrible pesadilla: iba conduciendo, cuando de repente un

camión invadía su carril y chocaba con su coche.

Se despertó empapada en sudor, y justo en ese momento, oyó llamar al timbre de la

casa. Eran las 3 de la madrugada. Miró a su marido, que dormía profundamente a su

lado, en ese momento, el timbre volvió a sonar con insistencia. Maldiciendo por lo

bajo y preguntándose quién podría ser a esas horas, Alicia se levantó y fue a abrir

la puerta.

Cuando abrió la puerta y vio a la mujer que estaba en el porche, abrió la boca,

totalmente anonadada. Aunque había cambiado bastante, la reconoció enseguida.

Allí, terriblemente pálida, ojerosa y con una enorme herida sangrante en la cabeza,

estaba su antigua amiga Sara.

- ¡Por Dios, Sara! ¿Qué ta ha ocurrido? Entra, te curaré esa herida.

- ¡Cuánto tiempo

sin vernos!

Sara no se movió de donde estaba.

- He venido a cumplir mi promesa, Alicia. He muerto y vengo a decírtelo.

Alicia se quedó sin habla.

- Ya que la vida nos ha separado, estaremos juntas en la muerte. Te estaré

esperando...- dijo Sara levantando el dedo índice. Acto seguido, desapareció.

Alicia empezó a notar un dolor persistente en su propio dedo índice, al mirárselo

descubrió que lo tenía empapado en sangre, como si se le hubiera vuelto a abrir el

corte que se hiciera años atrás... Lanzó un alarido estremecedor y cayó desvanecida

al suelo.

Al día siguiente, despertó en su cama y pensó que todo había sido un mal sueño.

Encendió el televisor para desayunar, y lo que vio la dejó helada: la noche

anterior, a las 3 de la madrugada, había habido un accidente de tráfico: un camión

había chocado con un coche, y la conductora del mismo había fallecido en el acto.

A partir de aquél día, su vida se convirtió en un auténtico infierno. No comía, se

olvidaba de recoger a su hijo en el colegio, no rendía en el trabajo... Y todas las

noches tenía el mismo sueño, en el cual oía llamar a la puerta, y al abrir veía a

Sara levantando el dedo índice y diciendo "te estaré esperando", tras lo cual

siempre se despertaba con un dolor insoportable en su dedo lleno de sangre.

Su marido no entendía lo que le estaba pasando, los médicos no encontraban ninguna

explicación, y finalmente internaron a Alicia en un psiquiátrico.

Allí no hizo sino empeorar, ahora en sus pesadillas veía a Sara junto a su cama.

Una noche, un celador del psiquiátrico oyó un espantoso ruido de cristales rotos

que provenía de la habitación de Alicia.

Al entrar en la habitación vio que la ventana estaba rota, se asomó y vio a Alicia

tirada sobre la acera en medio de un charco de sangre. Tenía una gran herida en la

cabeza y a su lado, en el pavimento, alguien había escrito con su sangre: "AMIGAS

PARA SIEMPRE".

LA NOVIA ETERNA

Toda mujer sueña con el día de su boda y mil fantasías pero que pasa cuando algo sale mal, de eso trata mi historia de eso y la tristeza que eso produce. Clara era de esas jovencitas que solo fantaseaban con el día de su boda y al lado de su novio se sentía feliz y protegida. Pero el día en que él le pidió que se casaran ella se sintió la mujer mas feliz del mundo, todo se preparó para la boda, hubo todos los preparativos para que la esperada ceremonia fuese la más hermosa e inolvidable del pueblo y valla que lo sería. Clara pertenecía a una familia adinerada ya que su padre era un empresario en el sector del textil, concretamente era experto en telas finas y de alta calidad. Su madre era la dueña del único almacén de maniquís del pueblo donde vendía las telas y prendas de vestir que le abastecía su querido esposo, allí tenía desde un calcetín hasta vestidos de novia.

Clara escogió el vestido mas hermoso del almacén y todo estaba preparado para el gran acontecimiento del que ella fantaseaba y esperaba desde hacía mucho tiempo. Todo el pueblo fue invitado y Clara estaba tan nerviosa, llegó puntual al altar, pero se dio cuenta que su futuro esposo no había llegado. Pasaban los minutos y no había señas de él, hasta que una mujer apareció en la puerta de la iglesia y le dijo que su novio había huido con su hermana la noche anterior, Clara al oír esto comenzó a llorar su pena, desde ese día sólo lloraba, ni siquiera se había quitado el vestido de novia, su madre le decía que se quitase ese vestido y que viviera su vida, que era hora de superarlo, pero ella siempre le contestaba:

-No mama, yo quiero ser una novia eterna.

Para ella su vida ya no tenia sentido. Su madre al darse cuenta que ella deseaba quedarse así por siempre tomó una dura decisión .LA CONVERTIRIA EN UNA NOVIA ETERNA ya que al ver que ella comenzaba a morir de tristeza pensó en convertirla en maniquí para que así luciera su hermoso vestido por siempre y con el permiso de su madre los doctores comenzaron con su trabajo único en ese tiempo, cuando el trabajo estuvo terminado la colocó en su almacén.

Dice la gente que por las noches ella sale de su aparador

...

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