Lucero del alba.

"LUCERO del Alba” o Yasitata Guazu, la noche del 20 de junio. Para la Cultura Guaraní, es una ceremonia espiritual; el esperar aquel Lucero en su amanecer más resplandeciente, en el inicio del periodo de invierno, les vale de guía, orientación e indica el inicio de un nuevo amanecer renovado de esperanzas. Al llegar la noche, es denominado Yasitata pero también al amanecer como Koembiya (Coemilla) antes de la salida del Sol; la noche se ha ido y el nuevo día comienza, indicando la hora de partida para las actividades cotidianas o para emprender algún viaje fuera de la comunidad. Cuando no aparece debido a razones climatológicas, conciben que será un año dificultoso. Cuando surge intensamente brilloso pareciendo una luna de fuego sobre el cielo despejado, es portador de buenas nuevas; será un prometedor año. Con su resplandor invita a levantarse y encaminarse para el trabajo diario, a los agricultores les augura una prometedora siembra, a los cazadores y pescadores, dirigirse hacia lugares de cacería y pesca con optimismo y la confianza que la naturaleza les otorgará el beneficio esperado. Las mujeres, se dirigirán con pasos firmes hacia el paúro para recoger el agua de la madrugada bendecida por el lucero matutino. Los paye se sienten agradecidos al lograr descifrar el mensaje, después de la espera y velada con versos, canciones solemnes, reflejadas de espiritualidad a través del Ayarise. Se consigue ese importante equilibrio entre cosmos, tierra, naturaleza y hombre solo a través del respeto, ya que un insecto es tan importante como el mismo hombre o la Vía Láctea. El valor de los pueblos indígenas por su legado cultural y espiritual. El espíritu noble de estos pueblos, que incansablemente buscaban “el lucero del alba” que señala el camino para llegar a “la tierra sin mal”. Según relatos ancestrales, en la masacre de Kuruyuki -un 28 de enero de 1892-el espíritu del líder chiriguano Apiguaqui Tumpa prometió regresar para encontrar la Tierra sin Mal para los suyos. La cosmogonía tupi-guaraní encuentra en los fuegos del cielo la guía de los hombres del bosque y de la llanura, los fundamentos de su vida social. A este conglomerado de pueblos trabajadores, donde existía la abundancia de alimentos y de gente buena, identificaron los chamanes guaraníes con su mito del Kandire, la Tierra sin Mal. Los indígenas de tierras bajas realizarán ceremonias en diversas zonas de Santa Cruz para esperar la llegada del Lucero del Alba, festividad que celebra el cambio de estación. Para los guaraníes, con la llegada del invierno, se da paso a una transformación del medioambiente y, simbólicamente, un nuevo comienzo. En Santa Cruz, las ceremonias del Lucero del Alba se realizarán en comunidades del Alto y Bajo Isoso, además de Warnes y en el campus de la Universidad Autónoma Gabriel René Moreno. Por su parte, Filemón Suárez, asambleísta del pueblo guaraní, señaló que la celebración del ‘Lucero del

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