Modelo Educativo Y Modelo Pedagógico Para La Formación De Profesionales De La Educación De México

Simples consultas han demostrado que los docentes del sistema educativo evidentemente, no se sienten identificados plenamente con los postulados de las nuevas orientaciones educativas.

El paradigma en el que se sostienen las reformas educativas globales, cuando menos en varios países de América Latina no ha favorecido la construcción de un modelo educativo que responda a las necesidades educativas nacionales en el contexto de la irremediable globalización mundial, que incluya la participación y compromiso de los maestros de escuela.

La falta de un proyecto educativo nacional ha generado que las acciones de mejoramiento se centren en lograr mejores resultados de test estandarizados para los estudiantes y evaluaciones del desempeño para los docentes

Entonces tenemos que centrar la formación para reconocernos como profesionales de la educación con el compromiso de perfeccionar permanentemente las competencias que nos dan identidad, las relacionadas con el conocimiento y aplicación de las teorías y enfoques pedagógicos de nuestro repectivo nivel educativo, el dominio de los contenidos de enseñanza y aprendizaje y para el diseño y ejecución de estrategias de aprendizaje.

CONCLUSIONES Y PROPUESTAS

Es importante para el Sistema Educativo Nacional construir un Modelo Educativo Nacional que incluya la participación de intelectuales, académicos, investigadores y en general los diversos sectores de la sociedad civil, mediante una política pública que defina su estructuración, diseño e implantación integral progresiva.

Es necesario que el Nuevo Modelo incluya un modelo pedagógico que fortalezca la conceptualización del profesorado para revalorar y fortalecer su función como enseñante y principal actor que hace posible el aprendizaje autónomo del alumno su reconocimiento como profesional de la educación.

Es imprescindible que el Gobierno de la República, considere a la educación pública, como camino prioritario para acortar las brechas de acceso de la población al conocimiento y al empleo digno, a la información y participación ciudadana y al ejercicio de los derechos y obligaciones que implican vivir en un país democrático.

Una educación para el futuro, requiere el establecimiento de políticas públicas que reorienten el gasto educativo, que tenga como prioridad la formación integral de competencias en los niños, para el ejercicio de una ciudadanía civil, política y social moderna, sin menoscabo de la apropiación del sentimiento de una ciudadanía global compatible con la identidad local y el fortalecimiento pedagógico de los profesionales de la educación que laboran en el sistema educativo, a partir de nuevos enfoques de formación continua que relacionen el ejercicio docente con los resultados de aprendizaje, confiables para determinar procedimientos para la operación, ingreso y otorgamiento de estímulos y

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