Organización De Los Espacios En Clase

Una de las variables fundamentales de la estructuración didáctica de la escuela infantil es la organización de contextos adecuados de aprendizaje, de espacios que inviten a la alegría, a sentirse a gusto en la escuela, que potencien el desarrollo integrado de los niños que van a pasar en ellos una parte importante de su tiempo diario.

Barker(1968) ha señalado que todo ambiente o contexto en que se produce la conducta posee sus propias estructuras (límites físicos, atributos funcionales, recursos disponibles, etc.) que facilitan, limitan y ordenan la conducta de los sujetos.

Spirack(1973) ha llegado a hablar de contextos empobrecedores para referirse a las situaciones en que el ambiente físico es incapaz de facilitar las actividades y de resolver las necesidades de quienes actúan.

El espacio en la educación se constituye como una estructura de oportunidades. Es una condición externa que favorecerá o dificultara el proceso de crecimiento personal y el desarrollo de las actividades instructivas. Será facilitador o limitador, Proshansky y Wolfe) hablan de dos tipos de influencias ejercidas por el ambiente influencias directas e influencias simbólicas

Influencias directas: cuando provocan, impiden, facilitan o dificultan una determinada conducta, o proceso a desarrollar)

Influencias simbólicas: cuando no es el ambiente en sí mismo sino la percepción e interpretación que los sujetos hacen de distintos aspectos del ambiente lo que condiciona su conducta y la marcha de las actividades.

El espacio físico ejerce siempre un papel activo en el proceso educativo. La única respuesta didácticamente valida es aprovechar esa capacidad de influencia para potenciar un desarrollo integrado de nuestros alumnos. No podemos estar en nuestra aula como quien está en un piso alquilado ene l que no se puede cambiar nada. Muy al contrario, el aula es uno de los principales instrumentos con los que contamos para desempeñar nuestra tarea educativa, que es formar espacios abiertos y libres para moverse y libertad para hacerlo, cosas que coger y manipular, oportunidades de contacto con los demás, etc.

La espontaneidad en el juego y el movimiento en la educación infantil.

Muchas veces, los docentes confunden este posicionamiento con un espacio de “juego libre”(a veces tan libre, que el docente puede dedicarse a otras cosas mientas los niños juegan. Un “voluntarismo exagerado” en cuanto a la sugerencia y control de la actividad, con variado nivel de planificación previa, que se caracteriza por un numero incesante de consignas, un exceso en la preocupación por anticiparse y/o evitar golpes o peleas, una libertad en la capacidad de registro de los pequeños logros y/o “mensajes corporales” de los chicos, por exceso de protagonismo del docente.

Como docentes debemos de formar un equilibrio entre el juego espontaneo y la actividad lúdica, si bien el juego espontaneo podría considerarse una variación o sinónimo del “juego libre”, el concepto de libertad sumado al de juego, nos parece casi tautológico, redundante ya que todo juego por esencia debería ser libre en cuanto a las ganas de jugarlo por parte del “jugador “.

El proceso que pasa por acostarse, sentarse y pararse puede de esta manera, conocer variaciones que amplían el espectro motor del niño, lo que le permite, a la vez tener idea de sus posibilidades y limitaciones y ser más autónomo es sus exploraciones. A estas variaciones pikler las denomino “semiposiciones”.

La espontaneidad en el juego puede seguir tanto en

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