Para Que Educo

¿Para qué educo?

Para ser humano es preciso ser consciente de lo que se es, pero ante todo, de lo que se puede llegar a ser. ¿Qué impacto tiene mi labor como docente en la formación de las generaciones presentes y futuras?

Sin duda alguna, las preciosas obras de arte que admiramos del gran escultor Miguel Ángel, causan gran impresión a nuestros sentidos, aun cuando estas fueron magistralmente realizadas hace muchos años atrás. Sensaciones similares ante un concierto de Bach, un cuadro de Renoir, un atardecer o el arcoíris en una mañana lluviosa. Nuestro ser se conmueve ante lo bello, sea éste creación del ser humano o de la naturaleza. Yo educo para despertar en mis alumnos ese amor por lo humano y lo natural. Creo firmemente que el ser humano es capaz a través de sus múltiples capacidades de alcanzar la felicidad. En la medida que se conozca a si mismo, a su prójimo y la naturaleza, podrá apreciar el arte y la ciencia que están a nuestro alrededor.

El educar como un acto en el cual compartimos conocimientos y desarrollamos capacidades, nos permite estar mejor preparados para enfrentar los retos que nos plantea la vida, valorar lo realmente importante, nos enseña a vivir. La educación hace posible que desarrollemos las habilidades para compartir lo que somos y lo que podemos ser, convivir en sociedad y aportar algo positivo. Es por esto que yo educo para enseñar al otro, para hacerlo más humano, a la vez que educo para aprender del otro y así hacerme más humano. Un ser humano sensible a las necesidades del prójimo, a las de una sociedad que requiere personas capacitadas para proporcionar los bienes y servicios que a todos nos satisfacen, como plantea Fernando Savater cuando menciona que la mejor educación será la que logre potenciar el mayor numero de virtualidades que puedan coexistir armónicamente. (p.54)

Un ser humano que se preocupe por su entorno, que lo conozca y que a partir de esos conocimientos lo cuide y lo utilice responsablemente. Sé que es posible que por medio de la educación logremos cambios significativos en nuestra sociedad, iniciando como el buen juez, por nuestra propia casa y trasladándola a las aulas. Las ciencias y las artes nos permiten tomar conciencia del importante papel que juega el ser humano en este mundo, que este conocimiento es un factor importantísimo para detonar los cambios que necesita nuestra sociedad.

Es muy importante darnos cuenta que el medio ambiente en el que vivimos nos impacta directamente, por lo tanto debemos cuidarlo y crear esquemas sustentables que permitan seguir disfrutando de nuestro entorno. Aquí la educadores debemos de formar la conciencia de las generaciones presentes y futuras como lo menciona Sylvia Schmelkes en su conferencia titulada; Los Valores de la educación en el nuevo milenio;

Así, debe ser una población; Educada en el cuidado del medio ambiente. Ello requiere desarrollar una profunda conciencia histórica que permita comprender la trascendencia generacional de los actos humanos. Educar para respetar el medio ambiente necesariamente implica formar en valores. Respetar el medio ambiente implica entender que lo que hace una generación se lo hereda a la que sigue. (2002, P.5)

Para lograr un cambio eficaz en la manera de pensar y actuar, los conocimientos e ideas que se han de transmitir, deberán ser útiles a los jóvenes, que estos les permitan conocer la realidad en la cual están inmersos y tomar conciencia de la importancia que estos conocimientos tendrán en las actividades que realizaran en su vida diaria. Las habilidades que han de desarrollar deben de tener un valor práctico, deben permitirles tener un desempeño destacado en cualquier campo en el cual se desenvuelvan. Es por esto que educo, para que los jóvenes estén realmente preparados para enfrentar la vida y esto los lleve a cada vez sean mejores en lo que hacen y en lo que son.

Ahora bien, la reconstrucción de los conocimientos, actitudes y modos de actuación de los alumnos/as no se consigue ni exclusiva ni prioritariamente mediante la transmisión o intercambio de ideas, por ricas y fecundas que sean, sino mediante la vivencia de un tipo de relaciones sociales en el aula y en el centro y de experiencias de aprendizaje, intercambio y actuación que justifiquen

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