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REFLEXION SOBRE LOS DERECHOS HUMANOS


Enviado por   •  4 de Noviembre de 2012  •  1.618 Palabras (7 Páginas)  •  1.967 Visitas

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CARLOS ARTURO ORTIZ NAVARRO

PEDAGOGIA DE LOS DERECHOS HUMANOS

EL SENTIDO DE LA EXISTENCIA HUMANA A TRAVES DE LOS DERECHOS HUMANOS

Hace un año precisamente por ésta época un amigo me prestó una película que traía del exterior, y cuál fue mi sorpresa que era nada más ni nada menos que era la última obra del maestro Terence Mallick creador de aquella hermosa rareza cinematográfica llamada “El árbol de la Vida”. Aquel pasaje alegórico sobre el perdón y el sufrimiento humano bajo una visión cristiana con ínfulas de acoplar en un solo texto el creacionismo y el evolucionismo, donde un dinosaurio le perdonaba a otro la vida y finalmente no se lo comía, es una imagen fuerte que aún se mantiene en mis pensamientos y se confunde con la historia de la humanidad a través de las guerras y los conflictos crueles en los que la condición humana se ve degradaba a su más mínima expresión.

De entrada conocemos que lo largo de nuestras vidas se nos ha enseñado que el hombre es un ser superior, que ha desarrollado complejidades sistemáticas a lo largo de su evolución y que si le atinamos a disentir de una u otra teoría sobre la existencia humana ni toda nuestra vida podría llegar a establecer una única verdad. Simplemente sabemos que si el hombre ha llegado a obtener un sentido de vida con el objetivo de lograr una perfección y una necesaria y completa armonía con sus semejantes, a diferencia que el animal no reconoce su realidad y no trasciende su mundo más allá a un respuesta a unos estímulos e instintos diseñados por su naturaleza y estructura.

Así las cosas llegamos a establecer que el hombre a diferencia del animal posee unos valores, los identifica y los hace suyos, a tal punto son los que perfeccionan en lo más íntimamente humano, haciéndolo más humano, con mayor calidad como persona.

Estos valores inculcados a través del tiempo biológico surgen primordialmente en el individuo por influjo y en el seno de la familia y son valores como el respeto, la tolerancia, la honestidad, la lealtad, el trabajo, la responsabilidad etc., valores que son transmisibles por su importancia en la calidad de las relaciones con las personas significativas en nuestras vidas, por los padres, hermanos, parientes y posteriormente amigos y maestros. Es indispensable ese modelo y ejemplo que estas personas significativas muestren al niño, para que se dé una coherencia entre lo que se dice y lo que se hace.

Por lo tanto hay que reconocer la importancia de esos valores en la comunicación de la familia. Cuando el niño alcanza la edad escolar se hará participe de esta comunicación abierta, en la toma de decisiones y en los aportes sobre asuntos familiares. Por consiguiente, si el hombre es un ser de valores, es precisamente por esa adquisición que durante su vida social ha insertado en su individualidad de tal manera que lo ayudaran a encaminar su norte y en su recorrido existencial y que de una u otra manera formarán parte de su esencia. Recordemos que una persona valiosa, es una persona que posee valores interiores y que vive de acuerdo a ellos. Un hombre vale entonces, lo que valen sus valores y la manera en como los vive y los logra compartir con los demás.

En el ámbito social, si yo soy responsable frente al otro, para lograr una buena convivencia social que esté aparejada con mi individualidad y mis libertades, es buscar ir más allá de mi libertad, mi comodidad o bienestar, traduciendo todos estos valores en pro de compartirlos y enseñarlos, así como promover el respeto al hombre, la cooperación y la comprensión, sembrando una actitud abierta y de tolerancia, así como el buen servicio para el bienestar común.

No obstante, más allá de establecer una responsabilidad y unos límites frente al espacio de la individualidad de otros, considero que la mejor forma de ayudar a la formación de los valores está en proveer, promover, motivar, señalar caminos nuevos de mejoras para hoy, que efectivamente se proyecten al mañana, necesitan de cada pequeño acto más una idea casi genial desde cada uno, puesto que hay mucho por mejorar. Ese trabajo diario consiste en una autoevaluación de nuestra propia humanidad para evidenciar en acciones eso que queremos enseñar.

Si quiero llevar esta tarea a unos alumnos, toda una muestra de valores, es en la profundización de nuestros propios espejos, en la revisión constante de reconocer qué valores y actitudes queremos reflejar hacia la comunidad. En mi caso particular, si quiero reflejar valores como la nobleza, el perdón, la bondad, la sensibilidad y la responsabilidad es una tarea diaria que requiere de ir mejorándolos, así de comprender qué capacidad voy a tener para dar, y cuanto voy a permitir que tomen los demás de ellos.

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