REFORMA INTEGRAL DE EDUCACION BASICA

I.- REFORMA INTEGRAL DE EDUCACION BASICA

La Reforma Integral de Educación Básica (RIEB) aborda aspectos de la sociedad del siglo XXI y la educación, el contexto nacional e internacional en el que se desarrolla dicha reforma, el papel del docente. Así mismo ofrecer herramientas teóricas y prácticas de planificación que le permita en el aula los fundamentos de la RIEB en su campo formativo. Nos dice esta reforma que tenemos que educar para la vida, ya que esto es la llave de acceso para el siglo XXI.

Se define el desarrollo integral de los alumnos a través de cuatro pilares, en la figura 1.1: Figura 1.1 Los cuatro pilares de la educación y su interrelación.

La importancia que adquiere el informe Delors radica en “los cuatro pilares de la educación: Aprender a conocer, aprender a vivir, aprender a ser y aprender a hacer” en los que se condensa parte de esta nueva manera de concebir la educación.

 Aprender a Conocer.- Todos los cambios exigen comprender mejor al otro, comprender mejor el mundo. Exigencias de entendimiento mutuo, de dialogo pacifico y, por qué no, de armonía, aquello de lo cual, precisamente mas carece nuestra sociedad en la actualidad. Este tipo de aprendizaje, que tiene menos a la adquisición de conocimientos clasificados y codificados que al dominio de los instrumentos mismos del saber, puede considerar a la vez el medio y la finalidad de la vida humana.

 Aprender a Vivir.- Conociendo mejor a los demás, su historia, sus tradiciones y su espiritualidad y, a partir de ahí, crear un espíritu nuevo que impulse la realización de proyectos comunes o a la solución inteligente y pacífica de los inevitables conflictos, sin duda, este aprendizaje constituye una de las principales empresas de la educación contemporánea. La idea de enseñar la no-violencia en la escuela es loable, aunque solo sea un instrumento entre varios para combatir los prejuicios que llevan a los enfrentamientos.

 Aprender a Ser.- la educación debe contribuir al desarrollo global de cada persona: cuerpo y mente, inteligencia, sensibilidad, sentido estético, responsabilidad individual, espiritualidad. Todos los seres humanos deben de estar en condiciones, en particular gracias a la educación recibida en su juventud, de dotarse de un pensamiento autónomo y crítico y de elaborar un juicio propio, para determinar por si mismos que deben hacer en las diferentes circunstancias de la vida.

 Aprender a Hacer.- aprender a conocer y aprender a hacer son en su esencia indisociables. Pero lo segundo está más estrechamente vinculado a la cuestión de la forma profesional: cómo enseñar al alumno a poner en práctica sus conocimientos y, al mismo tiempo, como adaptar la enseñanza al futuro mercado del trabajo, cuya evolución no es totalmente previsible.

La educación durante toda la vida permite, sencillamente, ordenar las distintas etapas, preparar las transiciones, diversificar y valorizar las trayectorias. De esta forma, saldríamos de rezago escolar y los riesgos de exclusión o igualar, pero en disminución de la promoción de personas con talento.

En la figura 2.1 podremos observar como la educación se puede asociar para toda la vida con los pilares de la educación.

Figura 2.1 Los cuatro pilares de la educación y su relación al educar para la vida.

Al tratar de definir competencias nos encontramos con un sinfín de acepciones. No tenemos una definición única y consensuada respecto a este concepto; sin embargo, hay ciertos rasgos en común de varias definiciones que nos ofrecen una idea general del mismo.

Podremos conceptualizar que la competencia es la capacidad o conjuntos de capacidades que logran ser movilizadas, combinadas e interrelacionadas a conocimientos, habilidades, actitudes, valores, motivaciones y destrezas al momento de aprender y de saber. Es decir, que una persona desarrollada en competencias puede resolver un problema o una situación concreta, siendo está formada por diversos factores en un contexto. Esta definición de competencias no está orientada a la que generalmente estamos familiarizados y no tiene que ver en lo absoluto con ser competitivo, sino lo describimos como una capacidad de recuperar conocimientos y experiencias, aprender en equipo, lograr una adecuada y enriquecedora interacción con los otros en un contexto social; así también observando el desarrollo y la educación para la vida personal. Llegando esta a una autorrealización de los niños y jóvenes.

La competencia involucra un conocimiento, la cual viene seguida de habilidades y destrezas; siempre y cuando estas involucren también actitudes y valores. Para ello debemos adaptarnos en el contexto que nos ubicamos, realizar una secuencia de actividades y con esto orientar al estudiante en el desarrollo de competencias acorde a su edad.

Hoy en día es importante para los niños y jóvenes integrarse al conocimiento de distintas disciplinas; humanísticas, científicas y tecnológicas, de ello dependerán sus oportunidades de éxito. Al mismo tiempo el desarrollo humano involucra aspectos del crecimiento y educación de los niños y jóvenes para favorecer el desenvolvimiento de todas sus capacidades y potencialidades. Lo mencionado anteriormente, la educación debe favorecer un desarrollo integral en cuatro dimensiones:

 De habilidades lectoras, matemáticas, científicas y tecnológicas; de igual manera capaz de comprender, resolver situaciones, problemáticas interrelaciónales y sistemáticas, en un contexto incierto.

 De salud psicológica, desenvolvimiento socio-cultural, respeto a si mismo, interrelacionarse mejor, autorregulación de su carácter para la solución de conflictos en manera pacífica; así mejora su entorno y su mundo.

 Del juicio ético y moral, el aprecio, el respeto, los principios y valores humanos, la equidad de género, la tolerancia, de las libertades, la diversidad de culturas y el pluralismo; también ciudadanos comprometidos con su entorno político, social y ecológico.

 De la creatividad, la imaginación, la sensibilidad, el desarrollo físico y la armonía corporal

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