Resumen Analogía Biológica

RESUMEN: LA ANALOGÍA BIOLÓGICA

La analogía biológica como idea influyente en las doctrinas arquitectónicas modernas, empieza a formularse alrededor de 1750. Tiempo en el que se formularon dos importantes textos científicos: Species Plantarum de Linneo y la Historie Naturelle de Buffon. Siendo más importantes los puntos de vista de Buffon; ya que a diferencia de Linneo, quien clasificaba las especies por características al azar y las consideraba inmutables; estaba en desacuerdo, pues esto discrepaba con el hecho de que todas las especies provenían de una clase única, y sostenía que la evolución era un proceso degenerativo, mas no de progreso.

“La vida orgánica” ha significado para teóricos de la arquitectura, el conjunto de funciones vegetativas, que todo organismo viviente posee. No obstante, en el transcurrir del tiempo, el significado de lo “orgánico” ha variado.

Hasta 1800, por la cultura humanística de la época era normal que la analogía biológica se refiriera más a los animales que a las plantas. A principios del siglo XIX, “orgánico” pasaba a ser una cualidad más propia de la vida sedentaria, por lo tanto, las estructuras orgánicas eran más la asimetría de las plantas y vísceras, que la simetría del esqueleto humano.

En ésta época, los enunciados más importantes los aportaría Lamarck, quien al estudiar conjuntamente la botánica con la anatomía, concluiría sustentando que las formas vivientes no habían evolucionado regresivamente, sino progresivamente. Lo esencial en el argumento de Lamarck, es que los hábitos y manera de vivir de las especies, en el transcurrir del tiempo fueron las que hicieron las formas de los cuerpos, los órganos y sus cualidades; y no el cuerpo lo que influyó en sus costumbres.

Así mismo surge la palabra “morfología” con Goethe, en la que con un sentido amplio se refiere no sólo a la comparación y relación de estructuras vivientes y su desarrollo, sino también a las formas inanimadas.

Al haberse establecido la ciencia de la morfología y así mismo, haberse llevado a cabo estudios metódicos de anatomía comparada, surgen dos dilemas: ¿la forma sigue a la función, o la función sigue a la forma? Entre biólogos, la distinción tuvo una larga polémica durante medio siglo, divergiendo entre las dos posibilidades, cada cual con sus portavoces.

En éste orden de ideas al haberse aplicado la analogía biológica a la teoría del arte se dejó de un lado el problema de “forma-función”, centrándose en el modo de crecimiento de las formas, más que en la forma de trabajar. Buffon aporta al fenómeno ocurrido insinuando que «el pensamiento humano no puede crear nada; únicamente produce después de haber sido fertilizado por la experiencia y la meditación; sus percepciones son los gérmenes de sus productos (1753)» y más tarde Young

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