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¿que Es La Nada? Martin Heidegger


Enviado por   •  13 de Diciembre de 2012  •  554 Palabras (3 Páginas)  •  789 Visitas

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IESTA

1º DE FILOSOFÍA

METODOLOGÍA DE INVESTIGACIÓN FILOSÓFICA

JOSÉ VASCONCELOS VASCONCELOS

JESÚS VIDAL SOLÓRZANO AGUILAR

JUAN HERNÁNDEZ DÍAZ

FERNANDO CRUZ JIMÉNEZ

6/NOV./2012

¿QUÉ ES LA NADA?

Al plantearse una cuestión es preciso saber que tenemos que dar una posible respuesta. La ciencia en su respuesta sobre ¿Qué es la nada?, es descartada totalmente porque no es considerada, es decir la abandona y la define como algo que no hay, que no existe, sin embargo se puede suponer que la nada es algo que existe como un ente. Pero precisamente, señala Heidegger, si de algo se distingue es de todo ente. Por eso, al preguntar por la nada qué y cómo sea la nada rompe lo preguntado en su contrario. La pregunta se desarrolla a si misma de su propio objeto. En consecuencia, hay que señalar que tanto la pregunta como la respuesta respecto a la nada son un contrasentido. La lógica general, echa por tierra la pregunta por la nada, pues el pensamiento, que siempre es, por esencia, pensamiento de algo, para pensar la nada tendría que actuar contra su propia esencia. La nada es la negación de la totalidad del ente, pero la negación es un acto específico del entendimiento. No podemos considerar a la nada como una especie de la negatividad, del no, de la negación. Por eso cuando Heidegger dice ¿Hay nada solamente porque hay no, esto es, porque hay negación? O no ocurre, acaso, lo contrario, que hay no y negación, solamente porque hay nada Nosotros afirmamos: la nada es más originaria que el no y que la negación. Resulta, entonces, que el mismo entendimiento depende de la nada, y no tiene sentido que aquél pretenda decidir sobre ésta. Pero si interrogamos, como sea a la nada, es preciso que previamente la nada se nos dé de alguna manera, es menester que podamos encontrarla. La nada es la negación pura y simple del ente lo cual pone de manifiesto que esa es la dirección en que hay que buscarla, para ello es preciso que el ente nos sea dada de algún modo. Ahora bien, ¿cómo vamos a hacer nosotros seres finitos que el todo del ente sea accesible en sí mismo, en su totalidad, y, especialmente, que sea accesible para nosotros? Podemos en todo caso pensar en idea el todo del ente, negar en el pensamiento este todo así formado y luego pensarlo y a su vez como negado. Pero por este camino obtendríamos el concepto formal de una nada figurada, más no la nada misma. Ciertamente nunca podemos captar la totalidad del ente, pero también es cierto que estamos en medio del ente, que de un modo u otro nos es descubierto en totalidad. Hay una diferencia esencial entre captar el todo del ente

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