Artículo de opinión Paula Piceda

              Artículo de opinión Paula Piceda

Plan de escritura

1. El texto base es un artículo que aparece sin firma de autor  en la sección de información general  del diario La Nación. La temática es la “generación ni ni” jóvenes que ni estudian ni trabajan. El artículo sostiene que existe esta generación. Mi tesitura es la opuesta.
2. La opinión será escrita para un auditorio universal y dentro de este uno de élite conformado por aquellas personas que se sientan interesadas por temáticas relacionadas con los jóvenes;  como los docentes, padres y afines.
3. El ethos se conformará a través del discurso con los planteos y las garantías esgrimidas como un ethos que observa de manera minuciosa las etiquetas que surgen del ámbito mediático hacia los jóvenes.
4. La emoción(pathos)  que me propongo movilizar es la de la inquietud por el conocimiento de una temática.
5. Para fundamentar mis contraargumentos utilizaré Datos estadísticos del censo y de las universidades, también datos históricos para establecer comparaciones.
6. El análisis se realizará desde la sociología.
7. Como soporte además  de lo ya mencionado  utilizaré los argumentos que da sobre el tema “ni ni” Pablo Comari en su artículo  Seguridad, juventud y estigmas. Los linchamientos, el discurso de los medios y la construcción de chivos expiatorios ¿Una contribución de la academia?.   También tomaré como soporte el artículo del Observatorio de Jóvenes, comunicación y medios de la UNLP, el ensayo que servirá de base para mi contraargumentación se titula “Ritos de pasaje y de iniciación como búsqueda identitaria juvenil” de Cecilia A. Balladini.

                                        La generación NI NI y el estigma que anula cualquier debate

Recientemente el diario la nación publicó un artículo sobre la denominada generación Ni ni, en alusión a los jóvenes que ni estudian ni trabajan y que se encuentran  en la brecha etaria para hacerlo. La denominación se ha replicado a través de varios medios de comunicación, como una plaga e incluso formó parte del debate de la RAE. Surgen varios interrogantes en relación a la temática Ni Ni lo que vamos a cuestionar es si existe realmente una generación a la que aplique el término.

 En el artículo se menciona como integrantes de esta supuesta generación  a jóvenes que tienen entre 13 y 18 años y abandonan el colegio para dedicarse a hacer changas….pero ¿acaso las changas no están dentro de la categoría de trabajo?  Asimismo se coloca dentro de la generación NI NI a jovencitas que deben cuidar a sus hermanos y por esa razón abandonan el colegio. También menciona como contraparte a jóvenes que habiendo terminado  sus estudios secundarios no encuentran su vocación ni el sentido vital y recurren a psicólogos para ser orientados en su búsqueda. Ahora bien, equiparar la realidad del joven adolescente de clase trabajadora que debe resignar estudio o trabajo para lograr la cohesión familiar (responsabilidad no menor) con la situación del joven de clase media que  puede transitar por un periodo de             “ inactividad” para encontrar el sentido a un proyecto de vida, y englobar ambos fenómenos bajo el nombre de generación nini no sólo me parece poco consciente sino que es una estigmatización que  impide el debate acerca de la situación real de miles de jóvenes en nuestro país , situación que no es homogénea, en cuanto a que responde a diversas causales.

 El concepto de nini banaliza diversas problemáticas de jóvenes, signados por la pertenencia a una clase social determinada.

Como regla general se puede sostener que todos los adolescentes deben pasar por un rito de iniciación a la vida adulta a través del estudio y del trabajo como algunas prácticas sociales de pasaje. Es cierto como sostiene la lic. Cecilia A Balladini que “Este rito de pasaje, de tránsito de un estado, lugar social a otro, está marcado por un momento de ruptura pero al mismo tiempo por otro de iniciación, de inclusión, que realizan por medio de una práctica individual como es la elección de los estudios a proseguir, o la búsqueda de un trabajo; ambas son formas de iniciarse en el mundo del adulto”. No obstante, debemos recordar que el mundo adulto ha cambiado y que la inclusión de estos tiempos difiere años luz de la de hace veinte años atrás, eso sin olvidar  que no existe una única realidad juvenil.

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