CULTURA DE LA LEGALIDAD

CULTURA DE LA LEGALIDAD

La Cultura de la Legalidad es la aceptación de las normas por parte de todos los ciudadanos por tal razón cada persona tiene la responsabilidad individual de ayudar a construir y mantener una sociedad con un estado social de derecho. De tal manera que la Cultura de la Legalidad consiste en difundir en la población colombiana el por qué hay reglas y por qué son importantes el cumplimiento de las mismas, por tal motivo es también a dar a conocer que la seguridad no es solo problema de la Policía sino el apoyo de la ciudadanía, el cambio de cultura el desempeño de nuestra función será mucho mejor.

Basado a lo enunciado anteriormente, la cultura de la legalidad es un mecanismo de mejoramiento ante la problemática en nuestra sociedad brindado con facilidad la solución de conflictos de manera inteligente, con acciones pacificas, participativas responsables y democráticas.

Nuestro rol como policías frente a la comunidad es convertirnos en ejemplo y mostrar una conducta correcta dentro de la legalidad al realizar nuestras tareas, además es necesario que actuemos como promotores en el cumplimiento de las reglas sociales y las leyes de la comunidad y a si contraer consecuencias positivas en la convivencia pacifica y la seguridad.

Para concluir la cultura de la legalidad no es sólo cultura jurídica, la cultura de la

legalidad es mucho más compleja y se enfoca en la actitud que la sociedad tiene en relación a las leyes, es decir, la cultura de legalidad tiene que ver con la adaptación que los ciudadanos de esa sociedad tienen para con las leyes y que hacen que se sientan amparados por ella. Para que pueda existir una convivencia social se debe garantizar la cultura de la legalidad, de esta forma la ley es para todos sin excepción, por lo tanto los ciudadanos también pueden denunciar, ya que ellos también pueden participar en la conformación de las leyes y pueden asumir la responsabilidad de nuestra conducta como desaprobar nuestro comportamiento. El desarrollo social, el equilibrio social y la prosperidad de un pueblo están íntimamente ligados a la cultura de la legalidad, por lo tanto si queremos progresar de verdad tenemos que asumir la responsabilidad de todos nuestros actos ante la sociedad.

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