Delincuencia Organizada

“Excepciones sobre las figuras de Detención y Retención para Delincuencia Organizada”

Introducción.

Las figuras de detención y retención en un procedimiento penal, esencialmente están reguladas por la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, y por los Códigos Penales y los Códigos de Procedimientos Penales, locales y federal y la Ley Federal Contra la Delincuencia Organizada, legislación que ha tenido a bien regular estos aspectos bajo principios generales del derecho y en observancia de garantías de legalidad y protección a los derechos humanos.

Partiendo de la filosofía del derecho, he considerado que la política y las necesidades sociales y económicas de un país, son las que pueden modificar el derecho, por ende, al ver la realidad social de violencia que ha generado la delincuencia organizada en nuestro país, se han creado excepciones a las reglas que regulan la detención y retención de individuos cuando se trata de delincuencia organizada.

Doctrinalmente, pueden existir diversas posturas a estas excepciones, ya que las mismas restringen o modifican los derechos que un indiciado tiene cuando se ve implicado en la figura de delincuencia organizada, lo cual puede generar que muchos consideren que al ser aplicadas se viola el principio de igualdad esencialmente, además de presumir que se violan derechos que se consideran fundamentales, acorde a los principios universales del derecho y legislación internacional.

Por ello en este trabajo analizaremos las excepciones acorde a nuestra legislación sobre las figuras de detención y retención para hacer un análisis de las diferencias entre un procedimiento penal ordinario y uno en donde se ve implícita la figura de delincuencia organizada, y así contar con elementos para formular una opinión sobre su legalidad y aplicación y funcionamiento.

Detención y Retención.

La detención y retención de personas son acciones jurídicas, que pueden atender a diversas ramas del derecho, como la civil, la administrativa y la penal entre otras, en este caso enfocaremos estos conceptos a la materia penal.

La Detención es la acción y efecto de detener, por ende tenemos que detener es:

“Detener.

(Del lat. detinēre).

1. tr. Interrumpir algo, impedir que siga adelante. U. t. c. prnl.

2…

3. prnl. Pararse, cesar en el movimiento o en la acción.

4…”

Al igual que el anterior, la Retención es acción y efecto de retener y este se define como:

“Retener.

(Del lat. retinēre).

1. tr. Impedir que algo salga, se mueva, se elimine o desaparezca.

2 y 3…

4. tr. Interrumpir o dificultar el curso normal de algo.

5 a 7…

8. tr. Imponer prisión preventiva, arrestar.”

Considero que los conceptos de detención y retención han sido ambiguos, ya que no se encuentran claramente ni jurídicamente definidos en sí y en su aplicación, por ello partiendo de sus definiciones, y de los fines que llevan implícitos, señalaremos que:

La detención es la acción de coartar la movilidad de un sujeto con una justificación y motivación legal y con la finalidad de ser puesto a disposición de la autoridad competente.

Por otra parte la retención implica una privación de la libertad de un individuo, la cual al igual que la detención debe ser justificada y motivada por un término determinado que atiende a una medida precautoria o pena.

Dentro de la lexicología y argumentación jurídica las palabras detención y retención se aplican a una infinidad de procesos y procedimientos jurídicos, citando por ejemplo una infracción administrativa en donde al ser detectada su comisión a una detención por parte de la autoridad que pudiese ser la Secretaria de Seguridad Publica y; en consecuencia una retención como arresto efectuada por un Juzgado Cívico; en materia civil puede señalarse el ejemplo de un arresto cumplimentado por apercibimiento, en la cual tendrá lugar la detención primeramente y la retención por el tiempo en que permanezca en arresto la persona.

El concepto de retención es aún más confuso jurídicamente ya que si acudimos a los libros y diccionarios jurídicos encontraremos que la inmensa mayoría de ellos al referirse a la retención la aplican al ámbito civil, de seguridad social y fiscal.

Ahora bien, entrando de lleno a nuestro tema, en el derecho penal, la aplicación de los conceptos de detención y retención tienen su origen en el artículo 16 constitucional en el cual se ha dispuesto lo siguiente:

“Artículo 16.

…

Cualquier persona puede detener al indiciado en el momento en que esté cometiendo un delito o inmediatamente después de haberlo cometido, poniéndolo sin demora a disposición de la autoridad más cercana y ésta con la misma prontitud, a la del Ministerio Público. Existirá un registro inmediato de la detención.

…”

En este contexto, tenemos que la detención implica el realizar las acciones necesarias para detener y poner a disposición del Ministerio Público a aquella persona que este cometiendo un delito o inmediatamente después de haberlo cometido; esto implica una acción de coartar la libertad de movilidad del indiciado justificadamente para ser puesto a disposición. Indudablemente este supuesto tiene una estrecha vinculación con la figura de la flagrancia. Lo anterior es considerado y definido como detención

Así mismo en el mismo artículo 16 constitucional en su parte conducente señala que:

“Artículo 16.

…

Ningún indiciado podrá ser retenido por el Ministerio Público por más de cuarenta y ocho horas, plazo en que deberá ordenarse su libertad o ponérsele a disposición de la autoridad judicial; este plazo podrá duplicarse en aquellos casos que la ley prevea como delincuencia organizada. Todo abuso a lo anteriormente dispuesto será sancionado por la ley penal.

…”

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