Discurso De Despedida (Secundaria)

Decir adiós nunca resulta sencillo, mucho menos cuando durante 3 años se han compartido tantas cosas: los nervios y la incertidumbre del primer día, por ejemplo, donde encontrarse con caras nuevas y algunas otras ya conocidas nos producía una extraña e indescriptible sensación en el estómago; también, un mismo primer salón de clases, cuando nos sentamos con otros niños, sin saber que muchos de nosotros compartiríamos grandes momentos durante los tres años, algunos de estos compañeros se fueron, otros llegaron en el transcurso de la secundaria, pero eso si, nacieron las amistades que hoy conservamos o que se reforzaron de aquellas que ya habían iniciado en la escuela primaria. De igual manera, durante su paso por esta institución, se encontraron con innumerables maestros que se encargaron de nuestra formación con amor y dedicación, a algunos los recordaremos con cariño, algunos otros, tal vez, resulten ser la inspiración o el ejemplo a seguir en un futuro que cada vez está más cerca, y hacerles saber que no los vamos a defraudar. En fin, aquel primer día fue sólo el inicio de la aventura que hoy para nosotros, compañeros de tercer grado, llega a buen término.

Ideas, opiniones, reflexiones, sensaciones, amores, desamores, amistades, juegos y canciones son sólo algunas de las cosas que, seguro estoy, guardarán en su memoria por siempre, pues no hay etapa de la vida más bella que la adolescencia, cuando los cambios físicos y emocionales, así como las nuevas experiencias de la vida se hacen presentes día a día.

Nuestros maestros nos recordarán como estudiantes honestos y responsables, alegres y comprometidos. A partir de este momento, la secundaria será un capítulo en el libro de nuestras vidas. Ahora nos enfrentaremos al presente con nuevos desafíos.

Lo hecho, hecho está, y es momento de cerrar este ciclo, pero también es momento de plantearse nuevos propósitos, enfrentar retos, superar obstáculos y alcanzar las metas.

"Dicen que la historia es escrita por vencedores" Y nosotros seremos los encargados de escribir nuestra propia historia de éxito. Por ahora, una cosa nos debe quedar clara: el estudio, y nada más que el estudio, será la llave que nos abrirá las puertas del mañana.

Compañeros, cada paso que den en esta etapa que comienza denlo con dignidad, con orgullo y con pasión. Equivóquense, lo más que puedan, porque de los errores se aprende y mucho; pero, sobre todo, apuesten al sacrificio y al trabajo duro, ya que es la única manera de mejorar.

Finalmente, con el corazón lleno de alegría y buenos deseos, esperamos que nuestros últimos días en esta escuela sea inolvidable y que nuestros próximos logros y posibles fracasos hagan de nosotros hombres y mujeres con el carácter y el valor necesario para dejar huella en este mundo.

No es un Adiós, sino hasta luego; sigamos en el camino,

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