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EL ISLAM DERECHO MUSULMAN


Enviado por   •  11 de Marzo de 2018  •  Ensayos  •  13.607 Palabras (55 Páginas)  •  135 Visitas

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UNIDAD V. FAMILIA JURIDICA DE LOS SISTEMAS RELIGIOSOS

EL ISLAM

DERECHO MUSULMAN

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Introducción

El sistema de derecho musulmán es un sistema autónomo de derecho religioso propiamente dicho cuya base principal es el Corán.

Por contraste con el derecho canónico, el que, si bien está informado por dogmas religiosos es producto de la elaboración humana y, además, es uno de los componentes de la tradición civilista.

En un cierto número de países de tradición musulmana, ese derecho tiende, sin embargo, a limitarse al estatuto personal, el cual puede ser más bien interpretado de manera amplia.

La característica de este sistema es que no separa lo que los romanos llamaban el ius y el fas, es decir, el derecho secularizado y las normas de origen religioso.

De los sistemas religiosos es el más importante. Es el derecho de una comunidad de fieles, es decir, la comunidad que profesa la fe islámica.

La religión islámica aparece a principios del siglo VII en Arabia (610 d.C.), tiene su soporte religioso-ideológico en el Corán por la revelación que recibe el Profeta Muhammad (mal pronunciado Mahoma en castellano), su fundador fue Mahoma. 

Antecedentes Históricos

La península de Arabia se encuentra entre el Mar Rojo y el Golfo Pérsico. Por su situación geográfica, ha constituido históricamente un punto de comunicación entre las grandes masas continentales euroasiática y africana.

Generalmente se ha considerado a los árabes como una sola raza, sin embargo, los historiadores árabes han distinguido tres razas diferentes. La primera, la de los árabes primitivos, llamados All-Ariba. La segunda, denominada Muteariba (árabes que se han hecho árabes). La tercera de los árabes Mustariba, a esta raza perteneció la tribu de los Koreichitas a la que perteneció el profeta Mahoma.

Los árabes, tanto los sedentarios como los beduinos, no conocían otra organización política que la unión de familias –sometidas a la autoridad patriarcal de un sheik- en grupos tribales

Muhammad (Mahoma, el alabado, el glorificado) Ibn Abdallah nació en la ciudad de La Meca en el 570 d.C.; según algunos autores murió en Medina en junio del año 632. Fue hijo de Abdallah y Amina. Quedó huérfano de padre a los dos meses, y de madre a los seis años, siendo a partir de entonces criado primero por su abuelo y luego por su tío paterno Abu Talif.

Hasta los cuarenta años el futuro profeta vivió en el seno de su comunidad, y era tal su honestidad y espíritu de justicia que se lo apodó Al-Amín, que significa el verídico y leal, el digno de fe y confianza.

A los veinticinco años casó con una mujer viuda, de su propia tribu, de nombre Kadija (Jadiya).

El llamado a predicar se reveló en él de forma súbita. Cuando tenía cuarenta años, durante uno de los retiros en las afueras de la ciudad de La Meca, recluido en una caverna, se le apareció el arcángel Gabriel de quién recibió por primera vez la Revelación divina y la función profética.

Mahoma le contó a Kadija (Jadiya) la aparición que había tenido, ésta le creyó y fue la primera musulmana, seguida por su primo Alí y otros parientes que se llamaron musulmanes.

A partir de ese momento Mahoma comenzó sus predicciones, o mejor dicho repitió, las revelaciones del Arcángel Gabriel, lo que constituyó el Corán.

Mahoma llamó a su religión el Islam, que significa sumisión a la voluntad divina.

Los seguidores de esta religión tomaron el nombre de Musulmán (del árabe muslim) creyente. Musulmán es quien vive según el Islam, es decir quien se ha sometido a la Voluntad divina expresada en la Revelación y actúa según lo que ésta dispone.

La doctrina musulmana tiene por base esencial la creencia de un Dios único y en el carácter profético de la prédica de Mahoma: “No hay más Dios que Alá y Mahoma es su profeta” es la fórmula con que expresan su credo los musulmanes

En cuanto al culto, Mahoma impuso a sus fieles el cumplimiento de lo que los musulmanes llaman los cinco pilares de la sabiduría. Son los siguientes:

  1. La profesión de la fe (Shahadah)
  2. La oración diaria (Salat)
  3. El ayuno del mes de Ramadán (Siyam)
  4. El pago de una contribución sobre la riqueza (Zakát)
  5. La peregrinación a la Meca (Al Hadch)
  • La profesión de la fe (Shahadah): “No hay más Dios que Alá y Mahoma es su profeta”. Cualquiera que diga estas palabras y realmente las sienta es un musulmán.
  • La oración diaria (Salat): Se realiza cinco veces al día a horas fijas, anunciadas por el llamado de los Mohasin, postrándose en dirección de la Meca, y es, como dijo el Profeta, el pilar del modo de vida islámico. A través de ella el musulmán se dirige a su Señor sin intermediarios, desde cualquier lugar limpio y tranquilo, en momentos claves de su jornada; y esta incesante renovación del vínculo que lo une al Creador lo mantiene limpio, lo aleja del error, como dice el Corán: «Por cierto que la oración preserva de la iniquidad y la obscenidad» (29:45).
  • El ayuno del mes de Ramadán[1] (Siyam): El ayuno es obligatorio, se realiza durante todo el mes de Ramadán, noveno del calendario lunar islámico. Consiste en la abstención rigurosa de comida, bebida y otras satisfacciones sensuales desde el amanecer hasta el ocaso. Esta práctica siempre formó parte de la enseñanza divina: «Se os ha prescripto el ayuno como fue prescripto a quienes os precedieron... », 2:183). Los enfermos, las mujeres embarazadas y los niños pequeños están exentos del ayuno. Se considera que el ayuno tiene enormes beneficios para el alma y el cuerpo, pues educa al hombre en la paciencia y el sacrificio, equipara a ricos y pobres en el hambre y la sed y, sobre todo, apartando al alma de sus apetencias cotidianas y automáticas, la hace volverse hacia lo sublime y la vuelve humilde y agradecida.
  • El pago de una contribución sobre la riqueza (Zakát): La contribución o caridad es un reconocimiento de que toda riqueza y provisión emana de Dios, y de que somos responsables ante El por el uso que hacemos de aquello que nos dio. La caridad purifica la riqueza y es para los pobres, los necesitados, y para las obras de bien y la causa de la fe. Los musulmanes deben dar parte de su salario para audar a los necesitados.
  • La peregrinación a la Meca (Al Hadch): La peregrinación es para el musulmán como un retorno al origen, una recreación de la historia sagrada, una anticipación del Día del Juicio, un sacrificio en procura de la indulgencia divina. Es necesario realizar una peregrinación a la Meca en el duodécimo mes del año musulmán. Todos los adultos deben realizarla por lo menos una vez en su vida. Hacia allí se dirige el creyente a buscar el significado último de su existencia y del género humano y en procura del perdón de Dios.

A estos pilares básicos de la conducta islámica se suman muchos otros, pues el Islam propone una ética, una conducta integral y perfecta derivada del ejemplo de los Profetas, a la cual no escapan ni los actos más pequeños.

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