EXTRAÑA DICTADURA DE NICOLAS MADURO

Muchas fueron las razones esgrimidas por los venezolanos para abandonar su tierra “huyendo de la dictadura” que según matriz de opinión generada por medios palangristas (tarifados para mentir) y países aliados al gobierno de los EE.UU catalogaron al gobierno del Presidente Nicolás Maduro.

La diáspora venezolana, evidentemente generada por la invasión de noticias, fomentando la salida de venezolanos a países que los recibirían con los brazos abiertos se llevó una gran sorpresa, y que a esta altura e una clara realidad: No son bienvenidos en ningún país del grupo de Lima, ni en ningún otro país cuya xenofobia también generada en laboratorios periodísticos trajo como consecuencia el menosprecio de pobladores de esos países.

El gobierno de los estados unidos y sus aliados, buscaron la quiebra del País de Bolívar, bloqueando recursos para mejorar servicios públicos, para salud, alimentación y productividad del país que vive de la producción petrolera, generando una estrepitosa salid de una clase media aquí acomodada y de una clase baja que buscaba sobrevivir en el país donde los vio nacer. Entre muchos motivos más, la salida de venezolanos a pises hermanos se agudizo.

Nuestra mayor sorpresa es “algunos” de los venezolanos, al llegar a eso países despotricaron ante medios radiales, prensa y televisión, que salían huyendo de una dictadura. Una “extraña dictadura” que les dio vivienda sin pedir inicial, vehículos de Venezuela productiva para que no produjeran nada. Se le dio trabajo en Instituciones públicas a pesar de que no comulgaban con la Revolución, echando carro en algunos casos, reposeros en otros, y algunos pocos quejándose por 8 horas de trabajo. Algunos, entorpecieron labores dentro de tales instituciones solo por oponerse al “Régimen” que ellos mismos llamaban. Estos Venezolanos recibían su caja Clap como cualquiera sin distinción de carnet político, y aprovecharon las bondades de un sistema de salud Gratuita, que a pesar de sus deficiencias, les atendía sin pedir un centavo. Viajaron a otros países para “raspar las tarjetas de débito” por dólares aprobados y hasta sus hijos recibían educción gratuita. Aprovecharon lo barato de los servicios públicos tales como electricidad, agua, cable, telefonía, internet (aunque deficiente en algunos casos), estaba al alcance del bolsillo de todos.

Triste fue escuchar de ellos la comparación del Presidente Venezolano con un Genocida como lo fue Hitler. Pero más triste resulto ser la realidad de esos venezolanos en Perú, EE.UU, Chile, Argentina, Bolivia, España, Ecuador y pare de contar, donde los alquileres se lleva el mayor porcentaje del salario que devengan, en trabajos nada dignificantes, pago por sumas elevados por servicios (que aunque eficientes), deja sin fondos a más de uno. Educación y salud privada que ni en sueños es un derecho humano en esos países sumados a la xenofobia por ser “Venecos o Venezolanos” entre otros obstáculos que han tenido que sortear nuestros hermanos en esos países. Para el colmo de los males, una Pandemia global que hace estragos en el mundo (menos en Venezuela, a Dios Gracias), empeoro las condiciones de estos hermanos en el exterior debido a que el Capitalismo está sembrado en la génesis de esas naciones, ya que los despidos son masivos sin arreglo económico o prestaciones sociales para trabajadores que laboraban más de 12 horas, desalojos a diestra y siniestra por retrasarse unos días en el arriendo (alquiler de habitación, residencia o vivienda) y sin plan de auxilio debido a que nos son naturales de esos países. Triste escenario para nuestros hermanos. Curiosamente, esos mismo connacionales, ante esa situación (y peores), corrieron a las embajadas den el extranjeros, las mismas embajadas que desconocieron de un gobierno tiránico que según ellos y los medios de comunicación los hizo huir, para solicitar que los regresen en vuelos humanitarios, a la tierra de Simón Bolívar, su tierra natal. Y es que parece extraño que lo enérgico de sus comentarios al salir de aquí, se esfumo en el tiempo y se convirtió en una tímida suplica para que el gobierno los retornara a su país, como si los judíos pidieran a gritos regresar a Auschwitz ​(campos de concentración y exterminio de la Alemania nazi en los territorios polacos ocupados durante la Segunda Guerra Mundial) y pedirle al mismo Hitler que los retorne a las torturas que les había propinado. Esta es una extraña “dictadura”, que les buscó, les recibió con los brazos abiertos, les diagnóstico, los albergo durante 14 días, les alimentó, les trasladó a sus estados de orígenes, les aprobó todos los bonos que no recibieron mientras estaban fuera del país, y le entrego una bolsa con alimentos. Y ahora, durante unos días mas estarán cómodos en hoteles, posadas y clínicas mientras se descarta con pruebas más sofisticadas su contagio para luego llegar con sus seres queridos.  Parece que fue ayer escucharles que huían de la dictadura, pero ahora pidieron que la dictadura les ayuda a retornar al país que según las declaraciones que ellos mismos están dando a los medio, un territorio como ninguno, un país de solidaridad una tierra donde cabemos todos con nuestras diferencias, pero de la que jamás debieron salir.

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