ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Fernando VII: Absolutismo y liberalismo. La emancipación de la América española


Enviado por   •  21 de Octubre de 2013  •  9.191 Palabras (37 Páginas)  •  337 Visitas

Página 1 de 37

11.3 Fernando VII: Absolutismo y liberalismo. La emancipación de la América española.

La revolución francesa y Napoleón trajeron por toda Europa el liberalismo. Para las potencias autoritaristas, vencer a Napoleón significaba haber vencido a la revolución francesa y al liberalismo. Para garantizar esto, se fundó La Santa Alianza, formada por potencias europeas que restauraron el absolutismo.

En esta situación, Fernando VII llega a España y se encuentra, por un lado, con los diputados de las Cortes que le piden que firme la Constitución de 1812; y por otro lado, tiene la presión desde Europa de todos los absolutismos. Fernando VII abolió la Constitución y restauró el absolutismo.

A la llegada de Fernando VII al trono, se encontró con que España había sufrido duramente la Guerra de la Independencia, que asoló el país; tenía una deuda estatal muy importante; y se produjeron revoluciones en América de las colonias.

El liberalismo se sigue extendiendo en sociedades secretas, como la Masonería. En el ejército francés había muchos masones. Tras la caída del ejército de Napoleón, son perseguidos. Éstas conspiraban para realizar golpes de estado por la vuelta de la Constitución de Cádiz.

Un pronunciamiento fue el Pronunciamiento del coronel Riego en 1820. El coronel, al mando de unas tropas destinadas a América, se pronunció contra el rey para implantar el liberalismo de la Constitución de Cádiz. Fernando VII públicamente reconoció y apoyó el constitucionalismo.

Comienza el Trienio Liberal (1820-1823), se crea la primera ley sobre la enseñanza. Se establece un sistema de provincias muy parecido al actual, y se abolió la Inquisición. Se reconocieron las libertades fundamentales, se creó la milicia nacional (civiles armados para defender el liberalismo).

Los liberales se fraccionan:

*Los moderados: buscan una situación intermedia entre el absolutismo y el liberalismo., ''Liberalismo Doctrinario''. Para los moderados, el rey debería designar al presidente antes de las elecciones. Destaca Martínez de la Rosa.

*Los exaltados: liberalismo más democrático. Pedían que el rey no tuviera poder moderador y que la constitución estuviese siempre sobre el rey. Entre 1822 y 1823 gobernaron los exaltados.

La iglesia se opone a la desamortización y al liberalismo, junto con la aristocracia, también opuesta al liberalismo. En el campo había oposición del campesinado al capitalismo, ya que el feudalismo los protegía más que el capitalismo. Este grupo de opositores al liberalismo son los Realistas o Apostólicos. Irán generando guerrillas antiliberales.

El 7 de julio de 1822 se produjo un intento de la Guardia Real de acabar con el liberalismo. El intento quedó fracasado por la intervención de la milicia nacional. Esto provocó que los liberales fueran mucho más extremistas. Los exaltados consiguieron entonces subir al poder.

En ese mismo año, se forma un consejo de regencia, un gobierno absolutista en Seo de Urgell/Seu d'Urgell, al considerar que España no tiene rey ya que el rey se encuentra según ellos bajo el dominio de los liberales. Este consejo pide a las potencias absolutistas su intervención en España para restaurar el absolutismo. En el congreso de Verona se autoriza a Francia a intervenir y a restaurar a Fernando VII como monarca absoluto, además de intervenir en Portugal. El Duque de Angulema fue el llevado de restaurar el absolutismo en España al mando del ejército de los Cien mil hijos de San Luis.

Tras la intervención de Francia, Fernando VII reina como absolutista hasta su muerte en 1833. Los liberales sufrieron una represión violenta y un exilio forzoso, muchos de ellos emigrando a Londres, ciudad receptora de liberales. Además se crearon las juntas de fe y los voluntarios realistas, milicia que defendía el absolutismo.

Durante este último periodo absolutista (1823-1833), España sufría una situación económica muy mala. Para mejorar la situación, se tomaron una serie de medidas.

Se fundó el Ministerio de Fomento , además de los primeros presupuestos generales del Estado. Cea Bermúdez fue un burgués liberal de los que Fernando tuvo que replantearse tener como dirigentes debido a sus conocimientos de economía, liberales que trabajaron apoyando al gobierno siempre limitándose a hacer el trabajo económico.

Debido a la impresión que dieron estas medidas, sobre todo el tener liberales en el gobierno, parecía que Fernando se estaba acercando más al liberalismo, y por ello se creo un movimiento antiliberalismo liderado por su hermano. Fue el llamado movimiento de los malcontents (agraviados) y en Cataluña formaron una guerrilla absolutista.

Fernando VII murió en 1833, dejando un problema sucesorio, cuando su mujer era María Cristina de Nápoles. Sus dos hijas, Isabel y María Fernanda, eran muy pequeñas (la mayor, Isabel, tenía 3 años) y aunque en aquel momento existía la Ley Sálica, María Cristina de Nápoles había presionado a su marido para que firmara la Pragmática Sanción, la cual abolió la ley sálica antes de que Fernando muriera, aunque Tadeo Calomarde presionó por lo contrario.

Ya que la ley sálica ya no estaba en vigor, Isabel reinaría cuando tuviera 18 años. Hasta entonces, la reina gobernadora sería su madre María Cristina de Nápoles. A la muerte de Fernando sin embargo se produjo la Guerra Carlista. La Guerra Carlista fue un enfrentamiento entre los absolutistas, partidarios del reinado de Carlos, hermano de Fernando; y entre los liberales, partidarios de Mª Cristina, que en principio fue regente de un absolutismo moderado, pero que tendría posteriormente que convertirse en liberal para tener el apoyo de los liberales.

La independencia de las colonias americanas no fue un movimiento coordinado. Existían cuatro virreinatos: el del Perú, el de Nueva España, el de la Plata y el de Nueva Granada. Cada movimiento independentista llegó en circunstancias distintas, en momentos diferentes y fueron diferentes en muchos aspectos.

Por lo general, todas las revoluciones tenían un carácter liberal (separación de poderes, etc), con las mismas ideas de la República Francesa, a excepción de la de México. En estas revoluciones destaca el caudillismo. En el caudillismo, militares, ilustrados y educados en Europa, tratan de implementar el liberalismo, pero mediante la guerra.

Estas revoluciones independentistas contaban con el apoyo de los EEUU, en aquellos momentos dirigidos por la doctrina Monroe, que intentaba que ningún europeo tuviera poder en América. Gran Bretaña, primera potencia mundial durante la primera mitad del S. XIX, también apoyaba estas revoluciones, con el objetivo de romper el monopolio

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (59.3 Kb)  
Leer 36 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com