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El sicariato en República Dominicana


Enviado por   •  10 de Diciembre de 2014  •  1.642 Palabras (7 Páginas)  •  174 Visitas

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El sicariato o asesinato por encargo está ganando fuerza cada día en la sociedad dominicana, mal que ya no solo preocupa a la población, sino también al presidente de la Suprema Corte de Justicia, al procurador general de la República, al ministro del Interior, y al jefe de la Policía, entre otras autoridades.

Un sicario es una persona que mata a alguien por encargo o porque recibe un pago en dinero u otros bienes: en fin, es un asesino asalariado.

El sicariato tiene sus orígenes en la antigua Roma. Su nombre proviene de la sica, puñal o daga pequeña, fácilmente ocultable en los pliegues de la toga o bajo la capa. Literalmente, sicarius significa “hombre-daga”.

Su actividad estuvo vinculada a la política, actuando en las asambleas populares romanas, particularmente durante el peregrinaje al templo, cuando apuñalaban a sus enemigos (contrarios políticos de sus amos o simpatizantes -cliente- de ellos) lamentándose públicamente después.

En términos más generales, el sicariato se trata de acciones de ajuste de cuentas sociales, políticas, económicas o judiciales ejecutadas por el crimen organizado y donde el homicidio tiene un nivel de organización bastante sofisticado: armas de fuego, motocicletas, espacio de la vida cotidiana, costo alto del contrato, intermediación compleja y una víctima vinculada al sistema judicial (Cando), policial o a grupos políticos (Hurtado).

Por otro lado, un ajuste de cuentas por pasiones, tierras, repartos económicos o intimidaciones legales.

Según la complejidad de la víctima, el lugar de contratación varía: En el primer caso, el servicio es profesional y se requieren contactos de alto nivel; en el segundo, se lo consigue a través de ciertos informantes en determinados barrios y burdeles. El precio del servicio, por lo tanto, también cambia según el tipo de víctima.

El sicariato en República Dominicana constituye una maquinaria que cobra más vidas. Para ello se contratan jóvenes de 16 a 20 años que viven en barrios marginados con grandes precariedades económicas.

Informes dan cuenta de que las muertes por encargos ya son tan comunes que suelen ofertarse hasta el famoso “dos por uno”, o lo que es igual, asesinar a dos personas por una determinada cantidad de dinero, como forma de imitar a las tiendas, que por la compra de un producto ofrecen otro gratis, con el propósito de estimular al cliente.

Casos más recientes

Los hechos más recientes de sicariato que han conmovido a gran parte de los dominicanos fueron los dos asesinatos de las jóvenes Natasha Sing y Suleyka Flores Guzmán, por cada una de las cuales su verdugo, el sicario Amauris Soriano Garcí a (Nevado), cobró RD$200 mil.

En abril del 2012, el entonces jefe de la Policía, José Armando Polanco Gómez, dio a conocer en rueda de prensa el arresto en República Dominicana del piloto de Joaquín “Chapo” Guzmán, jefe del peligroso Cártel de Sinaloa, México, y otros presuntos miembros de esa organización criminal, compuesta por sicarios de la droga, con lo que se elevó a diez los narcotraficantes mexicanos que para entonces habían sido capturados y expulsados del país en 14 meses, vinculados al fugitivo capo mexicano.

En la sazón, el presidente de la Dirección Nacional de Drogas, (DNCD), Rolando Rosado Mateo, atribuyó la presencia de narcotraficantes mexicanos a la presión que tienen los cárteles en México, Colombia y Centroamérica, que a su juicio los obliga a buscar rutas alternas para transportar su mercancía a Estados Unidos y Europa.

Los asesinatos de tres colombianos y un español en el sector de Gurabo, de Santiago, fueron atribuidos por las autoridades dominicanas a sicarios con presuntos vínculos con el cártel de Sinaloa.

La sociedad dominicana conoció la muerte de cuatro personas víctimas por esta desgracia social, vinculados al capo boricua José David Figueroa Agosto: José Gabriel Arias Castillo (Alex el Pelotero); Omar Ramón Antigua Polanco, exteniente coronel de la Policía; José Amado González González, y Alfredo Rodríguez (Niño Pata Corta).

Se recuerda que en septiembre del 2011, desconocidos a bordo de una yeepeta asesinaron a tiros en el sector Las Praderas de la capital al teniente coronel César Augusto Ubrí Bocio, quien se desempeñaba como asistente del presidente de la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD), mayor general Rolando Rosado Mateo, en un hecho atribuido al sicariato.

En septiembre del 2013 la Policía informó que Juan Félix Cordero Febles (Copelin), de 38 años, el hombre encontrado en un cañaveral de Yaguate, San Cristóbal, junto a los cadáveres de un sargento policial y un camionero habría asesinado, junto a su banda, a más de 50 personas por deudas de narcotráfico.

El jefe de la Policía, mayor general Manuel Castro Castillo, dijo que la persona señalada como sicario, tenía un amplio prontuario criminal y que se había investigado y sometido a la justicia por su presunta participación en la muerte de seis personas, supuestamente, por encargo, y por herir a otras tres.

La uniformada también se hizo eco de cuatro hombres, entre ellos un repatriado de Estados Unidos y un raso de la institución del orden, quienes habrían matado a la señora Ana Iris Mejía Martínez, en marzo del 2009, en La Vega. Por esa muerte se habría pagado RD$330 mil.

En abril del año pasado,

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