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“ANALISIS DEL CULTIVO DEL HIGO (FICUS CARIA L)”


Enviado por   •  24 de Noviembre de 2022  •  Prácticas o problemas  •  1.581 Palabras (7 Páginas)  •  194 Visitas

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UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DEL ESTADO DE MORELOS

FACULTAD DE CIENCIAS AGROPECUARIAS

INGENIERO AGRÓNOMO HORTÍCOLA

BIOETICA:

ING. ABACUT GOMEZ MOLINA

TRABAJO:

“ANALISIS DEL CULTIVO DEL HIGO (FICUS CARIA L)”

                              RAMIREZ DOMINGUEZ GIORGIO  

GRADO Y GRUPO:

1 SEMESTRES GRUPO B


Cultivo

El cultivo de higos es resistente y además fácil de mantener. La higuera se reproduce por estacas principalmente, también a través de renuevos que salen al pie, injertos o acodos.

La mejor época para plantar es entre los meses de octubre y abril, evitando aquellos días de invierno con posibilidad de congelación. En las zonas con inviernos muy fríos, conviene esperar a que esta estación finalice. Sus raíces pueden llegar a ser exageradamente fuertes, por ello es recomendable controlar su desarrollo. Si las raíces se hacen muy grandes se pierde producción de frutos.

Crecen en todo tipo de terrenos, incluso aquellos que son pedregosos o arenosos, pero deben ser tierras permeables con un buen drenaje para que el terreno solo acumule la cantidad de agua suficiente. Necesitan mucho sol y un suelo con pH inferior a 6,5. La higuera puede llegar a medir de 8 a 10 metros de altura y su tronco puede alcanzar un perímetro de 1 a 3 metros. Puede vivir hasta 50 o 60 años, pero su crecimiento es lento y empieza a producir pasados 6 o 7 años de crecimiento. Las denominadas bíferas o reflorescentes dan dos cosechas: la primera al inicio de verano (brevas), más grandes de tamaño y la segunda en octubre (higos).

En un marco de plantación de 7×7 caben unos 200 árboles por hectárea

Para garantizar buenas cosechas es imprescindible su poda, así el calor y la luz del sol llegan a todos los rincones de la copa del árbol. Además, se debe retirar cualquier rama dañada por las heladas o que haya crecido defectuosa. La mejor época para realizar la poda de la higuera es al inicio de la primavera, una vez pasados los fríos invernales. Dado que cuesta mucho cicatrizar los cortes, se debe intentar reducir el tiempo de exposición a humedades u hongos. También conviene podar los brotes laterales para que no crezcan dispersas las ramas.

Es muy recomendable retirar en septiembre los frutos más grandes que un guisante para que los brotes den más producción al año siguiente.

Dependiendo de la variedad y del clima, cada brote productivo puede producir entre 8 y 15 higos. El peso de cada fruto oscilará entre 10 y 50 gramos. Cuando salen los higos conviene cubrir los árboles con red para protegerlos de los pájaros. El hecho de que los higos caigan antes de madurar, nos indica que hay un exceso de humedad.

La higuera requiere poca dosis de riego pero constante (con mayor intensidad en verano que en invierno), aproximadamente entre 600 y 700 litros por año. Hay que evitar los encharcamientos en la medida de lo posible que podrían producir podredumbre en sus raíces.

Los higos estarán listos cuando se comiencen a abrir o el néctar salga por el orificio de la base. Son ricos en azúcares naturales, minerales y fibra, fuente de vitaminas antioxidantes A y K, aportan potasio, magnesio, calcio, hierro y cobre.

 

Plagas

– Cochinilla o caparreta de la higuera.

Para mí de las peores y habituales plagas, sobretodo al inicio de la misma. Una vez se controla no hay problemas en las higueras. Raro es la finca de higueras que en algunas de ellas no aparezcan en algún momento. Es un insecto hemíptero llamado Ceroplastes Rusci y conocido coloquialmente por los agricultores como “cochinilla”. El insecto adulto se suele colocar en las ramas, hojas e higos y su forma es hemisférica de color gris violáceo. Crea bastante cantidad de un líquido meloso que ayuda a instalarse en la planta diferentes tipos de hongos y otros insectos como avispas y hormigas. Una plaga muy avanzada de cochinilla debilita la higuera ya que la ataca y la succiona, cubriéndola de una costra que impide su desarrollo.

Convierte el árbol con un aspecto poco saludable y viejo. En invierno el insecto hiberna en los huecos y grietas de la madera de la planta. Una vez llega la primavera reanuda su actividad, se hace adulto y a mediados de esta estación pone los huevos y nacen las larvas. Las hembras ponen muchísimos huevos y las crías se colocan en las ramas y las hojas. Normalmente producen dos generaciones al año y los adultos aparecen en la segunda generación a finales de julio. Esta plaga se puede controlar con tratamientos de invierno o en plena vegetación, siempre que hayan nacido más del 90% de las crías. En invierno se trata con polisulfuro de calcio y en vegetación con fosmet.

– Orugas de las hojas.

Es producido por la Simaethis Pariana. O también polilla de las hojas. Es un lepidopetro. Afecta a la higuera y también a muchos otros frutales. Las orugas se comen la epidermis de las hojas. Estas pierden el epidermis tras el ataque y solamente se queda visible la parte formada por los nervios.

– Mosca del higo.

Solamente afecta a las higueras y ataca a sus higos. Se trata de Lonchaea Aristella, mosca negra de la higuera. La mosca Lonchaea se puede observar en la agricultura porque pica los higos muy pronto, al inicio cuando están verdes. El higo se observa como está picado, y como el mismo sin estar maduro cambia de color a morado y se cae al suelo. Para su control se realiza un tipo de trampa compuesto de sulfato de amonio al 2% disuelto en agua. Dichas trampas se pueden colocar al inicio cuando empiezan a engordar los primeros higos antes de su maduración.

– Barrenillo de la higueras.

Su nombre es Hipoborus Ficus y es un coleóptero. Es exclusivo de la higuera y es muy común en la misma. Se le llama barrenillo porque por su forma de actuar parece una pequeña barrena. Se aloja en higueras débiles o enfermas. Producen excavaciones en las ramas, que son apreciadas a partir de primavera. Estos agujeros en las ramas hacen que la planta termine secándose, provocando su muerte. Para su control se recomienda cortar las ramas afectadas y quemarlas. Además se pueden adoptar otras medidas orientadas a fortalecer la planta y ha que esté en un estado saludable para que la plaga no llegue a desarrollarse.

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