ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

ERRORES COGNITIVOS EN MEDICINA.


Enviado por   •  11 de Febrero de 2014  •  2.630 Palabras (11 Páginas)  •  322 Visitas

Página 1 de 11

ERRORES COGNITIVOS EN MEDICINA.

Desde los albores de la humanidad el error es un signo inherente a su condición, según la tradición judeo cristiana, Adán y Eva encarnaron el primer error cometido por los hombres al desobedecer las leyes y preceptos dados por Dios, el ser supremo. Este hecho les acarreo la expulsión del paraíso por su flagrante violación. En la mitología griega, Icaro hijo de Dédalo, en acto de desobediencia decide volar cerca al sol y sus alas de cera se derriten constituyendo el primer error por violación y a su vez accidente en la aviación.

El error humano, se repite en forma incesante en cada una de las acciones del hombre y en todos los campos y actividades. Un breve repaso por las noticias del mundo, encontramos accidentes en el automovilismo, en hospitales, en ferrocarriles o barcos, en centrales nucleares, en los deportes, en centrales hidroeléctricas, etc. De esa lista interminable no existe actividad humana que escape a tal condición, se puede decir que toda acción es acierto o error, la intención sin duda es responsabilizar a alguien de los resultados adversos o exitosos, debido a la búsqueda infructuosa del hombre por la perfección. En la sabiduría popular se han acumulado diversas sentencias sobre tales aspectos, tales como: “Bien acierta quien sospecha que siempre yerra”, Francisco de Quevedo; “Errar es humano, perdonar es divino”, Alexander Pope; “Sí no te equivocas de vez en cuando, es que no lo intentas”, Woody Allen; “Cometer un error y no corregirlo es otro error”, Confucio. En conclusión, errar es humano.

En medicina, el primer reporte de error aparece en 1964 por Schimmel, encontró que 20 por ciento de las personas admitidas a un hospital universitario sufría algún daño iatrogénico, y en 20 por ciento de ellos era grave o fatal. En otro estudio Steel et al, halló que el 36 por ciento de los pacientes admitidos a un hospital universitario tenía un evento iatrogénico, 25 por ciento eran graves o fatales y, 50 por ciento de los errores eran por medicamentos. Luego, en 1991 Bedell et al, encontró en un análisis sobre paro cardíaco, que el 64 por ciento de los errores podían ser prevenibles y una de las causas importantes era el uso inapropiado de medicamentos. En 1991 el estudio, the Harvard Medical Practice Study hecho en la población de New York en 1984, reportó entre 98.609 hospitalizados una prolongada estancia atribuida al 4 por ciento de eventos adversos donde el error médico estaba presente en el 69 por ciento y, calculaba un exceso de muertes de 180.000 personas al año, lo cual excede en letalidad a los accidentes automovilísticos y a la mortalidad por cáncer de mama o sida en un año o, a estrellarse tres jumbo jets cada dos días con la muerte de todos sus ocupantes.

En los servicios quirúrgicos se han reportado hasta en un 50 por ciento los eventos adversos, mientras que en los servicios médicos hasta un 44 por ciento y existe una discrepancia con los hallazgos de autopsia cercano al 26 por ciento. Los eventos fatales son descritos en el 1 por ciento, y comprometen la vida en un 12 por ciento de los cuales tienen la posibilidad de ser prevenibles en un 42 por ciento. Los eventos calificados como graves eran de un 30 por ciento y significativos en 57 por ciento, corresponden a medicamentos un 56 por ciento o a su administración en un 24. Entre los medicamentos más frecuentes están analgésicos, antibióticos, sedantes, quimioterápicos, cardiovasculares y anticoagulantes.

En los autoreportes los médicos señalan cometer errores hasta en un 35 por ciento, mientras que su contraparte los pacientes reportan un 42 por ciento, teniendo alguna consecuencia entre el 1 y 10 por ciento, y, hechos fatales 11 por ciento, dolor 16 por ciento y alguna discapacidad el 11 por ciento. Las especialidades con mayor riesgo de errores médicos en su orden son: obstetricia, medicina de emergencia, cirugía general, subespecialidades quirúrgicas y radiología. En las unidades de cuidado crítico se cometen 1.7 errores/paciente-día y la probabilidad se incrementa el 6 por ciento/ día estancia, existen factores predisponentes en los enfermos como edad mayor a 64 años, los que requieren cirugía cardiotoráxica, vascular o neurocirugía; los que presentan una enfermedad severa, los que requieren cuidados complejos, y aquellos que requieren una intervención urgente (6). En las órdenes médicas se cometen 3.13 errores/1000 órdenes médicas de los cuales el 28 por ciento pueden ser prevenibles. La práctica de la medicina contiene la posibilidad intrínseca de errores o daños, incluso en las mejores circunstancias y con los óptimos cuidados disponibles. Esto da origen a la reflexión de que, no dañar implica no actuar? O quizá, se pueden ocasionar mínimos daños a cambio de grandes beneficios?; aquí se constituye la “paradoja de la seguridad” en donde, por buscar la inocuidad absoluta se ha impedido el logro de metas alcanzables con seguridad para los pacientes. El error es una acción equivocada atribuible a un mal juicio, ignorancia, inatención, negligencia o impericia. El error puede ocurrir por acciones innecesarias, por la ejecución inadecuada de maniobras útiles y necesarias, o por la omisión de intervenciones benéficas. La mayoría de decisiones se toman en condiciones de incertidumbre o riesgo teniendo en cuenta la estimación probabilística de los desenlaces. Es decir, el seguir las reglas no garantiza los resultados y más bien se abstrae o suprime los desenlaces y, en el apego a las consecuencias se abstrae el proceso. El error podría ser excusable si sigue una lógica de pensamiento correcto y estructurado pero puede partir de una interpretación inadecuada, se diferencia de la mala práctica en donde los errores son inexcusables.

Existen hipótesis para explicarlos, una de ellas se denomina la hipótesis del mundo justo, consta de un enfoque personal de los errores atribuidos a procesos mentales tales como: el olvido, la distracción, la deficiente motivación, la falta de cuidado, la negligencia o la imprudencia. Los anteriores hechos generan medidas educativas y disciplinarias. La otra hipótesis se denomina de enfoque sistémico, aquí los seres humanos son falibles y los errores pueden ocurrir a consecuencia de las condiciones en que trabajan los individuos y no de la perversidad humana y, se buscan soluciones integrales. Tenemos como corolario la conclusión de Karl Popper, el error es la fuente de retroalimentación más rica y enriquecedora de la experiencia humana.

Al decir de James Rason, el cuidado de la salud es más complejo que el accionar en otras industrias, existen interrelaciones entre más de cincuenta especialidades y subespecialidades que interactúan entre sí, presentándose cambios constantes en la autoridad y autonomía de cada

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (17 Kb)  
Leer 10 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com