Masificacion De Gas

¿CUANTO DEBE COSTAR EL GAS NATURAL EN EL PERÚ?

De la respuesta a esta pregunta depende el futuro del país, porque bajo las actuales circunstancias, representa la única posibilidad de recuperar el tiempo perdido y proporcionar el impulso requerido para generar el desarrollo industrial que resulta indispensable para tener una economía competitiva: generadora de valor agregado, empleo y divisas en el país.

Actualmente la industria peruana no tiene posibilidades de competir en el exigente mundo globalizado, debido principalmente a que sus costos energéticos, aún dependientes del petróleo, son los más altos de la región; considerando que la industria manufacturera representa alrededor del 30% del total de la producción nacional y aporta el 50% de la recaudación tributaria, la crisis económica global del país de los últimos 30 años no tendrá posibilidades de superación sin un cambio radical en este campo.

Los hidrocarburos son almacenes de energía química que la naturaleza ha elaborado durante millones de años y constituyen patrimonio energético de los pueblos que han tenido la suerte de que se hayan depositado en sus territorios. En el caso del petróleo, la mayoría de países ha desaprovechado su potencial, prefiriendo comercializarlo para recibir dinero en pocas manos, en lugar de utilizarlo como fuente de energía para generar fuentes de riqueza, trabajo y desarrollo.

Para tales propósitos, resultará de mayor conveniencia disponer de gas natural, con todas las ventajas en cuanto a su utilización como combustible y/o insumo industrial y la ventaja de no poderse almacenar, lo que favorece su precio y prácticamente imposibilita la absurda exportación de recursos energéticos en condiciones ventajosas para el país.

El Gas Natural en el Perú, ya disponible en el Noroeste y Aguaytía, y en camino desde Camisea, debe orientarse principalmente a mejorar la calidad y abaratar el costo de la energía para permitir la recuperación y modernización de los industriales sobrevivientes y favorecer la creación de nuevas empresas industriales modernas, productivas, limpias y eficientes, capaces de competir en el exigente mundo globalizado actual .

Como los proyectos de gas natural y las autoridades responsables del manejo del sector energético en el país parecen estar totalmente confundidos al respecto, los técnicos expertos en este campo debemos asumir la responsabilidad de poner las cosas en claro, para que todos los interesados vigilemos que se conduzcan en la forma que resulte compatible con los objetivos que convienen al país y su futuro.

El gas natural existente en el subsuelo pertenece a todos los peruanos y esta propiedad no es negociable; el estado otorga concesiones para su extracción y procesamiento, transporte y distribución, aplicando un tratamiento similar a lo establecido para la energía eléctrica en la Ley de Concesiones Eléctricas para las etapas de generación, transporte y distribución; aunque este sistema nos parece inadecuado, ya no resulta oportuno discutirlo.

Los concesionarios de estas tres etapas tienen perfecto derecho a exigir la justa retribución por estos servicios y obtener los márgenes de utilidades previstos, pero de ninguna manera especular con mayores beneficios y posibilidades que no les corresponden; por ejemplo, fijar el precio del gas natural tomando como referencia los de los combustibles actualmente utilizados.

En el Proyecto Camisea los usuarios deben contratar el suministro con el costo que se denomina en “boca de pozo” y que se ubica en la entrega del gas al sistema de transporte, habiéndose establecido un costo de extracción y tratamiento que ubica topes máximos de 1.8 US$/MM BTU para la industria en general y de 1.O US$/MM BTU para generación eléctrica. En este caso debemos considerar que se extraerán del pozo productor mil millones diarios de ft3 de gas natural húmedo al cual se le extraerán algo de 40.000 bbl/día de condensados (GLP, naftas y kero-jet) que representarán un ingreso de más de 1 millón de dólares diarios que financiarán totalmente la inversión; el costo de extracción del gas que deben asumir los usuarios locales debe ser mínimo, por no ser la principal razón de su extracción, teniendo similar costo para el productor recircularlo al pozo o entregarlo al transportista. El bajo precio del gas para los usuarios permitirá desarrollar su mercado de consumo para soportar el proyecto cuando comience a declinar la producción de condensados.

Tomando en consideración que los 40.000 bbl de condensados permitirán obtener un excelente retorno a la inversión y los otros factores mencionados, asumimos como un costo justificado un valor de 0.50 US$/MM BTU para el gas natural que adquirimos en boca de pozo y debe ser transportado y distribuido para que llegue a nuestras plantas. Debemos recordar en este punto que el consorcio que opera en esta etapa no tiene ningún derecho adquirido por concepto de exploración y descubrimiento del yacimiento, los que pertenecían a Shell y revirtieron al Estado.

El gasoducto construido para transportar el gas natural seco, forma parte de un poliducto que transporta los líquidos referidos, por lo cual deberá también compartir costos de inversión con esta lucrativa actividad. Asimismo, se conducirán por el tubo de gas una mayor proporción de gas para su licuefacción y exportación; bajo tales consideraciones, el monto que deberemos asumir por el servicio de transportarnos nuestro gas por el gasoducto podríamos valorizarlo en 0.60 US$/MM BTU.

A partir del City Gate en Lurín se inicia la distribución del gas, debiendo asumir el costo desde este punto hasta el llamado punto de acometida. Tomando como referencia otros proyectos similares asumimos que el costo de distribución de 0.15 US$/MM BTU resulta justificado y aceptable, debiendo exigir los niveles de calidad y seguridad establecidos

El precio total de suministro a plantas industriales debería ser por tanto de 1.25 US$ MM BTU y resultaría ideal que así fuese, pero cualquier ciudadano peruano podría objetar el hecho de que los industriales reciban y se beneficien del gas natural que nos pertenece a todos, pagando solamente los gastos de producción, transporte y distribución, pero sin pagar el costo del gas mismo, el cual por cierto es inapreciable. En este punto debe incorporarse los derechos de todos representados por el Estado.

Siendo

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