PROBLEMÁTICA: ALUMINIO (Al) EN LOS ALIMENTOS.
Enviado por Manuel Palma • 1 de Junio de 2018 • Tareas • 338 Palabras (2 Páginas) • 60 Visitas
PROBLEMÁTICA: ALUMINIO (Al) EN LOS ALIMENTOS.
Aunque, desde hace unos años, no hay discusión sobre la relación entre la contaminación por aluminio y el Alzheimer, este elemento químico metálico sigue estando presente en nuestras vidas y peligrosamente en los alimentos. Llega a ellos a través del contacto con papel de aluminio, envases de aluminio, latas, botes, envoltorios de pre cocinados, de congelados, utensilios de cocina y máquinas para procesar alimentos que, aunque lleven un revestimiento de acero, con el desgaste y el calor, acaba liberándose.
La lluvia arrastra el aluminio al suministro de agua, y de ahí a los grifos de nuestras casas, porque no se descompone. Otra forma en que nos lo presentan, es añadida directamente a la comida. La legislación permite el uso de aditivos que contienen aluminio, como el Sulfato de Aluminio que podemos encontrar en las conservas, pues les da frescura y firmeza. Otros aditivos con este metal están en levaduras, sal, fórmulas para bebés, bollería, alimentos procesados y, en alto grado en alimentos para hornear.
La solución más adecuada en la cual la química tiene su aplicación, es el consumo de ciertos elementos en diferentes presentaciones ya sea en los alimentos o en cápsulas que los contengan, por ejemplo:
Calcio (Ca): Niveles insuficientes de calcio facilitan la absorción de aluminio en nuestro cuerpo. También reduce la absorción de plomo en el tracto digestivo. Se encuentra en alimentos como los lácteos, vegetales como brócoli, berza, espárragos, espinacas, acelga, etc.
Selenio (Se): Tiene un efecto protector contra el aluminio y el cadmio, además de reducir la toxicidad y el daño oxidativo causado por el mercurio. Se puede consumir en Granos y semillas. Alimentos como las lentejas, los guisantes, cacahuates, semillas de girasol, frijoles, mantequilla de maní o nueces.
Zinc (Zn): Reduce la toxicidad del aluminio y el daño celular causado por estrés. Además ejerce una función protectora contra el plomo, evitando que penetre y perjudique las reacciones enzimáticas. Lo podemos encontrar en semillas de calabaza, ajo, semillas de ajonjolí, semillas de sandía, germen de trigo, semillas de calabacín, garbanzos, etc.
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