El proceso de la literatura

EL PROCESO DE LA LITERATURA

En general aplica en todas sus ideas el tema de colonialismo, y de como afecto a la literatura peruana, ya sea con cambios bueno y a la vez malas, por que en muchos no expresa su sentir propio del Perú. Ósea no había una libertad expresión tan propia como la nuestra.

En primer lugar, da su testimonio libre, y critica abierta, que ante todo se basa en lo filosófico, político o moral suya, porque Riva agüero enjuicio la literatura por consideras estás antihistóricas, porque nuestros precursores prefirieron la republica antes que la monarquía. Al concluir la época “Civilista” en el Perú, expresa que imparcialidad civilista contra su parcialidad socialista.

Después expresa que la materia prima de la literatura es el idioma, ósea que toda litera tiene origen propio, pero a la vez puede tener influencia externa. En la historiografía literaria, el concepto de literatura nacional del mismo modo que no es intemporal, tampoco es demasiado concreto, que no podía eludir la suerte que le imponía su origen. Claro está que no por estar escrita en idioma español, sino por haber sido concebida con espíritu y sentimiento españoles.

Explica que en el Perú la literatura no ha brotado de la tradición, historia o de un pueblo indígena. Ósea la literatura colonial, malgrado algunas solitarias y raquíticas evocaciones del imperio y sus fastos, se ha sentido extraña al pasado inkaico. Cuando la republica ya formada, nuestros literatos no han logrado sentir el Perú sino como una colonia de España. No ha podido ni ha deseado traducir el penoso trabajo de formación de un Perú integral, de un Perú nuevo.

Aquí, Palma aparece oficialmente como el máximo representante del colonialismo. Riva Agüero reconoce en Palma, «perteneciente a la generación que rompió con el amaneramiento de los escritores del coloniaje».

González Prada es, en nuestra literatura, el precursor de la transición del período colonial al período cosmopolita. Durante su período colonial, la literatura peruana se presenta, en sus más salientes peripecias y en sus más conspicuas figuras, como un fenómeno limeño.

José Carlos M. no superestimo artísticamente a Melgar. Lo juzgo dentro de la insipiencia de la literatura peruana de su época. Por otra parte, a José Santos Chocano perteneció a su juicio, al período colonial de nuestra literatura. Su poesía grandílocua tiene todos sus orígenes en España.

En eso aparece la generación futurista como paradójicamente, señala un momento de restauración colonialista y civilista en el pensamiento y la literatura del Perú, uno de sus objetivos naturales y sustantivos, aparecía la recuperación del terreno perdido en la literatura. Esta generación se mostraba destinada a realizar la armonía entre civilistas y demócratas que la coalición del 95 dejó sólo iniciada. 

Una literatura genuinamente nacionalista, en su concepto, debe nutrirse sobre todo de la historia, la leyenda, la tradición, esto es del pasado. El presente es también historia. La generación futurista, en tanto, utiliza totalmente el pasadismo y el romanticismo de Gálvez en la serenata bajo los balcones del Virreinato, destinada políticamente a reanimar una leyenda indispensable al dominio de los herederos de la Colonia.

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