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Mi familia es una manada.


Enviado por   •  31 de Enero de 2016  •  Tareas  •  2.857 Palabras (12 Páginas)  •  263 Visitas

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Mi familia es una manada.

En un bosque no muy lejos de un pueblo llamado Colmillo Blanco, se encontraba una manada de lobos aullándole a la luna nueva. Era un día de octubre, la noche tranquila y el sonido de la brisa del viento. Esa noche en aquel pueblo nació una niña, con el pelo negro y ojos verdes como aquellos verdes pinos del bosque fresco, el padre dijo que si su hijo,  no era hombre él no la quería cerca de él. Entonces el padre tomo a la bebe y la llevo en lo más alto de las montañas. Su madre al despertar se dio cuenta que la niña no estaba entre sus brazos y preguntó a todos si alguien la había visto, el padre le dijo que la niña había nacido muerta y que la había mandado a enterrar al panteón, la mama al enterarse de esto decidió suicidarse ya que ella anhelaba con tener un hijo. El padre era un hombre cruel y seco, la madre siempre decía que era una persona sin corazón, pues al enterrar a su esposa no se le vio derramar ninguna lagrima que se le escurriera de esos ojos ya sin luz que parecían muertos en vida, al irse del panteón juro no decirle a nadie lo que había hecho y que gracias a eso su esposa se había quitado la vida.

Mientras tanto, Aquella noche donde se encontraba el bebé llorando de hambre, a la luz de la luna en el obscuro bosque, cerca de ahí, se oían unas pisadas que se dirigían hacia ella se oían cada vez más cerca. La niña lloraba más y más, de pronto se vieron unas sombras enormes. Las criaturas eran peludas grandes y con pelaje obscuro, empezaron a olfatear a la bebé que yacía tranquila y respirando lentamente se había tranquilizado con aquella presencia. Eran Lobos, ¡Lobos! Grandes y feroces alrededor de una bebe recién nacida, pero lo extraño es que no le hicieron nada solo la observaban con indiferencia, en eso se acerca el más grande de ellos y observa los ojos de la bebé, con sus colmillos la toma y se la lleva, de pronto llegan a una cueva, donde se encuentra la manada enorme, todos ellos hambrientos y al ver que el jefe traía algo en el hocico uno de ellos intento acercarse y arrebatarle lo que traía, en eso el jefe hace un gruñido y lo rasguña en la cara. Hasta que suelta a la bebe y le lame la cara, una hembra de la manada acababa de dar a luz esa noche y se acerca a la bebé, y le empieza a dar leche. El jefe pide a todos que se retiren y que nadie se atreva a tocar a aquella criaturita que acababa de llegar a la manada, él sabía que era diferente a ellos pero no tanto porque vio en sus ojos algo que creyó no ser tan diferente a él, la vio fuerte y se quedó convencido de que se criaría con ellos hasta ser mayor la llamo “Jockla”.

Pasaron días y la Jockla seguía creciendo ya corría, pero no tanto como ellos, no hablaba y mucho menos se comportaba como una persona. Ella sabía que no era igual a ellos pero se comportaba igual, le gustaba ir a cazar conejos, venados o cualquier cosa, corría libre por el bosque. Un día se alejó de la manada y fue tras una liebre que desde hace mucho le había echado el ojo, corrió y corrió hasta llegar a un río. Observo que del otro lado se encontraban, algo así como su cueva pero había personas, en vez de lobos, se le hizo raro observar a todas esas personas por la calle, con atuendos extraños y conversando amistosamente, los niños jugando y también comiendo por el mercado que se encontraba cerca de ahí, se dio cuenta que era más parecida a ellos que a su manada se asustó tanto que se fue corriendo hasta lo más alto de la montaña donde se encontraba su cueva, se quedó pensando y recordando lo que había visto de aquel lado del rio, hasta que llego el jefe de la manada y se le quedo viendo, ella derramo una lagrima, sabiendo que no pertenecía ahí. Aquella noche no pudo dormir seguía pensando lo mismo, ya como en la madrugada cuando empezó a cerrar los ojos, escucho un sonido fuerte, como un trueno cuando las nubes chocan, pero no se veía que quería llover y el cielo no se veía nublado, hasta que “crash” se escuchó otro y otro ,la manada despertó y se escabullo por el bosque, ella también se fue tras ellos asustada sin saber que eran aquellos sonidos, de pronto se escucharon voces de personas eran los que les llamaban Piel de Sangre.

Ya que hace mucho tiempo estas personas habían ido a su cueva y matado a la mayoría de la manada para quitarles sus pieles, Jockla se asustó tanto que… ¡aventó un grito!

La manada volteo a verla y se quedaron sorprendidos pues nunca había emitido un sonido parecido en todo ese tiempo, Jockla se puso una mano en la boca y se escabullo más y más dentro del bosque los lobos huían por otro lado y ella se dirigía más dentro, no conocía aquellas tierras, ya que ella nunca salía más allá de donde la manada se encontraba, se sentó debajo de un árbol y se metió bajo un arbusto sin hacer mucho ruido solo se escuchaban los grillos y el viento derrapante, en eso cerca de ahí se escucharon unas pisadas de hombres. Eran los piel de Sangre, y ella sabía que si salía corriendo la podrían matar; se escuchaban cada vez más cerca, estaban al lado de aquel arbusto, Jockla logro ver a un hombre con una escopeta en la mano, era un hombre alto y no tenía un buen semblante, se veía que era malo, muy malo.

Al terminar la cacería de aquellos hombres apodados “Los Piel de Sangre”. Los lobos regresaron a su cueva asustados pero a la vez muy molestos por la visita de aquellos hombres, Jockla llego después, también triste porque sabía que aquellos hombres regresarían.

La mañana siguiente salieron muy temprano de cacería atrapando a un venado y unas cuantas liebres, comieron y Jockla y sus hermanos salieron a jugar, estaban jugando carreras ya que sus hermanos tenían ventaja siempre se burlaban de ella, pero ella sabía trepar árboles y no se sentía tan mal después de todo hasta que de pronto, intento subir a lo más alto pero al ponerse debajo de aquel árbol una soga la levanto y la dejo de cabeza; ella gritando y haciendo gemidos como los lobos intento  soltarse pero no pudo hacer nada, así que espero a que sus hermanos fueran por ayuda, en cuanto llegaron los hermanos con el jefe y le dijeron lo que había ocurrido, él impaciente salió corriendo hasta llegar donde se encontraba Jockla desesperada por soltarse.

El jefe intentaba soltarla dando brincos enormes pero nada de esto funciono, de pronto se escucharon unas pisadas y no precisamente de lobos si no de personas corriendo, el Jefe olfateó el aire y se dio cuenta que los Piel de Sangre se encontraban cerca de aquel sitio y venían en camino, él desesperado por desatar a Jockla brincaba y brincaba pero no la alcanzaba.

Jockla le pidió que se fuera y que ella regresaría con ellos, él no quería dejarla pero los demás lo empezaron a presionar con sus aullidos, solo la miro triste y se marchó. Jockla estaba nerviosa pues sentía que los Piel de Sangre estaban más cerca de ella, no sabía que podría pasarle, no sabía si volvería a ver a su querido “jefe” no sabía si sería su último día de vida. Al llegar a aquel árbol los hombres notaron a Jockla de cabeza amarrada a la trampa que habían puesto se empezaron a reír ya que ella no tenía ningún signo de civilización solo hacia ruidos de animal, llegó el Hombre. ¿Aquel hombre enorme y con cara de malo era el jefe de esa manada acaso? Se preguntaba Jockla, él la miro como si estuviera viendo a un animal y pidió que la bajaran, un hombre grito ¡oye Harry quieres que la bajemos si se porta como una salvaje! Él dijo sí, quiero que la pongan en una jaula y nos vamos directo al pueblo.

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