ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

No Somos Irrompibles


Enviado por   •  1 de Abril de 2014  •  287 Palabras (2 Páginas)  •  402 Visitas

Página 1 de 2

No somos irrompibles

Los cristales pueden quebrarse.

A veces, basta un leve golpe de abanico.

Las telas suelen desgarrarse al contacto de una diminuta astilla.

Se rasgan los papeles...

Se rompen los plásticos...

Se rajan las maderas...

Hasta las paredes se agrietan, tan firmes y sólidas como parecen.

¿Y nosotros?

Ah... Nosotros tampoco somos irrompibles.

Nuestros huesos corren el riesgo de fracturarse, nuestra piel puede herirse...

También nuestro corazón aunque siga funcionando como un reloj suizo y el médico nos asegure que estamos sanos.

¡CUIDADO! ¡FRÁGIL! El corazón se daña muy fácilmente.

9

Cuando oye un “no” redondo o un “sí” desganado, una especie de “nnnnnsí” y merecía un tintineante “sí”...

Cuando lo engañan...

Cuando encuentra candados donde debía encontrar puertas abiertas.

Cuando es una rueda que gira solitaria día tras día... noche más noche...

Cuando...

Entonces, siente tirones desde arriba, por adelante, desde abajo, por detrás... o es un potrillito huérfano galopando dentro del pecho.

¿Se arruga?

¿Se encoge?

¿Se estira?

No.

Late lastimado.

¿Y cómo se cura?

Solamente el amor de otro corazón alivia sus heridas.

Solamente el amor de otro corazón las cicatriza.

Mi amigo y yo lo sabemos.

Por eso somos amigos.

10

Con el sol entre los ojos

La única que se dio cuenta soy yo: Gustavo tiene un sol entre los ojos. Un pequeño sol colorado, de rayos desparejos, como despeinado en los bordes...

Cuando Gustavo mira, enciende cada cosa que mira.

La primera vez que lo advertí fue cuando puso antorchas a lo largo de la escalera de la escuela, una sobre cada peldaño, a medida que bajábamos.

Me asombré tanto, que no pude decir nada.

Otra vez, prendió las cortinas del salón de música. Yo estaba ubicada en la grada junto al ventanal y sentí que las espaldas me ardían de repente. Inquieta, busqué a Gustavo entre el grupo de chicos que cantaban al lado del piano. Lo sorprendía mirando fijamente en dirección a mí.

11

Más

...

Descargar como (para miembros actualizados) txt (2 Kb)
Leer 1 página más »
Disponible sólo en Clubensayos.com