Corazon Sensible

Tengo un corazón muy sensible o creo tenerlo. Me invade la ternura y la tristeza al mismo tiempo, al ver a tanta gente “enfermita” con algún retraso mental o algo que se le parezca. Y es que saber que algunos de ellos no tienen a nadie que les regale todo el amor y la paciencia que necesitan o que si los tienen, no son tratados como se merecen, me parte el corazón.

Muchas veces los familiares de esta gente especial, los ve como uno más. Incluso a algunos les pesa cuidarlos y tenerlos en casa. Y eso es cierto, conozco a varia gente intolerante ante estas situaciones.

Ayer durante la misa, observaba a Mell y a su hermanita, Clarise, estaban tan atentas a lo que el celebrante decía, sus rostros llenos de ternura, hicieron que mi corazón se estremeciera, y es que verlas ahí, escuchando la misa, sintiendo a Dios en lo mas profundo y sensible de su ser, me hicieron reflexionar sobre lo que ya eh dicho.

El celebrante llego a una parte en donde, decía que todos tenemos derecho al reino de Dios, que no importaba el color, ni la raza, ni mucho menos si eran ricos, pobre o indígenas, Mell asentía a todo lo que el celebrante decía, él también decía que todos somos iguales, que no hay nadie mejor que el otro y, sobre todo que todos merecemos amor. Mell seguía asintiendo.

Yo solo la observaba, y el corazón, se me estremecía cada vez más, y más al verla asentir, sobre todo en las palabras de “aliento” del celebrante.

En ese momento, presentí que a ellas les faltaba amor, que se sentían solas y sin apoyo, aun teniendo a su hermana y a la familia de esta. Por un momento me sentí en sus zapatos y podía sentir su soledad, la falta de paciencia en la que viven, podía sentir el gran dolor que sus tiernos rostros reflejan, podía ver la tristeza a través de sus ojitos.

Estoy estudiando psicología, tal vez emplee el rapport, o quizás me he vuelto mas sensible desde que inicie la carrera. Aún no soy una gran psicóloga, que con solo ver a las personas sabe que están sufriendo y que algo esta pasando en ellas.

Pero estoy segura de que algún día lo seré, y quizás no sea demasiado tarde para ayudar a aquellos seres especiales, que con solo sonreírte pueden transmitirme un millón de emociones.

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