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Cuestión 95 - Suma de Teología (Prima Secundae)


Enviado por   •  15 de Septiembre de 2015  •  Síntesis  •  634 Palabras (3 Páginas)  •  198 Visitas

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Universidad Sergio Arboleda

Escuela de Filosofía y Humanidades

Seminario sobre Santo Tomás

Exposición: Cuestión 95 - De la Ley Humana

Paula Andrea Mina Villamil

  1. Puntos para aclarar sobre la Ley:

Función de la Ley (Prólogo - Cuestión 90): 

  • “El principio exterior que nos inclina al mal es el diablo […] y el principio exterior que nos mueve es Dios, que nos instruye mediante la ley y nos ayuda mediante la gracia.”

¿Qué es la ley para Santo Tomás? (Artículo primero – Cuestión 90):

  • “La ley es una regla y medida de nuestros actos según la cual uno es inducido a obrar o dejar de obrar […] obliga en orden a la acción.”
  • “La ley se ordena según la razón práctica¹ al último fin, que es la bienaventuranza.”
  •  “La ley no es sino una ordenación de la razón al bien común, promulgada por quien tiene el cuidado de la comunidad.”

  1. De la Ley Humana – Cuestión 95:

Artículo 1: ¿Fue útil la institución de leyes por los hombres?

  • Objeciones: La función de la ley es hacer buenos a los hombres, pero es más fácil que los hombres actúen correctamente por medio de amonestaciones que por medio de leyes. Aristóteles en la Ética Nicomáquea - Libro V, considera que “el juez es para los hombres el derecho viviente” y por lo tanto, es mejor encomendar el derecho a los jueces (un hombre virtuoso) y no formular leyes al respecto. La dirección de los actos humanos se les debe encomendar a los sabios y no a las leyes, ya que los actos humanos versan sobre cosas singulares e infinitas y no podrían ser dirigidas adecuadamente por cada ley teniendo en cuenta los casos particulares.

  • Contra esto: San Isidoro afirma que las leyes se instituyeron para moderar la audacia humana, por lo tanto, son necesarias.

  • Respondo: El hombre tiene cierta disposición para la virtud y la virtud se alcanza por medio de la disciplina retrayendo al hombre de los placeres indebidos. En los jóvenes que tienen disposición para la virtud, ya sea por costumbre o por un don divino, basta con la disciplina paterna para formarse en esta, por el contrario, los jóvenes viciosos, para alcanzar la virtud, necesitan persuadirse mediante la fuerza o el miedo, y esta es la disciplina de la Ley, por lo tanto era necesario, para la paz y la virtud de los hombres, que se instituyeran leyes.
  • A las objeciones: Entre las personas que no están dispuestas a la virtud es más fácil conducirlas por la coacción que por la persuasión. Como lo menciona Aristóteles “es mejor regularlo todo con la ley que dejarlo todo al arbitrio de los jueces” por tres razones:
  • Es más fácil encontrar personas capaces de hacer buenas leyes que muchas personas para juzgar casos particulares.
  • Las personas que hacen las leyes estudian detenidamente cada una y les es más fácil discernir lo justo en muchos casos que considerando uno solo.
  • Los legisladores juzgan según lo universal y futuro, no se dejan influir por ningún tipo de pasión que podría pervertir el juicio.

Es necesario impartir justicia por medio de las leyes dejando poquísimas cosas al arbitrio de los hombres. Aristóteles también menciona que en ciertos casos singulares, que no pueden se acabados por la ley, deben ser encomendados a los jueces.

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