El Oficio De Ser Maestro

Reflexionando durante un buen tiempo, llego a la conclusión de que la mayoría de las personas que se inclinan por la carrera de maestro pocas veces se dan cuenta de la enorme responsabilidad que éste dejará caer sobre sus hombros. Ya viéndola bien, no creo que sea una profesión que se termina al final del día, cuando la chicharra marca la hora de salida y todos van a su hogar a disfrutar de un delicioso café calientito y un envidiable masaje con agua tibia en los pies, para después pasar a descansar. No.

El oficio de ser maestro deja ver una lectura completada de pequeñas porciones, que a través de diversos relatos, reflexiones y experiencias, describe la figura de aquel trabajo en el cual los que hemos escogido la profesión somos y seremos maestros de tiempo completo; en la escuela, al salir a pasear a la calle, la casa y por qué no decirlo, otro lugar muy diferente a nuestras actividades laborales. El hecho es que al percibir sentir un llamado de la educación para ser un portador de conocimientos que le abran el mundo de la preparación a nuevas generaciones, debemos reconocer que hay diversas características, por no decir cualidades, que nos toca y conviene cumplir. La vocación, responsabilidad, ética, moral, civismo, preparación académica, constante actualización, honestidad, paciencia, amor, entre otros.

No es que si no los tenemos estamos reprobados, pero me atrevería a decir que en caso de faltarnos alguno de los anteriores o sus debidamente englobados, necesitamos

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