¿Encuentras Alguna Relación Entre El Caso Y Las Políticas Educativas Vigentes En México?

Si partimos de que las políticas educativas marcan directrices que rigen al sistema educativo reguladas por el Estado las cuales buscan garantizar el derecho a la educación y promover un desarrollo integral de la persona. Podemos decir que existe una relación muy estrecha e importante entre el caso que aborda el artículo periodístico “El consumo excesivo de comida chatarra produce adicción “casi igual” a la de opiáceos” y Las políticas educativas que se encuentran vigentes en México. Debido que según la Ley General de Educación en su Artículo 7° Fracción IX la educación que imparta el Estado debe “Fomentar la educación en materia de nutrición y estimular la educación física y la práctica del deporte”. Por lo cual vemos como esta política ha fracasado o se cumple a medias porque no se tiene un plan o programa que haga cumplir este planteamiento de forma objetiva; en la actualidad la venta de productos chatarra dentro de las instituciones educativas prolifera, lo cual nos deja entrever que no se está promoviendo una educación en materia de nutrición, sin embargo no podemos decir, que la prohibición de la venta de estos productos dentro de las instituciones educativas o quitar la publicidad de los mismo sea la solución, primero porque se estaría violando la libertad y respeto a elegir y segundo porque la misma prohibición generaría una problemática mayor debido a que los niños y jóvenes buscarían la forma de adquirir dichos alimentos, por el contrario en lo que se debe trabajar es en la creación de políticas que de verdad regulen, permitan y promuevan una cultura en materia de nutrición y salud que de cómo resultado el concientizar a niños y jóvenes acerca de los riesgos a los que se exponen si tienen una alimentación inadecuada basada en productos “chatarra”.

Ciertamente como señala Julieta Ponce, “que el Estado es “absolutamente responsable” de la seguridad alimentaria, de la integridad y de la salud de los niños que están en los planteles escolares, por lo menos en el tiempo que permanecen en ellos.” (Miranda: 2010) no podemos restar responsabilidad a los hábitos que se forman en el núcleo familiar; sin embargo y pese a ello el Estado debe ser el impulsor de programas eficientes en política educativa que garanticen el desarrollo integral de los alumnos a través de la regulación y puesta en marcha de programas y planes de estudio que manejen la transversalidad en contenidos y formación los cuales tengan como resultado la generación de conocimiento, información y practica de una cultura en pro del propio individuo, como lo explica la propia Ley General de Educación en su mismo Artículo 7° Fracción X la educación que imparta el Estado debe “Desarrollar actitudes solidarias en los individuos y crear conciencia sobre la preservación de la salud,… sin menoscabo de la libertad y del respeto absoluto a la dignidad humana, así como propiciar el rechazo

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