Licenciatura En Educacion Primaria

APRENDIZAJE COOPERATIVO Y COLABORATIVO

Introducción

El aprendizaje cooperativo tiene sus antecedentes desde el inicio de la humanidad. Posiblemente el hombre primitivo recurrió a sus semejantes para sobrevivir en un mundo tan difícil. ¿Qué fue lo que lo hizo salir de sus cavernas? Tal vez el sentirse protegido y apoyado por sus congéneres. Es evidente que la cooperación entre el hombre primitivo fue la clave de su evolución. El intercambio, la interdependencia, la actividad grupal son factores que han influido grandemente en la formación del hombre como ser humano.

Tanto en la Biblia como en el Talmud, se hace referencia a la necesidad de colaboración entre iguales. Se menciona que para que uno aprenda debe tener un socio que le facilite el aprendizaje, y a su vez facilitar uno el aprendizaje de él. Asimismo, el filósofo romano Séneca decía: “cuando enseñas aprendes dos veces” Ferreiro, G.(2009).

Los graves problemas que enfrenta la sociedad contemporánea, difícilmente se solucionarán mediante acciones individuales aisladas, es decir, se necesita una comunidad de esfuerzos para superar las situaciones difíciles y lograr el desarrollo.

La interdependencia e integración tecnológica, económica y política actual, es una manifestación de la necesidad del hombre de relacionarse entre sí y de colaborar con el prójimo. Por lo tanto, es importante que el esfuerzo que hacen los maestros en el aula se vea realmente reflejado en la formación de los alumnos que la sociedad contemporánea exige. Es este aspecto, el aprendizaje cooperativo se presenta como la mejor solución.

El aprendizaje cooperativo hace posible que la igualdad de derechos se convierta en igualdad de oportunidades al descubrir el valor de trabajar juntos, de comprometerse y responsabilizarse de su aprendizaje y el de los demás, en un ambiente que favorece la cooperación, solidaridad, respeto, la tolerancia, el pensamiento crítico y creativo, la toma decisiones, la autonomía y la autorregulación, las cuales son la base de la inclusión social y la democracia.

¿Qué importancia tiene el trabajo colaborativo en las aulas?

La educación como sistema formal de preparación del individuo para la vida en democracia, debe aportar elementos formativos para lograr que estos procesos de interacción humana sean de alta calidad. Esto nos lleva a plantearnos, que para lograrlo es necesario superar una enseñanza que premia el esfuerzo exclusivamente por una enseñanza que recupera el valor del hombre como un ser social por naturaleza y da reconocimiento al esfuerzo colectivo.

Lo planteado tiene la necesidad de reconocer el carácter social de aprender, donde el esquema antiguo que establecía al profesor como el que enseña y al estudiante como el que aprende no tiene cabida.

En nuestros días, el aprendizaje es considerado como un planteamiento del proceso social que se construye en la interacción no solo del profesor, sino de los alumnos, con el contexto y el significado que se le asigna a lo que se aprende.

Este constructivismo sostiene que las personas activas construyen conocimiento mientras interactúan con su ambiente. Lo cual fue postulado por el psicólogo Jean Piaget, quien expone que el aprendizaje consiste en la generación de estructuras cognoscitivas que se crean mediante la modificación de reflejos iniciales del recién nacido y que se van enriqueciendo a través de la interacción del individuo con el medio. A este enfoque se le llama constructivista, ya que la información no es transmitida del profesor al estudiante.

Por otro lado, L.S.Vigotsky (1896-1934),menciona que existe una zona de desarrollo próximo en el que el aprendizaje de una persona depende de la presencia de otra más diestra y conocedora y de la interacción social entre uno y otro, de la negociación semiótica que se logra en el proceso de comunicación entre ellos y, lo más importante; actuar brindándole ayuda al que aprende en los márgenes de su zona de desarrollo potencial (distancia entre el nivel de desarrollo real y el nivel de desarrollo próximo).

Con ello el docente tiene una gran responsabilidad en desarrollar, promover y crear diversas actividades para generar la construcción del conocimiento en los alumnos. Lo que demanda el empleo de diversas estrategias apropiadas para crear espacios de interacción humana, donde el aprendizaje se dé con una perspectiva constructivista, asignándole un alto valor formativo al trabajo colaborativo.

El trabajo colaborativo, es un modelo de aprendizaje interactivo que invita a los estudiantes a construir juntos, lo cual requiere de esfuerzos, capacidades, aptitudes y habilidades que les permitan lograr un objetivo establecido. Es sin duda una herramienta fundamental para el desarrollo de actividades efectivas en el ámbito educativo.

Se escucha hablar en el ámbito educativo de aprendizaje colaborativo y aprendizaje cooperativo como sinónimos, algunos autores no hacen ninguna distinción entre éstos dos términos, pero algunos otros como John, (1993), Dill, (1996)), establecen diferencias entre el trabajo cooperativo y el trabajo colaborativo: en el trabajo colaborativo, - mencionan- son los alumnos quienes diseñan el proyecto de interacciones y mantienen el control de las diferentes decisiones que repercuten en su aprendizaje; mientras que en el trabajo cooperativo es el profesor quien diseña y mantiene casi por completo el diseño de las interacciones y de los resultados que se han de obtener, en éste se ve y se hace una clara división de tareas.

En el trabajo colaborativo se necesita estructurar bien la interacción del equipo de manera que se note una buena cohesión grupal. Este modelo de trabajo consiste en que los estudiantes formen equipos y hace que maximicen su aprendizaje y el de los demás lo cual fortalece el desarrollo global del alumno.

Cabe mencionar que tampoco es una garantía el que estas condiciones se presenten efectivamente, por esta razón se debe concretar esta estrategia de aprendizaje a fin de que se puedan garantizar en un alto porcentaje estas interacciones.

La colaboración es efectiva si hay interdependencia entre los estudiantes que están colaborando.

Esta dependencia se describe como:

• La necesidad de compartir información, que lleve a entender conceptos y hacer conclusiones.

• La necesidad de dividir el trabajo en roles complementarios.

• La necesidad de compartir conocimientos.

Así el éxito de una persona es el éxito de los demás en actividades de aprendizaje colaborativo; conocido como interdependencia positiva, los estudiantes tienen una razón para trabajar juntos. El tener buena disposición es vital para que los equipos sean exitosos.

El trabajo colaborativo involucra a los alumnos en tareas múltiples para alcanzar una meta, algunas veces se enfrentan a complejas restricciones, pero lo que realmente se trasmite de un participante a otro no es sólo información, sino también conocimientos, por esa razón es importante que los participantes desarrollen habilidades para su manejo.

Las características que lo diferencian del trabajo en grupo y de otras modalidades de organización grupal son:

• Se encuentra basado en una fuerte relación de interdependencia de los diferentes miembros que lo conforman, de manera que el alcance final de las metas concierna a todos los miembros.

• Hay una clara responsabilidad individual de cada miembro del grupo para el alcance de la meta final.

• Existe una interdependencia positiva entre los sujetos.

• La formación de los grupos en el trabajo colaborativo es heterogénea en habilidad y características de los miembros, cosa que no ocurre en el aprendizaje tradicional de grupos, ya que éstos son más homogéneos.

• Todos los miembros tienen su parte de responsabilidad para la ejecución de las acciones en el grupo.

• La responsabilidad de cada miembro del grupo es compartida.

• Se persigue el logro de objetivos a través de la realización (individual y conjunta) de tareas.

• El trabajo colaborativo exige a los participantes: habilidades comunicativas, relaciones simétricas y recíprocas y deseo de compartir la resolución de tareas.

Hay diferentes requisitos para el establecimiento de equipos de trabajo efectivo en busca del trabajo colaborativo según el Departamento de Tecnología Educativa de la Universidad de Sevilla (2006), pues si se logra cumplir el desafío de motivar y comprometer a los participantes en la organización, surge un nuevo reto: hacer que el ingreso a equipos de trabajo sea acogedor y estimulante. Por lo tanto, es de suma importancia tomar en cuenta los siguientes elementos:

- El papel de todo dirigente y de todo encargado de un equipo es generar un clima en el cual la comunicación sea fluida, se escuche a los otros y se manifiesten los desacuerdos, exista respeto entre las personas, se facilite un nivel mínimo de real comprensión por el otro y haya algún grado de afecto entre los integrantes.

- Se debe propiciar las condiciones para que el equipo se concentre en la tarea y aparezca la creatividad individual y de todo el grupo, en función de lo programado.

- Hay que delimitar las funciones que cumplirá cada persona, ya que es necesario dar a conocer las normas de funcionamiento, determina cómo va a ser la dirección, establecer quién la ejercerá y, además, crear un calendario de reuniones. Asimismo, se deben respetar las funciones específicas de cada uno de los miembros.

- Se tiene que establecer claramente la situación, tema o problema que se trabajará, así como preparar un programa objetivo, con una clara y precisa definición de los objetivos y las metas alcanzables.

- Debe haber interés por alcanzar un objetivo común y estar de acuerdo con éste tomando en consideración las motivaciones de cada miembro del grupo.

- Es primordial lograr un clima democrático propicio, en el cual cada persona pueda expresarse libremente sin ser juzgado por sus compañeros y en el que cada idea, en el caso de ser rechazada, no signifique rechazar a la persona.

- En la medida en que se escuchan las opiniones de todos, se obtiene la máxima información antes de decidir, pues los integrantes se convencen con argumentos.

- Finalmente, para lograr un buen trabajo en equipo es fundamental el desarrollo de la disposición a colaborar y a intercambiar conocimientos y destrezas. Esto implica contar con tiempo necesario para que cada integrante le muestre a los otros lo que sabe y esté dispuesto a facilitar los conocimientos que posee para que los demás lo aprendan.

“Asimismo el rol de los estudiantes es que se comprometan con el proceso ya que se hacen responsables de su propio aprendizaje, definen los objetivos y los relacionan a sus actividades especificas, estar motivados para aprender, ser colaborativos, es estar abiertos a escuchar las ideas de los demás y poder articularlas, poseer la habilidad de reconocer las fortalezas de los demás, ser estratégicos para resolver problemas; es esta capacidad para aprender a aprender (metacognición), transformar su conocimiento con el fin de resolver problemas de forma creativa.” Dillenbourg (1996)

El maestro por ende debe de ser un planificador, un estratega pero por sobre todo un gran motivador .Es por esta razón, que las clases deberán de estar preparadas con propósitos y fines no solo claros, sino también viables y observables en la concreción de los logros.

A través del aprendizaje cooperativo y por ende significativo los alumnos aprenden de manera más natural, desarrollan capacidades de pensamiento crítico, son capaces de auto liderar y monitorear sus procesos, su percepción y comprensión del entorno.

El trabajo cooperativo y significativo les ayudará a conseguir logros, mejorará sus actitudes frente a la situación de aula, los motivará, elevará su autoestima, los hará más responsables, enriquecerá sus capacidades sociales, educará su inteligencia emocional, en resumidas cuentas aprenderá a convivir y por qué no decirlo aprender se volverá divertido.

El trabajar con los otros y lograr hacerlo en equipo, según las investigaciones, tiene efectos directos en el rendimiento académico y no solo eso, mejora las capacidades sociales dentro del aula, favoreciendo ambientes agradables y propicios para aprender. Como lo propone A. Bandura en su teoría del aprendizaje: los fenómenos sociales intervienen en el aprendizaje y por la tanto en la conducta humana.

Para que el trabajo colaborativo funcione el docente debe supervisar y tomar decisiones adecuadas en el momento preciso. Los nexos afectivos que propicia esta actividad colaborativa y significativa asegurarán alumnos capaces de sentir que son importantes para su maestra, para su escuela y para su sociedad.

Es importante explicar a los jóvenes de manera clara, las tareas a desarrollar y a dónde se pretende llegar con ellas. El trabajo colaborativo se debe monitorear a lo largo del tiempo, para que se desarrolle con efectividad.

Los maestros que planifican, enseñan a pensar a sus alumnos, no aprenden de memoria sin entender lo que se aprende, ésta no es una tarea fácil. Por lo tanto, enseñar a pensar no puede ser un acto arbitrario o intrascendente.

De esa forma al alumno tiene que saber el por qué y para qué de sus aprendizajes, y a aplicar estos en su vida cotidiana. Debemos resaltar en los estudiantes que autoevaluarse y auto liderar es un aspecto importante de su formación.

Conclusiones:

El trabajo colaborativo no solo logra que los estudiantes aprendan y generen conocimiento en una disciplina, también se da un aprendizaje humano, desarrolla el pensamiento reflexivo, estimula juicios críticos y reconoce valores.

La colaboración no es el mecanismo que causa el aprendizaje, el aprendizaje se dará cuando se logra que la interacción sea de calidad, propiciando el intercambio de ideas y la interacción entre el grupo.

El trabajo colaborativo es recomendable a los docentes como una estrategia de aprendizaje para aceptar la diversidad individual y social del grupo.

Como mencionaba Mc Keachie (1986), “no se sabe cuál es el mejor método para aprender, pero sí sabemos cuál es el segundo mejor: es el aprendizaje colaborativo”

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