Los Hábitos Del Pensamiento Riguroso

Las reflexiones pretenden plantear un problema específico sobre el quehacer intelectual y científico, referido a la adquisición de los hábitos del pensar riguroso.

La solución correcta de este problema se convierte en una condición del trabajo intelectual, este tipo de actividad es el oficio cotidiano de un hombre y adquiere todas las características de un trabajo profesional.

Los hábitos de pensamiento giran alrededor del simple y complejo problema de la actitud del hombre de ciencia. Por hombre de ciencia entendemos investigador científico por vocación, profesión centrada en la ciencia y reflexión como también a quien se vincula en forma estable con la vida universitaria y académica.

Zubiri hace observaciones sobre la situación intelectual:

*1°- La confusión en la ciencia por la positivización niveladora del saber.

*2°- La desorientación de la función intelectual “las ideas se usan, pero no se entienden”.

*3°- La ausencia de auténtica vida intelectual, por pérdida del sentido de la búsqueda de la verdad.

La importancia que atribuimos a la creación de hábitos de pensamiento riguroso, son aquellos que presumiblemente van a jugar un papel paradigmático en la sociedad.

Karl Mannheim dice que los valiosos diagnósticos fundan a nuestro entender, la importancia que aquí damos a la creación de los hábitos intelectuales, en especial en el ámbito de la educación.

Su proposición básica es la sociedad moderna, estructurada y organizada de una forma crecientemente racional-funcional, en lugar de conducir a los hombres a comportamientos más substancialmente racionales, los lleva a conductas más irracionales. Esta organización generalizada racional-funcional dominante produce un efecto del juicio propio.

El término hábito lo usamos por dos razones:

* 1°- Desde la antigüedad clásica se ha atribuido siempre, a pesar de las objeciones a los hábitos o a la creación de los mismos, un peso esencial en la educación.

*2°- La experiencia cotidiana nos dice que los buenos hábitos facilitan enormemente el desenvolvimiento de la existencia humana.

Aristóteles dice que la mente humana puede perfeccionarse de dos maneras:

1° Por el conocimiento del objeto, por la adquisición de la ciencia acerca de un objeto

2° Por el conocimiento del método adecuado al estudio del objeto.

Por el primer camino se llega a poseer un cumulo determinado de conocimientos sobre el objeto, por el segundo se tiene la posibilidad de ampliar indefinidamente los conocimientos.

El hábito es una forma permanente o cualidad de una potencia, como principio productor de actos, caracterizados por su permanencia. Es una cualidad difícilmente removible, que el hombre utiliza cuando quiere.

Santo Tomas dice que los hábitos son necesarios para lograr tres características en el obrar: la firmeza, la prontitud y la deleitación y desarrolla los primeros principios especulativos y prácticos (hábitos naturales).

Hay 4 reglas de la formación de hábitos de pensamiento:

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