Chavez Un Legado De Amor

CHÁVEZ: LEGADO DE UNIDAD, AMOR Y SOLIDARIDAD DE LOS PUEBLOS.

De ante mano, quiero saludar y agradecer la invitación a este maravilloso evento que reúne a grandes amigos, seguidores y militantes de la causa del Comandante Hugo Chávez Frías.

Es un honor reencontrarnos, para volver a sentir en nuestros corazones, el latir de quien fue un visionario, el líder de la más ambiciosa revolución que se haya hecho desde Bolívar en la Patria Grande, el padre, el hermano, pero sobre todo el amigo entrañable.

Intentaré hablar de la obra, pensamiento y acción del hombre que se hizo patria, aunque es bastante pretencioso pensar que tan descomunal esfuerzo pueda caber en unas pocas líneas, pues su visión de mundo, su proyecto político y de vida, es digno de un estudio de varios años de importantes letrados, que con esfuerzo se podrá resumir en unos cuantos tomos.

Hoy vitoreo al hombre que convirtió nuestras naciones en trincheras altivas, rebeldes y soberanas, y que permitió concebir otros imaginarios alternativos, éticos y políticos, en un mundo lleno de desigualdades, de indiferencias y de dificultades.

Entendió que era necesario pasar de sobrevivir a tener una vida digna y por eso se apropió de los momentos políticos y con su generoso y valioso conocimiento puso en marcha el bastión de dignidad que hoy mantiene en alto la bandera de los pueblos de Bolívar.

Quiero reiterar la dificultad y quizás la afrenta de discutir en tan corto tiempo la inmensidad de un hombre que con su legado construyó y reconstruyó una América Latina que hoy tiene más que agradecimientos, una deuda de lealtad con su lucha, tal como lo dije aquel fatídico 5 de marzo, cuando partió físicamente, pero a la vez se multiplicó en cada hombre y mujer del mundo que inspiró con su solidaridad, su amor, su bondad y su ternura. “Su legado trasciende hoy las fronteras de nuestro continente y nuestro tiempo, su legado es hoy pan, semilla y herramienta de todo  ser humano o pueblo que emprenda el camino de la solidaridad,  la dignidad humana, la justicia social y la independencia”.

Que tan importante esta reunión para ratificar y reiterar que la lucha de Chávez no fue en vano, que su mandato popular y democrático que devolvió la esperanza a miles de venezolanas y venezolanos se hizo revolución. Y es precisamente ésta la que hoy mantiene con honorabilidad y resistencia, todo aquello por lo que Chávez soñó, vivió y murió.

Su obra se sobrepone a las amenazas injerencistas y violentas de quienes aún no comprenden que en política las disputas no deben ser a través de la guerra, sino con el respeto al ejercicio político y democrático de aquellos que piensan diferente. A pesar del cerco mediático negativo, de la constante persecución, de los planes de acción antibolivarianos y de todas aquellas herramientas que buscan perjudicar y deteriorar la patria grande, aquí, hoy con más ahínco y valor que nunca, defendemos y luchamos por preservar el legado de Hugo como un valor cultural y ético de la sociedad que soñamos.

Aunque hay mucho por hacer y comprender aún en este gran proceso, considero que hoy nuestra tarea fundamental es demostrarle a los enemigos de la paz, de la justicia social y de la vida, que la Revolución Bolivariana como proyecto logró mucho más en 14 años, que aquellos que en nombre de la democracia se apropiaron de las riquezas del pueblo y despojaron toda esperanza de vida, oprimiendo y violentado sin coraje alguno en más de medio siglo.

Chávez sigue VIVO, tanto así que sus enemigos, los enemigos del pueblo venezolano, los enemigos de la revolución, de la justicia que siempre buscó, hoy recorren el mundo en una campaña de desprestigio, con talante antipatriota y desconcertante, atacando al Comandante de la vida. Es por eso que nuestro deber es mostrar los logros y los aciertos de nuestro líder y hacerle un reconocimiento a su legado de transformación social, política, ética y económica.

Él apostó todo por una sociedad más igualitaria, tanto así que arriesgó su prestigio, porque sabía bien que en esa lucha, como dijo Simón Bolívar “más cuesta mantener el equilibrio de la libertad, que soportar el peso de la tiranía”.

Son tantos los avances de su gestión, que es difícil en un pequeño barniz como éste, darles la relevancia suficiente, por eso con temor a dejar parte importante de su obra por fuera de este relato, me atrevo a citar, las que fueron para mi, algunas de sus más importantes iniciativas de la revolución, que partieron la historia de Venezuela y de buena parte de América Latina.

Nuestro Comandante trazó una hoja de ruta que hoy mantiene la unidad, integración y defensa de muchos de nuestros pueblos latinoamericanos, tal como lo vislumbró: "La integración de América Latina y el Caribe nos va a permitir sumarnos con éxito a un mundo pluripolar”, dijo en uno de sus maravillosos discursos. Es precisamente este proyecto el que se tradujo en la liberación de los pueblos de la hegemonía norteamericana y el que Chávez socializó con mano firme en nuestras naciones, para que se entendiera la soberanía como un imperativo superior que debe defenderse por encima de cualquier interés mezquino. Esta política de autodeterminación se tradujo en la creación de organismos alternativos de integración que tuvieron en cuenta dinámicas propias de la cultura, las sociedades y los pueblos de nuestra región.

Fueron esas iniciativas las que marcaron un nuevo derrotero en las relaciones de los países de la región y generaron independencia de las grandes potencias que nos miraban como el patio trasero de su casa, lo que recompuso el mapa geopolítico mundial.

La de Chávez fue una visión diferente, que instituyó un panorama político innovador y logró despertar la conciencia colectiva de nuestros pueblos, reconociendo ante todo formas alternativas de cooperación, donde la autodeterminación, la solidaridad y el desarrollo se materializan como un hecho fundamental de la democracia participativa y protagónica, esto gracias al impulso mismo de organismos como el ALBA, la CELAC, UNASUR, PETROCARIBE entro otros, que buscan y cimientan las bases de esa patria grande que imaginó nuestro libertador Simón Bolívar, quien murió soñando con la consolidación de La Gran Colombia, por encima de su propia vida, como lo advirtió en su última proclama: “Si mi muerte contribuye para que cesen los partidos y se consolide la unión, yo bajaré tranquilo al sepulcro”.

Lamentablemente las amenazas se ciernen sobre ese proyecto unificador con el que soñó Bolívar y por el que lucho Chávez. Desde trincheras del imperio, como lo denominaba el Comandante, siguen lanzando ojivas de alto poder que buscan

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