Imperialismo Norteamericano

Universidad Pedagógica Nacional

Francisco Morazán

CUR-SPS

Asunto: Informe sobre “Imperialismo Norteamericano y su Incidencia en América Latina”

Catedrático: Lic. José Rolando Maldonado.

Grupo: Nº 2

Alumnos:

Hegling Yaritza Bejarano Ramos----------- 0501-1995-03597

Yulissa Elizabeth Munguía Antúnez--------- 1503-1990-02796

Lourdes Stefany López Reyes-----------0412-1993-00122

Oscar Daniel Madrid-------------- 1208-1991-00474

Asignatura: Historia de América. Horario: 5:00 – 6:00 p.m.

III Período Año: 2013

INTRODUCCIÓN

América Latina desde sus inicios fue vista como un punto de inversión e inyección de capital, e incluso fue vista por las potencias mundiales solo como un punto geográfico de donde se obtenían materias primas y obreros. Pensamientos así son los que le dieron a naciones Europeas y Norteamérica la sensación de poderse apoderar de sus riquezas y territorios, es así como durante la colonia España se lleva todo lo que puede de América para solventar sus necesidades e interés, olvidando los de los habitantes del continente. Y la situación no mejoro después de la independencia de España, ya que otra nación que comenzaba a emerger como una gran potencia, ya tenía sus ojos puestos sobre los recién formados países de América Latina.

La codicia y el hambre de fortuna y poder lleva a los Estados Unidos a conquistar y expandirse, sin importarle quien o que estuviera en el medio, es así como durante el siglo XIX logra una gran expansión territorial, y al consolidarse como una gran nación comienza a ejercer su poder sobre otras naciones, comenzando con las más cercanas, México y el Caribe, para seguir con Centro y Sur América. Ya sea a través de la manipulación, la diplomacia o las armas, Estados Unidos se convirtió en una potencia mundial especialmente después de la Segunda Guerra Mundial, y hoy en día es innegable su hegemonía y su influencia sobre todo el mundo en especial sobre nuestros países de América Latina.

Para detallar mejor lo planteado anteriormente se expondrán las diferentes formas de intervención de los Estados Unidos, además de un breve resumen de su expansión territorial, lo cual ayuda a comprender como desde hace más de 150 años hemos estado bajo la vigilancia y poder del “Tío Sam” (Estado Unidos).

IMPERIALISMO NORTEAMERICANO Y SU INCIDENCIA EN AMÉRICA LATINA

Imperialismo estadounidense es un término utilizado para hacer referencia al expansionismo histórico, las invasiones y colonialismo que forman parte de la histórica y actual influencia política, cultural, militar y económica de los Estados Unidos a escala mundial.

El concepto moderno de imperialismo es la práctica de dominación llevada a cabo por naciones con mayor poder económico y comercial, para ampliar sus influencias sobre naciones menos desarrolladas. El término es discutido, ya que algunos opinan que no hay tal imperialismo, otros que existe pero de forma benévola, y otros que existe en deterioro de los países dominados.

Doctrinas seguidas (y a veces propuestas por el propio gobierno estadounidense desde sus inicios) como la del Destino Manifiesto, Monroe y su Corolario Roosevelt, el Gran Garrote, la Doctrina de seguridad nacional, etc., y hechos como la conquista del Oeste, la guerra mexicana, las guerras bananeras, la guerra Hispano-Estadounidense y, más recientemente, la guerra de Vietnam, el bloqueo estadounidense contra Cuba, la Doctrina de la guerra preventiva, la guerra de Afganistán, y otros conflictos internacionales han hecho que "imperialismo estadounidense" sea un término aceptado por la mayor parte de la comunidad internacional.

A diferencia del siglo pasado en el que uno de los rasgos principales del imperialismo era la fusión del capital bancario con el industrial, sobre cuya base surgen el capital y la oligarquía financiera con Wall Street a la cabeza; hoy en día es la superposición del capital financiero parasitario sobre la economía productiva.

El imperialismo norteamericano comenzó a principios del siglo XIX con la doctrina de Monroe (1824) y su lema era “América para los americanos”. Esta ideología sostenía como inaceptable la intervención europea en los asuntos latinoamericanos incluyendo una amenaza encubierta a aquellos que violaran este designio, de forma militar si fuese necesario. Es a partir de este momento en que EE.UU. se perfiló como una potencia en vías de desarrollo, aspirante al dominio de un vasto continente del cual podía sacar provecho económico a través del intercambio de mercancías (capitalismo). EE.UU. ofrecía productos manufacturados (textiles, calzado, materiales de imprenta, entre otros objetos industriales), y América Latina ofrecía las materias primas. Ciertamente, fue un comerciante llamado Diego Portales uno de los primeros americanos en darse cuenta del peligro que significaba este estrecho vínculo con EE.UU., pues con tan poderosa armada podían fácilmente reducir a los pueblos americanos a una situación de servidumbre, lo que efectivamente ocurrió así. Las intervenciones militares de EE.UU. en distintas partes de América fueron motivadas por el afán de mantener sus privilegios económicos, obteniendo materias primas a muy convenientes precios y vendiéndoles manufacturas a precios mayores. En este contexto se produjo el adueñamiento de la Cuba española en 1898 por parte de los yanquis, que incluso antes ya tenían un 90% de los capitales invertidos en ella.

En 1901 comienza la lucha por la independencia de Panamá y EE.UU. aprovechando la coyuntura ayudó a Panamá a cambio del derecho a utilizar lo que a futuro sería el Canal de Panamá (1903), que significó una enorme ganancia económica, ya que el paso del océano Pacifico al Atlántico se hacía más seguro y se ahorraba tiempo. Luego de la guerra con México y la anexión de Texas, América logró de hecho hacer del Pacífico un lago estadounidense. En tanto, a México y Venezuela llegaron empresas petroleras y comenzaron a explotar los yacimientos con ganancias millonarias, de lo cual los otros países no sacaron ningún provecho económico, salvo indignos salarios para los empleados.

En relación a lo expuesto anteriormente podemos señalar

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