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A más de 150 años de una advertencia que no quisimos escuchar. El discurso del Cacique Seattle


Enviado por   •  26 de Agosto de 2015  •  Ensayo  •  2.713 Palabras (11 Páginas)  •  137 Visitas

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Estudiante: Jesús Alberto Castillo Segura

Curso: La Ciencia, el Humanismo, el Ambiente y la Sustentabilidad de la Vida

Horario: Martes en la Noche

Lectura 1: A más de 150 años de una advertencia que no quisimos escuchar. El discurso del Cacique Seattle

Resumen de la presentación:

En el desarrollo de la lectura se menciona lo siguiente:  

En este apartado básicamente se menciona la respuesta de Seattle a Stevens que es el presidente del gran gobierno de Norte América, esta respuesta ha llegado a convertirse un gran monumento lleno de sabiduría indígena, que es muy reconocida en todo el mundo, y que en la mayoría de las personas se ha convertido como un promotor del movimiento ambiental planetario. Es importante indicar la gran importancia que ha llegado a tener este famoso discurso en asuntos relacionados con la temática ambiental.

El presidente Seattle era un indio sabio, el veía más allá de lo que los otros podían ver, él miraba más profundo lo que estaba a su alrededor porque observaba detenidamente todo lo que lo rodeaba, todo lo que se movía y lo que no se movía, él parecía tener el don de escuchar lo que la naturaleza le decía, ya que era, el más sabio de su tribu y conocía mucho sobre los beneficios que la madre naturaleza nos puede otorgar, y también porque él sabía lo que le iba a ocurrir al planeta si no cuidábamos lo que la naturaleza nos regala que es; el diario vivir, las plantas, los animales, el sol y muchas otras cosas que existen al frente de nosotros pero no somos capaces de observar porque no ponemos atención a toda a esa riqueza natural que está siempre ahí con nosotros y que podemos aprovechar si somos capaces de protegerla y utilizarla de una manera sensata y ecológica.

Seattle guiaba a su tribu a como lo habían guiado las civilizaciones de tribus anteriores a través de la historia, era un jefe cariñoso, amistoso y bondadoso con la madre naturaleza y con todo su pueblo llevando y enseñando una cultura de paz y de armonía siempre con el ambiente, su cultura siempre fue vivir en profunda y coherente comunión con la madre naturaleza ya que ella les proveía los recursos necesarios para poder subsistir.

En su discurso le comenta al hombre blanco de lo que significan esas tierras para él y para su tribu, les dice que toda esa tierra es santa, que es tierra en donde están sus antepasados y sus recuerdos, que no es fácil desprenderse de ese tesoro tan invaluable que siempre ha estado con ellos y que aunque les den donde vivir cómodamente, ellos no pueden dejar tan fácilmente todas sus creencias y culturas a un lado por vender un pedazo de tierra, porque esa tierra es sagrada. Seattle se hacía llamar salvaje e ignorante ante tal situación porque no podía explicarse como los hombres blancos podían comprar el sol y el viento. También decía que el hombre blanco no comprendía la manera de ser de ellos, porque a ellos les daba lo mismo comprar un pedazo de tierra que el otro, ya que llegaban y saqueaban de la tierra lo que necesitaban y cuando la conquistaban, la abandonaban y seguían su camino, mientras que las tribus indígenas llegaban a llenar de bondad a la naturaleza, a los ríos, árboles y animales, a vivir en armonía con aquello que ayudaba y les proveía comida para poder subsistir.

A raíz de toda esta manifestación se han generado discusiones y controversias, ya que Seattle no dejó ninguna muestra de forma escrita. Además de esto, él realizó el discurso en su propia lengua, entonces en su traducción a nuestro idioma se han perdido varios datos y otros se han puesto de más, es por eso que se han surgido dos versiones que en algunos apartados son semejantes y en otros no.

  1. Síntesis de la versión de Henry A. Smith escucho en 1854 y que publico mucho tiempo después:

        El protagonista de esta lectura es el gran  jefe Seattle, que se menciona un poco de su actitud y comportamiento, él era un hombre muy solemne, silencioso y además digno, pero se menciona en algunas ocasiones él era como un Titán, todo lo que él decía era de ley, su gran elocuencia, tolerancia y dignidad  eran particulares de él. Sus inclinaciones democráticas lo convirtieron en un gran gobernador de fieles súbditos con sus comportamientos de amabilidad y su forma de ser tan justa.

El Dr. Maynar le entrego al gobernador de Norte América  la misión que él tenía con la multitud nativa. Cuando este personaje termino de hablar con el gobernador, el  jefe Seattle, se levantó con toda dignidad, comenzó a exponer una serie de cosas.

En este gran discurso de del jefe Seattle se pueden mencionar algunos de los aspectos más importantes entre los cuales puedo encinar:

  1. Indica que la religión que ellos profesan son las tradiciones de sus antepasados, los sueños de los viejos dados por el Gran Espíritu y las visiones de los caciques que se escriben en el corazón de su pueblo.
  2. La confusión del nombre de la ciudad de Washington y el nombre del presidente de esa época en los EEUU.
  3. Menciona que las hostilidades entre ambas partes no deben existir más, ya que ambos pierden en lugar de ganar.
  4. El sentimiento de confianza que percibía el jefe Seattle por parte del gobernador.
  5. Cuando el jefe Seattle se refería al gobernador, hablaba en forma positiva sobre él y sus intenciones, como cuando se menciona: “nos envía saludos de amistad y buena voluntad”.
  6. El jefe Seattle expone el deseo, por parte del presidente, de comprar las tierras, pero que están dispuestos a reservar para los indígenas lo suficiente para su comodidad.
  7. Dice que la propuesta que le ofrecen le parece justa y aceptable para su pueblo, que se retiraran y así vivirán separados y en paz.


2)  Versión de Tom Perry (1974).

Algunos de sus comentarios que resumen esta versión podemos mencionar que al principio de la versión Tom Perry dice que:

“¿Cómo se puede comprar o vender el cielo o el calor de la tierra? Esa es para nosotros una idea extraña. Si nadie puede poseer la frescura del viento ni el fulgor del agua, ¿cómo es posible que usted se proponga comprarlos? Cada pedazo de esta tierra es sagrado para mi pueblo. Cada rama brillante de un pino, cada puñado de arena de las playas, la penumbra de la densa selva, cada rayo de luz y el zumbar de los insectos son sagrados en la memoria y vida de mi pueblo. La savia que recorre el cuerpo de los árboles lleva consigo la historia de la piel roja.”

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