CRIANZA Y DISCURSOS A LOS HIJOS FRAY JERÓNIMO DE MENDIETA

CRIANZA Y DISCURSOS DIDÁCTICOS A LOS HIJOS

Fray Gerónimo de Mendieta

Los conceptos acerca de la crianza de los antiguos nahuas y los discursos corresponden a una temprana tradición franciscana.

“De cómo estos indios general y naturalmente criaban a sus hijos en la niñez, siguiendo las doctrinas de los filósofos, sin haber leído sus libros”

Aristóteles, en el séptimo libro de los Políticos, pone algunos documentos que deben tomar los que tienen a su cargo la crianza de los niños, así para lo que conviene a la buena disposición y sanidad de los cuerpos, como a las buenas costumbres de las ánimas.

 El primer documento es, que a los niños recién nacidos y pequeñitos los pongan al frío, porque la naturaleza de los niños, por el gran calor con que nacen, es apta y dispuesta para sufrir frío, se comienzan a apretar las carnes y se hacen recios de complexión y más aparejados y fuertes para sufrir trabajos.

 El segundo documento es que en aquella primera edad, hasta los cinco o seis años, los deben acostumbrar en algunos movimientos o trabajuelos livianos, cuanto para evitar la pereza y ociosidad sean bastantes. Así como

los grandes, así hombres como mujeres, usan lienzos, sabanillas o fajas para cargarse cosas al hombro o espalda, así sus hijuelos chiquitos les hacen unos mecapajelos también chiquitos, con sus cordelillos que parecen juguetes, en que les atan alguna carguilla, para que se hagan la costumbre de echar sobre sí aquel yugo cuando sean grandes.

 El tercer documento, es que en su niñez tuviesen gran cuenta los que los criaban, que no viesen por sus ojos actos ni pinturas torpes, ni oyesen pláticas, ni palabras feas, porque lo que se ve, oye y habla en la niñez, adelante se toma en costumbre de usar. Sin embargo, ejercitaban en honestos ejercicios y trabajos.

“Plática o exhortación que hacía un padre a su hijo”

Hijo mío, criado y nacido en el mundo en el mundo por Dios, en cuyo nacimiento nosotros tus padres y parientes pusimos los ojos. Has nacido y vivido y salido como el pollito del cascarón, y creciendo como él, te ensayas al vuelo y ejercicio temporal. Vive, hijo, con tiento, y encomiéndate al dios que te crió, que te ayude, pues es tu padre que te ama más que yo. Sospira a él de día y de noche, y en él pon tu

pensamiento. Sírvele con amor, y hacerte ha mercedes y librarte ha de peligros.

No seas como mudo, ni dejes de consolar a los pobres y afligidos con dulces y buenas palabras. A todos, honra, y más a tus padres, a los cuales debes obediencia, servicio y reverencia. Ama y honra a todos y vivirás en paz y alegría. No sigas a los locos desatinados. El tal que a los dioses ofende, mala muerte morirá desesperado o despeñado, o las bestias lo matarán y comerán. No hagas burla de los viejos o enfermos o faltos de miembros, ni del que está en pecado o erró en algo.

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