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Carcele De Sabaneta, Mafracaibo Venezuela


Enviado por   •  4 de Marzo de 2013  •  8.361 Palabras (34 Páginas)  •  402 Visitas

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Cárcel resocialización y alternativas a la prisión: el casosabaneta

Prof. Francisco J. Delgado Rosales

Soc. Investigador del Instituto de Criminología. "Dra. Lolita Aniyar de Castro".

(I.C.L.A.C.). Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas. Universidad del Zulia.

Maracaibo. Venezuela.

Introducción

Se nos ha propuesto disertar en esta ocasión acerca de «Cárcel, Progresividad y Alternativas a la Privación de la Libertad Individual». Con la venia de los organizadores, me referiré sólo a algunos aspectos vinculados con esta temática, que se refieren a nuestra peculiar experiencia de investigación en la Cárcel Nacional de Maracaibo; la cual nos tocó intervenir en momentos muy críticos, convencidos de que debíamos ensayar métodos alternativos de control de la violencia intracarcelaria, no obstante diferir en relación con las funciones declaradas que sete atribuyen a la institución. Es, por ello que no asumiré la discusión acerca de nociones como la de progresividad, que, como se verá, sólo cobran algún sentido en las fórmulas sacramentales contenidas en los informes técnicos de los funcionarios de prisión, pero que no tienen correspondencia con el

desenvolvimiento fáctico de

la institución a la que haremos aquí referencia. Se

hará, igualmente, énfasis en la pertinencia político-criminal de la

desinstitucionalización, má

s que en los aspectos puntuales de las alternativas

existentes a la pena privativa de libertad.

1. Cárcel Nacional de Maracaibo

Argumento para la intervención

En relación con la Cárcel, hasta hace muy poco nos parecía haberlo dicho todo. Se

trataba de un universo aliena

nte, que perpetuaba el comportamiento criminal, por

los efectos propios del proceso de criminalización real de individuos, y las

consecuencias del etiquetamiento. Actuar dentro de ella no podía ser sino un

mecanismo legitimador de un control total que despersonaliza y aniquila. Pensar en

mejorarla o humanizarla era en definitiva una concesión a los esquemas de la

criminología tradicional, que no podríamo

s permitirnos quienes

habíamos declarado

el fracaso de los internados Y optado po

r un derecho penal mínimo, cuando no por

algo mejor que el derecho penal y sus co

nsecuencias. Las circunstancias políticas

nos colocan súbitamente del otro lado de la teoría. Toda nuestra humanidad,

nuestros cuerpos debilitados por el sedentar

ismo casi monástico de la academia, de

pie en la cárcel con el compromiso, asum

ido sobre la marcha, de evitar que los

presos se siguieran matando. No se trataba de

pensar si la cárcel servía o no, ni de

proponer medidas alternativas a un Estado

atrasado e inculto que no las hubiera

aceptado. Se trataba de salvar vidas y, ér

amos nosotros, criminólogos prácticos por

primera vez, quienes debíamos actuar

científicamente para lograrlo. Se nos

convocaba a una tarea moralmente inel

udible y que a nosotros, los que la

asumimos, nos seducía vivamente. Las dudas teóricas o ideológicas se despejarían

frente al apremio, dando pa

so, no sin cierta mala conciencia, a interpretaciones

heréticas a estrategias de las que pe

yorativamente llamamos tantas veces

organizacionales.

Había acaso otra forma de actuar? Nos había provisto nuestra larga lucha contra los

positivistas algún esquema seguro para la

intervención? Todo el bagaje intelectual

nos informaba sobre lo que es la cárcel: es

un universo artificial -nos dice Hulsman-

en donde toda relación está

falseada, es un escenario en el cual se produce la

mimetización del individuo y el ajustamiento

de los roles de acuerdo a la dinámica

subcultural (socialización para los valores

negativos) nos dicen los interaccionistas;

es la maquinaria Opresiva por excelencia de la dominación de clase según los

enfoques más radicales. En realidad es to

do eso, pero la simple constatación no

basta; la socialización revolucionaria y de

denuncia es la premisa del cambio, pero

nos inhabilita para proponer alternativas

de intervención social en el corto y

mediano plazo.

Habíamos criticado el enfoqu

e subcultural por causalista y histórico, porque carece,

como los enfoques interaccionistas, del filo crítico de la nueva criminología, ella sí

transformadora y libertaria. Es un

dato, sin embargo, que los efectos

...

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