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El proceso de colonización


Enviado por   •  4 de Agosto de 2011  •  Ensayos  •  1.080 Palabras (5 Páginas)  •  935 Visitas

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Al terminar el siglo XVII y a lo largo del XVIII se hizo el intento de consolidar la presencia española en el noreste del virreinato. Bajo la protección a veces no muy eficaz de guarniciones de soldados llamadas presidios, s e establecieron algunas haciendas y los primeros centros de población: Santa Rosa (hoy Múzquiz) en 1737, y San Fernando de Austria (hoy Zaragoza), en 1753. Los presidios fueron creados por orden real para resguardar los avances de la colonización.

Estos presidios, al igual que las misiones, frecuentemente cambiaban de lugar y de nombre.

La razón del establecimiento de los presidios resultaba justificada. Del norte, empezaron, gradual y continuamente, las incursiones de belicosos grupos de apaches lipanes y mezcaleros, desplazando o exterminando a los nativos chichimecas. Sobre los apaches, un historiador escribió:

“…se mueven sobre sierra, pradera y desierto con la misma rapidez. A pie son peligrosos, a caballo son temibles. No tienen sentido político, pero les guía un instinto que no resulta inferior en la práctica… No se incluye en sus prácticas educativas la evolución del intelecto: son todo brazos, piernas, fuerza, impulso…”.

Mientras tanto, a la entrada del siglo XVIII se encontraban establecidos tres presidios en Coahuila: Monclova, Santa Rosa y Río Grande.

Por otra parte, no hacía mucho se había abierto la ruta de colonización a la provincia de Texas. Otra de las obligaciones de los soldados presidiales era la custodia de los viajeros y colonos.

La lenta colonización se prolongó hasta principios del siglo XIX. El gobernador de la Provincia de Coahuila, Antonio Cordero y Bustamante, fundó Cuatro Ciénegas en 1800, y al año siguiente, Nava.

La Independencia

El levantamiento de Hidalgo en el pueblo de Dolores causó gran conmoción en el centro del virreinato y en pocos días la noticia se conoció en casi todas las principales ciudades de la Nueva España. A Saltillo la trajeron los comerciantes que llegaron el domingo 23 de septiembre a participar en la feria que anualmente se celebraba en la villa.

El rumor decía que “ en la región de San Miguel el Grande había ocurrido un levantamiento popular acaudillado por el cura de la parroquia de Dolores, don Miguel Hidalgo”. No se conocían entonces las causas ni las intenciones, ni se sabía de sus avances, ni su incremento. No obstante, el 23 de septiembre, lo que inició una semana antes en el curato de Dolores como un pequeño brote de rebelión, se había convertido en un ejército mal disciplinado de casi 65 mil individuos, que después de saquear Celaya se disponían a marchar sobre la rica ciudad de Guanajuato.

Seis días más tardó la noticia en llegar a Monclova, capital de la provincia.

Mientras tanto, el ejército insurgente cobró fuerza y aunque sufrió derrotas frente a los realistas, su poder no había disminuido. A mediados de noviembre, Mariano Jiménez solicitó y obtuvo de Allende la autorización para extender la revolución a las provincias del norte.

Las fuerzas de Coahuila, que entre soldados y voluntarios sumaban no más de 700 efectivos al mando del gobernador don Antonio Cordero y Bustamante, se encontraron el 7 de enero de 1811 en la hacienda de Aguanueva frente a los ocho mil hombres de Jiménez. Los soldados realistas, desalentados ante la superioridad de su enemigo, rindieron

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