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Evolucion De Los Sistemas De Produccion


Enviado por   •  2 de Marzo de 2014  •  1.728 Palabras (7 Páginas)  •  3.198 Visitas

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El mundo está siempre en constante cambio, la sociedad no es la misma de hace 200 años y el desarrollo tecnológico tampoco, debido a esto, los sistemas de producción han tenido que evolucionar con el paso del tiempo.

Comenzando la evolución de los sistemas de producción, se analizara como de la producción artesanal se paso a la industrial.

Fue hasta mediados del siglo XVIII que los talleres artesanales eran los que producían todo tipo de mercancías, las cuales eran consumidas en Europa. La producción de estos talleres era controlada por los artesanos y estos tenían a su cargo aprendices, mas sin embargo, los artesanos no dividían tareas, ellos fabricaban el producto de principio a fin y los aprendices una vez que lograban adquirir la técnica y el conocimiento, podían poner su propio taller. Además los mismos artesanos se encargaban de venderlos, usualmente su mercancía era exhibida en ventanas.

Pero en la segunda mitad del el siglo XVIII, con la primera Revolución Industrial (1750 a 1840) la economía basada en el trabajo manual, fue sustituida por otra dominada por la industria y la manufactura. En esta primera revolución hubo un cambio radical en los instrumentos de trabajo de tipo artesanal por nuevas máquinas. Las cuales podían aumentar la capacidad de producción y así satisfacer la creciente demanda de productos en esa época. La máquina de vapor fue una de las innovaciones tecnológicas más importantes, pues esta era movida por la energía del carbón.

Con la introducción de las maquinas, los artesanos perdieron mercado y tuvieron que unirse a las diversas fabricas de la época y recibir un salario por laborar en ellas.

Al pasar a la Segunda Revolución Industrial (1880 a 1914) hubo aun más cambios ya que se desarrollaron las industrias como la eléctrica, del petróleo y del acero. El hierro utilizado en las fábricas se sustituyo por el acero, el cual es más resistente. Así mismo se remplazo el vapor por la electricidad y el carbón por los derivados del petróleo. Con el uso del petróleo se creó el motor de combustión interna, que después dio lugar a la comercialización del automóvil, y con ello la producción en masa de bienes de consumo.

Debido a la complejidad de los nuevos procesos de producción, los sistemas organizativos ya no eran competentes y había que renovarlos. En esa época, no había una verdadera organización, prácticamente no existían normas de trabajo eficaces y los trabajadores laboraban a un ritmo lento. Las decisiones administrativas se tomaban “sobre la marcha”, basándose en la intuición. Los trabajadores eran colocados en los puestos con poco o ningún cuidado de acoplar sus habilidades y aptitudes con las tareas que el puesto exigía.

Pero también en esta época llego la ciencia a la industria precedida por Frederic W. Taylor (1856 – 1915). Este era un ingeniero y economista norteamericano, que creía que la administración de las operaciones debería ser enfocada como una ciencia. Taylor buscaba proporcionar un fundamento científico, basándose en la observación de los procesos y la medición y análisis de los mismos, con el objetivo de establecer la mejor manera de ejecutar los trabajos, y una vez que fueran determinados los métodos, éstos debían ser estandarizados para que fueran cumplidos por todos los trabajadores.

La finalidad de Taylor era maximizar la eficiencia de la mano de obra y de las máquinas y herramientas, mediante la división sistemática de las tareas, la organización racional del trabajo en sus secuencias y procesos, y el cronometraje de las operaciones, además de un sistema de motivación mediante el pago de primas al rendimiento, eliminando toda improvisación en la actividad industrial.

Taylor en sus estudios, concibe las bases teóricas de la cadena de montaje, la cual consiste en una cinta transportadora continua por la que circulan los productos en fase de fabricación, y donde cada obrero se dedicaría a una etapa especifica de la producción. Aunque Taylor no la volvió realidad, esta teoría fue retomada por Henry Ford, para la fabricación de automóviles, y fue él quien lo aplico con éxito.

Henry Ford siendo el principal accionista de la Ford Motor Company, estaba tratando de diseñar un automóvil que fuera fácil de producir y sencillo de reparar. Finalmente, en 1908 llegó a la fabricación del modelo T, que se trataba de un vehículo muy barato que, a diferencia de los coches producidos artesanalmente, estaba al alcance del norteamericano medio.

El proyecto de Ford consistía en fabricar automóviles sencillos y baratos destinados al consumo masivo de la familia media estadounidense. Ford aspiraba que el automóvil dejase de ser un patrimonio exclusivo de las clases acomodadas y se convirtiese en un objeto de consumo generalizado, al alcance de las clases medias.

Durante los cinco años siguientes, Ford buscó una mejor manera de construir el modelo T; buscaba más rapidez, reducción de costos y mayor eficiencia. Es así, como en 1913, llevando hasta el extremo las recomendaciones de la organización científica del trabajo de Taylor, Ford introdujo en sus plantas las cintas de ensamblaje móviles, que permitían un incremento enorme de la producción, pues la fabricación en cadena permitía ahorrar pérdidas de tiempo de trabajo, ya que los obreros no tenían que desplazarse de un lugar a otro en la fábrica. Al mismo tiempo, la dirección de la empresa adquiría un control estricto sobre el ritmo de trabajo de los obreros, regulado por la velocidad que se imprimía a la cadena de montaje.

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