Experimento Fallido

Respecto a los contenidos, impacto, estructura y características de los diversos programas que hoy en día nos ofrece la televisión, como son los Reality Shows, programas de deportes, programas de concurso y series americanas, son formatos que más allá de ofrecer temáticas de verdadero valor, sin embargo, desafortunadamente lo único que buscan es crear publicidad, y es que es a través del marketing como elevan sus ratings además de crear un pensamiento colectivo.

Este último punto señalado, se debe a que es tal la influencia que pueden ejercer los programas televisivos sobre los espectadores que llegan a manipularlos, cambiando ideas, pues en ocasiones los jóvenes y hasta los mismos adultos desvirtúan su propia cultura, adoptando otras, aquellas que nos presentan a través del televisor.

Cabe señalar que esas culturas, formas de hablar, modas y actitudes liberales influyen al televidente por el lado menos favorable, a veces todo ello conlleva a una descomposición social, se ha dejado atrás -ó tal vez siempre haya sido una falacia la existencia- de las tres principales reglas que deben cumplir los medios de comunicación: educar, entretener e informar.

Cuando hago alusión a la creación de un pensamiento colectivo, me refiero al caso particular de los programas de deportes, los cuales a través de los comentaristas logran que la afición crea que es verdad lo que se está narrando, el espectador pierde la capacidad de discernir la realidad del mundo virtual de la televisión, y se vuelven apáticos, pues no analizan el trasfondo de cada contenido convirtiendo en un dogma los comentarios de los “expertos en el tema de los deportes”.

En cuanto a los programas de concurso, como ya se había comentado durante la exposición, podrían tener otro enfoque, tal vez en cuanto al ámbito educativo, solo que se tendrían que rediseñar para crear la posibilidad de que el target acrecenté su acervo cultural, muchos de estos programas son vistos por miles de personas, debido a la adrenalina que se genera en ese lapso de preguntas y respuestas, aunque en el caso de los certámenes de belleza, creo que se deben tener ciertos límites, pues la niñez está siendo víctima de los estereotipos que se marcan como una pauta en las diferentes televisoras.

Finalmente en el tenor de las series americanas, algunas dejan mucho que desear, pues nos presentan a la típica familia estadounidense, en la cual ni los valores, ni la moral y muchos menos la educación son parte de la vida cotidiana de los personajes como Malcom o Barth Simpson, es el reflejo de la sociedad norteamericana, donde además de ello, exaltan a la discriminación y la mediocridad; algunas otras tienen aspectos rescatables sin embargo son muy pocas, lo peor es que en nuestro país no hay buenas series para presentarlas a la sociedad.

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