ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

La Servidumbre En La Edad Media


Enviado por   •  21 de Noviembre de 2011  •  1.856 Palabras (8 Páginas)  •  1.532 Visitas

Página 1 de 8

LA SERVIDUMBRE EN LA EDAD MEDIA

Historia de la servidumbre (introducción del trabajo)

El origen de la servidumbre se remonta a los últimos años del Imperio romano. En las guerras de la crisis del siglo III, muchos labradores abandonaron o vendieron sus tierras, y la propiedad recayó en propietarios que, juntando muchas, las convirtieron en latifundios, y empezaron a explotarlas mediante arrendatarios (colonos, coloni en latín). Estos arrendatarios trabajaban en estas tierras una parcela para su propia subsistencia, pagando un alquiler, y además debían trabajar para el terrateniente (más adelante señor), sin cobrar, en sus campos privados para la siembra y para la cosecha. Por medio de este arreglo no pagaban directamente los tributos de la tierra, haciéndolo en teoría el señor feudal. También en ciertas zonas se creó como una forma de protección militar de los campesinos libres, al aceptar estos someterse a un señor a cambio de su trabajo o productos agrícolas como forma de tributación. Debido a los términos del alquiler y el deterioro de la economía romana, el colono fue incapaz de pagar sus rentas y estuvo limitado a las propiedades por la deuda.

En 322, un edicto de Constantino estableció las características de lo que sería en el futuro la servidumbre. El colono no podía marcharse o casarse fuera del latifundio sin el permiso del señor, y cualquier niño de la colonia también era un colono. Sin embargo, el señor no podía desahuciar a sus colonos ni incrementar arbitrariamente sus alquileres y deberes tradicionales. De esta manera el colono tenía algo seguro a pesar de su limitada existencia.

Feudalismo (siervos)

"Yo me doy al señor pero quedo dueño de una tierra, y una casa, y mi familia permanecerá allí toda la vida"

la servidumbre etimológicamente proviene del latin “servitus” significando una sumisión o restricción de la autoridad

La voz siervo (del latín servus) designa una forma de vinculación social y jurídica -típica del feudalismo- entre una persona, generalmente un campesino, y un señor feudal, quedando sujeto a su señorío.

Durante la Edad Media, un siervo era una persona que servía a un noble en unas condiciones, que en la actualidad se considerarían próximas a la esclavitud. El señor feudal tenía la potestad de decidir en numerosos asuntos sobre la vida de sus siervos, y sobre sus posesiones.

El estatus del siervo se diferenciaba en la práctica poco del esclavo. La diferencia principal consistía en que no podía ser vendido por separado de la tierra a la que trabajaba, en general, y jurídicamente era un hombre libre.

También debe evitarse la usual confusión con vasallo, que está sometido también a un señor, pero mediante una relación política y militar entre miembros del mismo estamento, es decir: es un noble (o un eclesiástico) y por tanto un privilegiado, mientras que el siervo pertenece al Tercer Estado, común o pueblo llano.

Característico de la servidumbre de un siervo era el conjunto de obligaciones consignados tales como la incapacidad del siervo de adquirir o vender bienes raíces, sometimiento a la autoridad política, judicial y fiscal del señor feudal, obligación de prestar servicios militares a su señor y la entrega de parte de su trabajo o producto. La condición de siervo era hereditaria y no podía abandonar su tierra sin el permiso de su señor.

Normalmente, cuando predominaba la servidumbre, la tierra por sí sola no podía ser vendida, debido a que estaba asociada con poderes políticos (de la misma manera que el Rey de España no puede vender España). En cambio, la tierra podía ser transferida mediante guerras o esponsales.

Relaciones entre siervo y señor

No obstante esta ventaja de la servidumbre sobre la esclavitud, menester es considerar lo siguiente:

• Apenas había otra relación entre señores y siervos que las de completa y omnímoda dependencia.

• Relaciones tiránicas, según el momento histórico que se considere, como cuando los señores decían: "mi hombre es mío, puedo cocerlo y asarlo", o cuando sucedía como los de Aragón respecto de los colonos de "signo-servicio", hasta matarlos de hambre, sed y de frío (según un autor de aquel tiempo citado en una obra de F.Laurent (autor de entre otras cosas de "Principii di diritto civile", Milano, 1910-1922, 41 volumenes o "Estudios sobre la historia de la humanidad", Madrid, 1875-80, 18 volumenes), no tenían fin las lagrimas de los siervos.

Las prestaciones que se imponían al los hombres libres sin nobleza ( todas las que se van a citar también se imponían a los siervos), eran las siguientes:

• Pagaban derechos al señor, por lo siguiente:

• Pastar sus ganados en las dehesas del señor.

• Hacer leña en los bosques, pescar o cazar.

• Moler en su molino.

• Cocer en su horno.

• Estaban obligados a servicios corporales:

• Unos militares, como la guardia y la ronda en el castillo.

• Otros agrícolas, como el carretear para el señor ciertos días de la semana, la mano de obra, las corveas y el trabajo en el monte.

Todas estas prestaciones, como ya se ha dicho, se imponían tanto a los villanos como a los siervos, existiendo la siguiente diferencia:

• Las de los siervos eran arbitrarias y más humillantes y opuestas a la dignidad humana.

• Las de los villanos eran más tolerables y fijas, por contratos que comúnmente se cumplían, más no pocas veces se quebrantaban.

En cuanto a lo que se asemejaba a los libres o no libres o siervos, era lo siguiente:

• Ni los unos ni los otros tenían la libre propiedad de la tierra

• No gozaban de ninguna clase de libertad política.

Correspondía la propiedad de la tierra y la libertad política:

• A los propietarios de alodios.

• A los propietarios de grandes beneficios.

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (12 Kb)  
Leer 7 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com