POR UN PAIS AL ALCANCE DE LOS NIÑOS

somos el resultado, somos el vivo ejemplo y además hemos vivenciado una transformación, transformación desde nuestras raíces desde aquellos antepasados que nos infundieron una manera de vivir,

La identidad colombiana la conocemos con la llegada de los primeros españoles cuando vinieron a gobernar nuestro país, alterando la cultura y las creencias del país.

Dejándonos con creencias que hoy en día no nos aclara cuales son nuestros orígenes, sin saber de aquellos resultados esperados, y sin lograr de nuestro país, un país desarrollado, solidario, y en vías de ser feliz, que es lo fundamental para la educación de nuestros niños.

Hoy nos trasladamos a la realidad que a lo largo de la historia que se ha transformado, y ha tomado un rumbo muy diferente a lo esperado para el crecimiento de las mentes de aquellos niños.

La ignorancia y la mediocridad en la que vivimos, no deja dar paso a la oportunidad de adaptarnos a las mentes y sueños de los niños que a futuro son quienes pueden lograr un país mejor, conseguir aprovechar y engrandecer la belleza y riqueza natural del país y convertir de el un lugar hermoso y agradable.

Pero tan solo nos adaptamos a ver fracasar la educación en Colombia, y no nos preocupamos por darle una mirada a los errores y dar un granito de arena para mejorarlo y hacer Una vida sin vendas y una vida que va más allá de lo que nosotros vemos, ligados a la posibilidad de descubrimiento y aprendizaje ligada a lo que nos ha marcado y transcurrido generación tras generación, es la manera de lograr que sean auto críticos y proyectarse a requerir más conocimientos y educación.

CONCLUSIÓN

Los principales esfuerzos para cambiar la imagen y la educación en Colombia o por lo menos para aquellos pequeños que son una nueva generación, es dirigirlos a borrar esos aspectos violentos y rencorosos que impregnan nuestra identidad.

Colombia debe preocuparse por una educación fortalecida con nuestras verdaderas raíces y con ambientes sanos o, por lo menos, utilizar la creatividad, el deseo de triunfo personal y la aventura del viaje como instrumentos de desarrollo solidario. Ese parece ser el objetivo de toda educación que se proponga en Colombia.

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