Revolución Industrial

Revolución Industrial hasta Inicios Siglo XX

Últimamente me he puesto a pensar sobre las cosas que han hecho que estemos aquí, tal vez ni siquiera pasa por nuestra mente, pero la historia nos ha marcado a lo largo de la vida y lo seguirá haciendo; las cosas que han ocurrido, las cosas que ocurren y las cosas que ocurrirán, siempre dejarán mucho de que hablar. He pensado también que los diseñadores dejamos a un lado lo que la historia nos dice y nos dejamos llevar más por el hecho de que un diseñador debe ocuparse de su actividad intelectual, técnica y creativa; lo cierto es, que la historia nos dice mucho y no sólo nos dice, nos ubica, sobre todo en el tiempo y espacio en el que se encuentra el diseño y ubicar más que nada nuestro papel como diseñadores, yo creo que esto es lo más importante: conocer para aprender. Y pues partiendo de esto ahora si podremos empezar a hablar sobre que nos dice la historia, pero, ¿Y a nosotros los diseñadores industriales que nos puede decir la historia?, o ¿De qué nos puede servir?, la verdad es que yo creo que mucho; partamos entonces a partir de la Revolución Industrial.

La Revolución Industrial sabemos que fue un proceso de evolución, de cambios, que condujo a que la sociedad dejara de trabajar por su propia mano o en su forma tradicional y comenzara a trabajar con máquinas o por procesos de producción mecanizados para fabricar bienes a gran escala, sabemos también que comenzó en Inglaterra a mediados del siglo XVIII, pero también se le atribuye que fue una época donde surgieron nuevas tecnologías e instrumentos que sin duda alguna cambio la vida de la gente, no sólo laboral y técnicamente, sino política, económica y socialmente.

La gente comenzó a ver grandes cambios para sus vidas, la llegada de la máquina de vapor, el ferrocarril, la maximación de producción principalmente en textiles y los sistemas de transporte, entre muchas otras, empezaron a tomar auge en la sociedad. Inglaterra comenzó a adquirir expansión hacia otros países en lo que se refiere a la industrialización o desarrollo industrial, presentaba las condiciones óptimas para el despegue industrial, ya que contaba con el hierro y el carbón necesarios, un transporte adecuado para distribuir las mercancías y el dominio marítimo para controlar las rutas y proveerse de las materias primas que necesitaban.

Los cambios políticos no se quedaron atrás pues se adoptó el capitalismo como sistema económico.

Esta nueva manera de trabajar, dio nacimiento a una gran diferencia entre los ricos: dueños de fábricas (burgueses) y los pobres: obreros marginados y sometidos a la explotación patronal, sin leyes laborales que los protegieran. Trabajaban en las fábricas, no sólo los hombres por muy bajos salarios, en condiciones deplorables, con jornadas agotadoras, sino también mujeres embarazadas y niños, a los que

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