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TEORIAS CONTEMPORANEAS EN EDUCACIÓN


Enviado por   •  29 de Noviembre de 2014  •  2.272 Palabras (10 Páginas)  •  318 Visitas

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Ensayo

“TEORÍAS CONTEMPORÁNEAS EN EDUCACIÓN”

La educación no crea al hombre, le ayuda a crearse a sí mismo.

Maurice Debesse

Palabras clave: teorías contemporáneas, aprendizaje, educación, paradigmas, autorrealización.

Presentación

Pensar en la educación desde la visión de las diferentes teorías contemporáneas es de alguna manera revisar nuestra propia formación, debido a que éstas han estado insertas en algunos procesos de nuestra vida.

Si hablamos del paradigma conductista, múltiples formas de educar en los hogares de nuestro México están permeados de los recursos que este paradigma marca, insertándose incluso en nuestras instituciones educativas, los sistemas E-R han permanecido por muchos años inmersos en nuestros espacios. Y aún cuando las últimas reformas educativas se han centrado en el proceso de la educación al alumno, es preciso reconocer que en la práctica real, las exposiciones orales, los dictados, el aprendizaje memorístico y su verificación a través de un examen de las mismas características, siguen ocurriendo en algunas instituciones educativas, como lo marca la metodología conductista.

Pensemos además en los mismos diseños de las aulas de clase, por ejemplo las bancas binarias o individuales siguen muchas veces organizadas en torno a atender instrucciones del docente, dirigidas hacia él y sin la movilidad que implica el aprendizaje entre pares que propone el paradigma Cognoscitivista.

Aún cuando hablamos de teorías educativas de los dos últimos siglos, vemos como varias de ellas se mezclan en nuestro desempeño profesional y en el de muchos compañeros, cuando se hace conforme a una estructura unidireccional, reforzando conductas aceptables socialmente, que generan aprendizajes poco significativos y duraderos, aún cuando desde hace casi dos siglos ya Decroly proponía “una enseñanza de la vida y para la vida”.

Por lo que hoy en día, debemos establecer procesos reflexivos que nos permitan establecer estrategias de intervención más pensadas en razón de ese sujeto que se ha depositado en nuestras manos, dándole un trato humano y no aquel que responda únicamente a la formación de un esquema de competencias que atiendan al sistema sociopolítico actual.

Desarrollo

Hablar de la educación nos remite históricamente hasta los clásicos como Sócrates, Platón y Aristóteles, siendo este último quien sistematiza el pensamiento filosófico y educativo de la antigüedad. Ideas trascendentales podemos recuperar de ellos, como lo es generar el conocimiento a través de la Mayéutica, que fue el método Socrático; el hecho de educar no solo la mente, sino el cuerpo y la ya denominada alma por Platón y en el caso de Aristóteles, bien llamado padre de la psicología, reconoceremos las bases para establecer una sistematicidad en el proceso de aprendizaje.

Actualmente se pretende que el docente reconozca al niño como un sujeto sensible, capaz de producir ideas y hacer uso de múltiples recursos del pensamiento y no solo de la memoria. Hoy día, se trata de rebasar el pensamiento de que el niño aprende solo a partir de la experiencia.

En este sentido, nuestro conocimiento de las teorías educativas nos provee los elementos para echar mano de una diversa gama de posibilidades de intervenir para lograr que el otro aprenda, más allá de la construcción de asociaciones E-R como pretende el conductismo (Watson 1913). Ya que aún cuando como educadores precisamos incidir en la conducta, no podemos dejar de mencionar que el ser humano no es sólo conducta manifiesta, sino también está presente aquello que no se puede ver, y quien recupera este carácter más holístico y un tanto empático, es el paradigma humanista, que ya tomaba en cuenta no solo al sujeto, sino a su contexto interpersonal y social, su experiencia, su capacidad de elegir y decidir, reconociendo que todo esto puede vincularse mientras el sujeto aprende.

En este sentido, es importante rescatar una de las finalidades de la educación, la cual afirma que “el hombre tiende en forma natural a su autorrealización” (Maslow 1988). Cuando se habla de autorrealización estamos integrando al contexto educativo un carácter personal y humano, que no sólo tiene que ver con la programación de actividades para lograr que el alumno adquiera un aprendizaje o un cambio de conducta determinado, en este proceso estamos ya aludiendo a la conciencia del sujeto, a su deseo de existir en el mundo bajo una decisión intencional. Entonces es aquí donde sí cuenta la experiencia, si cuenta la enseñanza del docente, pero hay mucho más de donde la persona puede echar mano para construir su aprendizaje, y es aquí donde el corpus teórico de los paradigmas educativos nos resulta de suma importancia.

En este marco, aspectos como el aprendizaje significativo toma ya vital importancia (Rogers 1978), dado que lo que se aprende (no lo que se enseña) tiene directa relación con las potencialidades de la persona, estimuladas por el educador, quien es capaz de facilitar al otro la posibilidad de autodirigirse y fomentar su aprendizaje en la medida de sus posibilidades.

De alguna manera cuando Heidegger dice que el acto educativo es parte del libre albedrío, nos habla de un acto compartido, por lo que como docentes, en este periodo habremos de reconocer que no somos quienes controlamos el acto del aprendizaje. Cuando Heidegger dentro del paradigma humanista habla del ser en el mundo, también nos permite concebir al sujeto en posibilidad de determinar su propia formación y en ese sentido, reconozcamos que es aquí donde hay una limitante para un educador, ya que éste sólo podrá incidir en el ser, hasta donde el alumno lo requiera de acuerdo a su proceso de autorrealización. Husserl y Kierkegaard también en esta etapa de transición del existencialismo, al existencialismo psicológico, reconocen que el ser humano debe hacer un ejercicio de libertad para conseguir lo que desea, por tal hecho, él es quien tiene que poner en juego todo su potencial para lograrlo. La cuestión en el acto educativo, como lo marca la teoría Cognoscitivista es que cuando un alumno no desea aprender lo que un programa enuncia, hay que generar en él la denominada incentivación, cuyo proceso es también complejo, y como no serlo cuando la autorrealización debe incorporar procesos de carácter moral, creativo, de aceptación, resolución de conflictos, autorreconocimiento, confianza, respeto, éxito, amistad, afecto, etc., aludiendo aquí a la pirámide de necesidades presentada por Maslow.

La concepción de enseñanza y aprendizaje manejada por el docente obviamente orientará la idea de lo que el alumno puede y quiere llegar a ser, en el desarrollo de su autorrealización,

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