LA PRODUCTIVIDAD DE LAS NUEVAS FUERZAS LABORALES

LA PRODUCTIVIDAD DE LAS NUEVAS FUERZAS LABORALES

Al hablar de productividad nos referimos a un indicador de eficiencia el cual relaciona la cantidad de recursos utilizados con la cantidad de producción obtenida en un periodo de tiempo. Este concepto es fácil de medir cuando hablamos de trabajadores que hacen y mueven objetos, pero cuando hablamos de trabajadores de conocimientos y servicios, este concepto se mide diferente y se ve reflejado en la productividad de una economía desarrollada.

Los trabajadores de conocimiento han aumentado con los años, siendo hoy en día una proporción muy importante de la fuerza laboral. Pero contrario a lo que se creería, la productividad de estas personas, está disminuyendo en lugar de aumentar, esto se debe a la cantidad de tareas que tienen que desarrollar las personas, que no contribuyen con el rendimiento de su labor principal (por ejemplo diligenciar gran cantidad de papeleo).

En el trabajo de conocimiento la tarea tiene que determinarse. Es muy importante definir claramente qué es lo que se espera de ese trabajo, así como definir qué tipo de equipo humano es apropiado para esa labor en particular; La mayor parte del trabajo humano se lleva a cabo en equipos. Para que el trabajo sea productivo, es necesario organizarse en el equipo apropiado; esto no garantizará la productividad por sí solo, pero el equipo inapropiado la destruye. Otro factor importante para la productividad en el trabajo del conocimiento y de servicios es la concentración en el cargo y en la tarea, por lo tanto se requiere la eliminación de cualquier actividad que no contribuya al rendimiento; bajo este enfoque, la máquina sirve al trabajador.

La productividad en el trabajo de conocimiento y de servicios exige que incorporemos el aprendizaje continuo en el oficio y en la organización, por lo tanto éstas deben convertirse en medios para el aprendizaje y enseñanza. Siendo su función primordial hacer productivos los conocimientos adquiridos. Cuanto más especializados sean los conocimientos más eficientes serán las organizaciones. Por lo tanto, el conocimiento en manos de un especialista necesita de una organización para producir resultados; En realidad, hoy en día, el conocimiento no es sinónimo de profesionalismo, sino un requisito que debe cumplir la mayoría de los trabajadores para poder entrar en el mercado laboral, ya que la ciencia y la tecnología se emplean directamente en la producción, de ahí nace el concepto de capital intelectual que hace referencia al conjunto de activos intangibles de la empresa basados en el conocimiento y este a su vez el productor del capital económico y organizacional; el capital intelectual está formado por el capital humano, el capital estructural y el capital relacional; el capital humano se refiere al conocimiento, competencia, valores y potencial innovador de los individuos; el capital relacional se refiere a la economía de mercado, incluye los canales de distribución, alianzas, capacidad de generación de ideas de sus clientes y proveedores y el capital estructural consiste en la capacidad de cambio, el liderazgo de los gerentes, la planeación estratégica, patentes y todo aquel valor intangible como ventaja de competitividad; los tres capitales (humano, estructural y relacional) se convierten en capital financiero y equivale al 10% del capital empresarial, en otras palabras lo visible (estructuras físicas, muebles, maquinaria, etc) no es

realmente lo valioso, el capital oculto (Capital humano, relacional y estructural) equivale al 90%, lo que indica que la valorización del conocimiento es la base del éxito organizacional.

Para mejorar la productividad de los trabajadores de conocimiento y de servicios, se requieren cambios fundamentales en la estructura de las organizaciones. Actualmente muchos servicios se contratan fuera de la organización, sobre todo labores de apoyo como el mantenimiento y el trabajo de oficina, esto con el fin de volver más productivos a los trabajadores de servicios. Este tipo de contratación no solo se hace por lo mencionado anteriormente sino para brindar oportunidades de ingreso a los trabajadores de servicios y porque obtienen mejores resultados al enfocarse directamente en la misión de su cargo, adicional las organizaciones que subcontratan o tercerizan servicios lo hacen porque desean especializarse en la prestación pura de su labor o en la elaboración específica y del producto, se enfocan en la misión y visión organizacional pasando a un segundo plano todos los servicios de apoyo, por tanto la carga prestacional desagregada contribuye con la reducción de los costos operacionales y los niveles de eficiencia, eficacia y efectividad se verán reflejados en el aumento de la productividad al utilizar menos recursos en este caso económicos y obtener los mismos o mayores resultados por la especialización de las actividades.

Otro factor clave, para el aumento de la productividad consiste en la implementación de las teorías motivacionales para el desarrollo de las tareas; las organizaciones debe diseñar estrategias en las cuales las metas organizacionales formen parte de las metas individuales y el cumplimiento de estas se deriven en satisfacción laboral y no en motivación laboral, elementos tales como autonomía, nuevos retos, realimentación, capacitación, estabilidad, reconocimiento y disminución de actividades repetitivitas se convierten en elementos que suman al factor productividad.

La competitividad empresarial ha generado a lo largo de la historia evolutiva de las organizaciones una búsqueda insaciable e inagotable de nuevas alternativas que permitan subsistir y sobresalir en el medio, tratando de obtener factores diferenciales que se conviertan en ventajas y estas a su vez en recursos económicos.

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