Perdida El Libro

Brutal, magnifica, increíble, sorprendente… ¡y diez mil quinientos adjetivos positivos más! Perdida, ha sido todo un descubrimiento para mí. De hecho, ya se encuentra liderando mi Top Ten de las lecturas de este año. Uno de esos libros que, por su narración, por las reflexiones que plasma la autora, por la retorcida personalidad de los protagonistas, consigue llegarte de un modo diferente a todos los demás. Porque ese eslogan que preside la cubierta “Nunca has leído nada igual”, en parte es muy cierto. Perdida no es un libro de intriga o misterio al uso, ni siquiera estoy segura de que deba catalogarse dentro de esas categorías porque, en realidad, es mucho más.

Ya desde el comienzo, en la primera línea, te das cuenta de que no va a ser un libro normal, al menos no en el sentido de que la autora se dedique a profundizar en los problemas comunes de la gente corriente, aunque sí es cierto que Gillian Flynn se toma la licencia para destripar, ahondar y retorcer a su antojo sobre un tema difícil: las relaciones de pareja. Y su exquisita pluma consigue el resto, la fuerza, las frases punzantes que dejan al lector consternado y, aun mismo tiempo, maravillado. Por poneos un ejemplo, me voy a tomar la libertad de exponeos el primer párrafo de esta increíble novela:

“Cuando pienso en mi esposa siempre pienso en su cabeza. Para empezar, en su forma. Lo primero que vi de ella, la primera vez que la vi, fue la parte trasera de su cráneo. Sus ángulos tenían algo de adorable. Como un duro y brillante grano de maíz o un fósil en el lecho de un río. Tenía lo que los victorianos habrían descrito como <<una elegante cabeza torneada>>. Resultaba bastante fácil imaginar su calavera.

Reconocería su cabeza en cualquier parte.

Yo lo que hay en su interior. También pienso en eso: su mente. Su cerebro, con todos sus recovecos, y sus pensamientos yendo y viniendo por dichos recovecos como rápidos y frenéticos ciempiés. Como un niño, me imagino abriéndole el cráneo, desenrollando su cerebro y examinándolo cuidadosamente, intentando apresar e inmovilizar sus ocurrencias <<¿En qué estás pensando, Amy?>>. La pregunta que más a menudo he repetido durante nuestro matrimonio.”

¿No os parece fascinante como la autora hurga en las reflexiones más profundas de sus personajes? A mí, como os digo, me ha impactado mucho su forma de escribir. Creo que, más allá de la historia, de los protagonistas perfectamente creados, del ritmo increíblemente bien llevado… sin duda, la escritura de Gillian Flynn es lo que ha terminado por conquistarme y, desde ya, la coloco en lo más alto de mis autoras a las que seguirle la pista; no tengo dudas de que leeré cualquier libro que saque a la venta.

Pero vamos a lo que vamos que, con la emoción, esta reseña se me está yendo de las manos y no os estoy contando sobre qué va a la historia y por qué tenéis que leerla. Así que voy a intentar responder ambas preguntas a continuación:

La película llegará a los cines en Octubre.

¿Cuál es el argumento de Perdida? Y aquí es donde os contesto que la premisa de esta novela es bastante sencilla e incluso habitual en libros de intriga o policiacos. Amy Eliott, la esposa de Nick Dunne, ha desaparecido sin dejar rastro el día en el que se cumplía su quinto aniversario de boda. No se sabe nada de ella, más allá de que en el lugar donde desapareció (su propia casa), se encontraron signos de un claro enfrentamiento.

A partir de este punto, la policía comienza a investigar el caso, los reporteros ansiosos de información se desplazan hacia el pequeño pueblo, a orillas del Mississippi, donde ha ocurrido el suceso y, lo más importante, el esposo de la desaparecida, Nick Dunne, se prepara para estar en el punto de mira porque, sin duda, su frialdad y sus actos, conducen a pensar que él es el principal sospechoso. Ahora bien, la pregunta que el lector se hará multitud de veces a lo largo de la novela es, ¿asesinó Nick Dunne a su esposa?

¿Por qué deberíais leer esta historia? Muy fácil. Olvidaos de la sinopsis y del resumen que os acabo de hacer. Perdida esconde mucho más que una desaparición y un esposo con la palabra culpable

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