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EL PRINCIPE DE NICOLAS MAQUIAVELO


Enviado por   •  24 de Abril de 2015  •  2.327 Palabras (10 Páginas)  •  313 Visitas

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“LOS PRINCIPADOS”

Todos los estados, todas las denominaciones que han ejercido y ejercen soberanía sobre los hombres, han sido y son republicas o principados. En la mayoría de los casos los principados hereditarios cuando una misma familia ha reinado en ellos por largo tiempo o nuevos cuando son dominios adquiridos a través de armas propias o ajenas o por la suerte o por la virtud. Al ser un principado hereditario si el príncipe es de mediana inteligencia, se mantendrá siempre en su estado a menos que una fuerza arrolladora lo arroje a el, y aunque esto último sucediese, solo tendría que esperar, para reconquistarlo, a ser el Príncipe por naturalidad y amado por su pueblo no cae en necesidad de ofender u oprimir al pueblo para que estén a favor de él. Al caer en el nuevo principado o el principado mixto recaen en ellos la dificultad que estriba en que los hombres cambian con gusto de señor, creyendo mejorar; y esta creencia los impulsa a tomar las armas contra él; en lo cual se engañan, pues luego la experiencia les enseña que han empeorado.

De modo que si tienes de enemigos a todos los que has ofendido al ocupar el principado, y no puedes conservar como amigos a quienes te han ayudado a conquistarlo, las colonias no cuestan que sean más fieles y entrañan menos peligro; y que los damnificados no pueden causar molestias, porque son pobres y están aislados. El príncipe que anexe una provincia costumbres, lengua y organización distintas a las de la suya debe también convertirse en paladín y defensor de los vecinos menos poderosos, ingeniarse para debilitar a los de mayor poderío y cuidarse de que bajo ningún pretexto entre en su estado un extranjero tan poderoso como él.

Un ejemplo muy claro es el método que utilizaron los romanos en la época de Antíoco ellos se preocuparon de los desórdenes presentes y de los futuros para así evitar a cualquier precio los primeros y así dar el ejemplo de que los males nacen en el estado pero cuando se les descubre a tiempo, lo que solo es dado al hombre sagaz, se los cura pronto, pero ya no tienen remedio cuando, por no haberlos advertido se los deja crecer al grado de ser incontrolables. Uno de estos ejemplos muy claro fue Luis quien cometió pues, cinco faltas para lograr el control, aniquilo a los débiles, aumento el poder de un poderoso de Italia (La iglesia), introdujo en ella a un extranjero más poderoso aun (España), no se estableció en el territorio conquistado ni tampoco fundo colonias.

Rompió así la regla general del principado, que el que ayuda a otro a hacerse poderoso causa su propia ruina.

“COMO GOBERNAR CUIDADES O PRINCIPADOS SEGUN SUS PROPIAS LEYES”

Hay tres modos de conservar un estado que, antes de ser adquirido estaba acostumbrado a regirse por sus propias leyes y a vivir en libertad: primero, destruirlo; después radicarse en él y por último, dejarlo regir por sus leyes, obligarlo a pagar un tributo y establecer un gobierno compuesto por un corto número de personas, para que se encargue de velar por la conquista.

Puesto que hay otros modos de llegar a príncipe, nos referimos, primero, al caso en que se asciende al principado por un camino de perversidades y delitos; y después, al caso en que se llega a ser príncipe por el favor de los conciudadanos. Podría alguien preguntarse entonces porque Agatocles y otros de su calaña, a pesar de sus traiciones y rigores sin número, pudieron vivir durante mucho tiempo y a cubierto de su patria, sin temer conspiraciones, y pudieron a la vez defenderse de los enemigos de afuera, otros, en cambio, no solo mediante medidas tan extremas no lograron conservar su estado en épocas dudosas de guerra, sino tampoco en tiempos de paz.

Creo que depende del bueno o mal uso que se hace de la crueldad. Entonces son bien empleadas las crueldades cuando se aplican de una sola vez por absoluta necesidad de asegurarse y cuando no se insiste en ellas, sino, por el contrario, se trata de que las primeras se vuelvan todo lo beneficiosas posible para los súbditos, mal empleadas son las que, aunque poco graves al principio, con el tiempo antes crecen que se extinguen.

“DEL PRINCIPADO CIVIL”

Aquel caso en el que un ciudadano, no por sus crímenes ni violencia, sino gracias al favor de sus compatriotas, se convierte en príncipe. El estado así constituido puede llamarse principado civil. El llegar a él no depende por completo de los méritos o de la suerte; depende, más bien de una cierta habilidad propiciada por la fortuna y que necesita, o bien apoyo del pueblo, o bien de los nobles. Porque en toda ciudad se encuentran estas dos fuerzas contrarias, una de las cuales lucha por mandar y oprimir a la otra, que no quiere ser mandada ni oprimida. Y del choque de las dos surge uno de tres efectos: o principado, o libertad, o licencia.

El principado pueden implantarlo tanto el pueblo como los nobles, según que la ocasión se presente a uno o a otros. Los nobles, cuando comprueban que no pueden resistir al pueblo, concentran toda su autoridad en uno de ellos y lo hacen príncipe para poder así, darle rienda suelta a la sombra a sus apetitos. De igual forma cuando el pueblo se da cuenta que no puede contra los grandes le hace a uno de ellos príncipe para que los defienda. Cuando un príncipe llega a serlo por ayuda de los noble le cuesta más trabajo mantener su posición de los que han llegado por ayuda del pueblo ya que los nobles se consideran sus iguales y por tal motivo es más difícil mandarlos como él quisiera. Mientras que aquel que llega por favor del pueblo se vuelve única autoridad y no tiene necesidad más que satisfacer al mismo ya que son más honestos, ya que un príncipe no puede jamás dominar a un pueblo que tiene por enemigo ya que son muchos los que lo forman.

“DE LOS SOLDADOS AUXILIARES MIXTOS Y PROPIOS”

Las tropas con las que un principado se defiende pueden ser propias, mixtas, auxiliares y mercenarias.

Dice Maquiavelo que las tropas mercenarias son inútiles porque están con el príncipe por la paga se hacen famosas por su bravura y cuando es hora de demostrarla fallan y llevan el príncipe a la ruina

Sin contar con que los capitanes siempre quieren tener el poder por eso es mejor tener milicias propias dirigidas por el príncipe en persona o por un ciudadano con aptitudes para la guerra.

Cuando se piden tropas auxiliares a otro príncipe se corre el riesgo de perder la guerra o si gana puede que dar prisionero de ellas ya que solo les son útiles a sus amos

En suma a las mercenarias hay que temerles por las derrotas y a las auxiliares por los triunfos es por eso que un príncipe prudente prefiere perder

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