Influencia De La Gastronomia Francesa En La Mexicana

Introducción:

Para comenzar, haré mención de los motivos que me impulsaron a investigar acerca del tema “La influencia de la gastronomía francesa en la Mexicana”. Elegí este tema, principalmente porque anteriormente estudie la carrera de Artes culinarias y porque para mi es interesante conocer aún más sobre la historia culinaria que ha tenido México.

Mi objetivo al realizar este ensayo es dar a conocer los sucesos y cambios ocurridos a lo largo de la historia acerca de la gran influencia que tuvo la comida francesa en la mexicana, así como dar ejemplos; tales como platillos, bebidas y menús. Para cumplir mi objetivo utilizaré el método analítico, ya que todas mis fuentes investigadas son de libros, folletos y páginas web.

Mi meta es que el lector esté informado acerca de los hechos que se dieron a lo largo de la historia, así como también que le quede claro la definición de los siguientes términos:

-Decimonónico: Perteneciente o relativo al siglo XIX. Anticuado, pasado de moda. -Inusitadas: adj. No usado, desacostumbrado. (Real Academia Española)

La hipótesis que intento defender en este trabajo se resume en un básica y sencilla pregunta: ¿Qué beneficios o consecuencias ha tenido México a partir de la llegada de la influencia culinaria francesa?

La influencia de la comida francesa en la mexicana

De la independencia al porfiriato

La mayoría de los mexicanos sabemos que dentro de la gastronomía de México existen diferentes influencias por parte de la gastronomía Europea. Existe una gran diferencia entre los cazadores que comparten su presa junto a una fogata, y una familia que se reúne a ver una película rentada alrededor de la pizza que le han llevado hasta su casa; pero a su manera, cada sociedad y cada época han compartido la misma necesidad de hacer compatible la comida y la convivencia, aunque no siempre sea posible. Con esto estamos enterados de que las necesidades por lo regular han sido las mismas hasta la actualidad, pero de diferente forma.

Para los mexicanos de hace doscientos años, comer en un restaurante o tomar una copa en un bar, eran prácticas completamente inusitadas. Hoy en día es algo que se realiza con mucha naturalidad. Esto dio origen a que existieran nuevas maneras de comer y convivir en el México decimonónico y estas fueron impulsadas por distintos cambios sociales, un ejemplo claro fue el fortalecimiento de las nuevas clases urbanas que permitió que se establecieran los cafés y restaurantes con un estilo Europeo, donde los participantes y clientes, además de consumir lo que ahí se vendía, conformaban un nuevo mapa de identidades y ubicaciones sociales.

Durante ese siglo no era ninguna novedad comer y beber en compañía de parientes, amigos o inclusive otra clase de grupos sociales, pero con esto fue que hasta la segunda mitad de aquel siglo llegó a ser una costumbre hacerlo en un restaurante, en un café o un bar. Antes de que todos estos diferentes negocios empezaran a colocarse o establecerse, las familias sólo comían fuera de su casa y si eran invitadas por amigos a sus hogares. Esto no quiere decir que reunirse a comer, beber y convivir se haya convertido en una práctica exclusivamente doméstica. En el otro extremo estaban las calles, las plazas y las iglesias, escenarios que eran los favoritos de las festividades religiosas o patrióticas, era de esperarse que nunca faltaban las cocinas ambulantes.

Entre la casa y la calle había también otros lugares de comida y convivencia, tales como las cantinas, las pulquerías y las viejas fondas, que sin embargo no parecían estar a la altura de los nuevos requerimientos. Las primeras dos se asociaban con el vicio y la vagancia, por otra parte, las muy populares fondas de antaño donde se comía bien y barato no eran del todo apropiadas para que asistieran damas y niños, mucho menos para que los asistentes hicieran ahí gala de su civilización, buen gusto y refinamiento.

Más que excelencias gastronómicas, lo que necesitaban estos grupos eran nuevos lugares para convivir, de tal manera que la importancia en la calidad de los platillos provino más del empeño y esfuerzo comercial de los empresarios, que de una exigencia de la clientela.

Por cierto que, al hablarse de la gastronomía mexicana en el siglo pasado, con frecuencia se hace referencia a la influencia francesa; sin embargo, es interesante saber que, eran los platillos los que se procuraban imitar en los nuevos cafés y restaurantes, que en este caso fueron los empresarios italianos quienes llegaron a tener un control sobre los lugares que tenían mucho prestigio y consigo trajeron la modalidad del café en la capital. A continuación mencionare algunos de los restaurantes de mayor prestigio en Europa: Consalvi, Alboni, Zonnetti, Borgatto.

La inauguración de estos lugares prometía descubrir algo empresarial, alimentado por la indiscutible inclinación de los mexicanos a socializar, que antes se había hecho claro en la gran cantidad de personas que frecuentaban las fondas, pulquerías y vinaterías. Así, como en estos y muchos otros casos, las costumbres gastronómicas y culinarias fueron un gran reflejo de cambios importantes y trascendentales en las sociedades del pasado. Dentro de la cocina Mexicana son muchas las influencias existentes de la cocina europea, comenzando por la española.

Al consumarse la independencia, la gastronomía mexicana dejó de ser colonial y se volvió criolla. Europa no quiso perder el dominio de la riqueza azteca, y a pesar de que España reconoció la independencia absoluta de México, otros países pensaron de manera diferente: México vivió una nueva invasión, la francesa, que introdujo al país otras formas de vida y costumbres alimentarías. La creatividad indígena no permaneció en espera y construyó nuevos sabores.

Al pasar aquella época difícil para el país y comenzar el porfiriato, surgió una nueva elite que puso sus ojos en Europa, copiando sus costumbres y por consiguiente su forma de comer. Este grupo provocó el desarraigo de las costumbres que eran realmente mexicanas.

La intervención francesa en

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